Escribe Laura Marrone

El jueves 7 hubiera sido nuestra última sesión en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires de nuestro primer mandato, que retomaremos por un nuevo período anual legislativo en diciembre del 2018 como parte de las bancas rotativas del FIT. Decidimos romper nuestra asistencia perfecta y no asistimos para repudiar las detenciones del juez Bonadío por su carácter de persecución política para encubrir el ajuste de Macri y asociarse a su alineamiento internacional con Estados Unidos e Israel.

La última sesión fue nuevamente escandalosa, ya que PRO continuaba con la política de entrega de la tierra pública para los especuladores inmobiliarios. Desde el FIT denunciamos cada privatización y defendimos durante todo el año el derecho de los trabajadores de la Ciudad, docentes, salud y demás ministerios, a salarios y condiciones laborales dignas. Hacía tan solo una semana que habíamos acompañado a los trabajadores de Vialidad Nacional y de la Escuela Técnica en su batalla por no ser expulsados de su terreno, ya que el gobierno lo quería para construir torres, logrando la suspensión de la medida.

Cerramos así un año de labor legislativa intensa donde defendimos el derecho a la educación, enfrentamos la falta de alrededor de 11.000 vacantes y presentamos 10 proyectos nuevos de construcción de escuelas públicas. Denunciamos la evaluación externa, la liquidación del 5to año de la escuela secundaria y su ingreso forzado a prácticas de explotación laboral y sostuvimos la lucha de los estudiantes secundarios acompañándolos en las tomas de sus escuelas. Estuvimos con los docentes y estudiantes terciarios reclamando contra la disolución de los profesorados.

Presentamos numerosos proyectos de declaración y de leyes en defensa de los derechos de las mujeres y la juventud contra la represión policial y por fondos para un plan integral de viviendas para las mujeres víctimas de violencia de género. Apoyamos los reclamos de los trabajadores de Promoción Social contra el deterioro y falta de hogares de niños y adolescentes. Denunciamos la tercerización de todos los servicios del Ministerio de Desarrollo Social. Estuvimos junto a los trabajadores de la salud, contra la Cobertura Universal de Salud (CUS) y la intención del gobierno de liquidar la Ley de Salud Mental. Presentamos un proyecto de ley contra la reprivatización de subterráneos y por su estatización bajo control de trabajadores y usuarios, con un plan de inversiones para el desarrollo de nuevas líneas.

Desde nuestra banca hicimos también una campaña internacionalista intensa en contra del genocidio contra el pueblo de Siria por parte de Al Assad y Putin, con la complicidad de Estados Unidos y la OTAN. Lo mismo con el pueblo de Palestina, viajando para apoyarlos en sus tierras, denunciando la presencia de Netanyahu en nuestro país y al sionismo que todas las semanas presiona sobre la Legislatura porteña para lograr terrenos, subsidios y apoyo político a su acción genocida.

Nos vamos orgullosos de la tarea cumplida. Tendremos un nuevo mandato durante 2019. Seguiremos sumándonos a las luchas y a la construcción de Izquierda Socialista en cada frente. Gracias a todos los que nos apoyaron desde distintos lugares de militancia. Y mi enérgico reconocimiento a Mechi, Luz y Natalia, mis asesoras, que a su vez son docentes, que trabajaron todo el año para poner nuestra banca al servicio de las luchas y construcción de una alternativa socialista.