Escribe Gabriel Massa

El día 15 de enero la oficina de recursos humanos publicó el listado de trabajadores a los que se les renovará su contrato, que hasta ese momento se efectuaba en forma automática. Más de cien trabajadores de distintas especialidades vieron con sorpresa que no aparecían en dichos listados, y que por lo tanto fueron cesanteados. Entre ellos se encontraban los enfermeros y enfermeras que durante 2017 enfrentaron el intento de incrementar la jornada laboral del turno nocturno de diez a doce horas, por lo que sufrieron arbitrarios descuentos en sus salarios.

Trabajadores con 15 y 20 años de antigüedad quedaron en la calle de un plumazo. Los despidos persiguen un claro objetivo, atacar a los luchadores para disciplinar al resto de los trabajadores del hospital e intentar profundizar el ajuste y la precarización. Todo esto sucede con la colaboración de las burocracias de ATE y UPCN, que aun conociendo la situación de antemano no hicieron nada. El 16 de enero los trabajadores se autoconvocaron en el hall del hospital contra los despidos y la flexibilización laboral. Para amedrentarlos, el gobierno respondió llenando el hospital con la Policía Federal. Ante el insistente y justo reclamo para que los dirigentes encabecen la lucha contra los despidos, la directiva de ATE Morón respondió agrediéndolos con una patota que los apaleó, dejando un saldo de dos heridos. Desde Izquierda Socialista brindamos nuestra solidaridad a los trabajadores que luchan contra el ajuste de Macri, repudiamos la cobarde agresión de la burocracia y exigimos el inmediato retiro de la policía.