Hacia el 8 de marzo: tomemos de nuevo las calles
El año 2017 fue de grandes luchas para las mujeres en todo el mundo contra los femicidios, las violaciones, los ataques a las libertades y al derecho al aborto en diferentes países como Turquía, Rusia y Arabia Saudita. Y, además, fue un gran año en el que las mujeres salieron a las calles contra los ajustes de los gobiernos capitalistas de todo el mundo, empezando por el de Donald Trump, y sumándose a las luchas contra los ataques del macrismo en la Argentina, o contra las reformas laborales en Francia y en Brasil, por ejemplo. El primer Paro Internacional de Mujeres, que se realizó el 8 de marzo de 2017, fue una fecha que sin dudas expresó la nueva oleada de lucha feminista que recorre el globo y golpea al capitalismo y al patriarcado. Y no debemos permitir que esa ola se calme o se diluya.
Este 8 de marzo siguen abiertas las peleas por los derechos de las mujeres trabajadoras. En la Argentina, la reforma previsional ya aprobada y la propuesta de una reforma laboral para aumentar la flexibilización e incrementar la ganancia de los empresarios, constituyen medidas del gobierno macrista que afectan principalmente a las mujeres por ser la mayoría de las trabajadoras en negro, las responsables de los hogares más pobres, las que realizamos una segunda jornada laboral invisibilizada y las primeras en ser despedidas en momentos de crisis.
Esta política ajustadora constituye un plan que atenta contra las trabajadoras y los trabajadores en todo el mundo. Por eso, este próximo 8 de marzo llamamos a todas las mujeres trabajadoras a impulsar una gran jornada de lucha, con asambleas en los lugares de trabajo y estudio, con paros y otras medidas que nos permitan tomar las calles. Organizadas de manera independiente de los gobiernos patronales podremos derrotar el ajuste y avanzar en la conquista de nuestros derechos.