Escribe Gabriel Massa

Si fuera por los votos con que cuenta Cambiemos en el Congreso, no le alcanzarían para aprobar ninguna de las medidas del ajuste. No hubiera podido conseguir la autorización para pagar a los fondos buitres. No hubiera podido endeudar al país en casi 100.000 millones de dólares más. No podría bajar las jubilaciones ni subir los impuestos ni cobrar el impuesto a las ganancias sobre el aguinaldo ni liquidar las conquistas de los trabajadores con la reforma laboral.

Para todo eso Macri siempre debió contar con la complicidad de los diputados y senadores que responden principalmente a los gobernadores de las provincias, los intendentes del Gran Buenos Aires y la CGT, todos ellos del PJ y algunos del Frente Renovador de Massa.

Los dirigentes sindicales, especialmente el triunvirato que lidera la CGT, hicieron su aporte fundamental, aislando las luchas, no dándole continuidad al paro de abril y finalmente saliendo a apoyar explícitamente el proyecto de ley de reforma laboral.

El peronismo, mayoría absoluta en el Senado y con un número muy importante en Diputados, ahora da un salto para garantizarle al macrismo la aprobación de las leyes de ajuste, conformando bloques “dialoguistas” para sumar los votos que necesita Cambiemos. Es la traslación al terreno del Congreso del pacto que firmó Macri con los gobernadores y al que rubricó con la CGT.

Una demostración de cómo funciona esto es lo que sucede con la reforma jubilatoria. El rionegrino Miguel Ángel Pichetto que encabeza la bancada de senadores peronistas garantizó el apoyo de su sector, con lo que la reforma se aprobó en el Senado por 42 votos a 24. Con esto el proyecto pasó a la Cámara de Diputados, donde al cierre de esta edición era discutido con escándalo en la comisión previsional.

El kirchnerismo, por su parte, con Cristina a la cabeza recién asumida en su banca de senadora promete votar en contra de todas las medidas del ajuste. Sin embargo, no podemos olvidar que Alicia Kirchner, gobernadora de Santa Cruz, fue una de las firmantes del pacto de ajuste junto al resto de los gobernadores. Por otra parte, la casi totalidad de los senadores y diputados peronistas que están apoyando las reformas del gobierno fueron elegidos en su momento como parte del Frente para la Victoria kirchnerista y fueron los “oficialistas” de los gobiernos de Néstor y Cristina.

En definitiva, está claro que los trabajadores y el pueblo no podemos confiar en que del Congreso o de los dirigentes peronistas salga alguna resistencia efectiva a estas medidas de ajuste. Frente a ello desde Izquierda Socialista decimos que la salida es fortalecer una alternativa política al servicio de las necesidades populares, el Frente de Izquierda y los Trabajadores.