¡Paro general y plan de lucha!
El gobierno quiere imponer el techo salarial de 15% en las paritarias, en cuotas y sin cláusula gatillo. Mientras la mayoría de la burocracia de la CGT sigue en la tregua con el gobierno, Camioneros convocó a una marcha el 22 de febrero. Se impone un paro general como parte de un plan de lucha para derrotar el ajuste.
Escribe Guido Poletti
El gobierno está jugado a imponer un techo salarial de 15% en las paritarias, en cuotas y sin cláusula gatillo alguna para el caso de que la inflación desborde esa cifra. Algo que con seguridad sucederá: en 2016 la inflación fue de 42%, ganándole por más de 15% a cualquier aumento salarial. El año 2017 terminó con una inflación de 24%, también por encima de la mayoría de los aumentos salariales del año. Y 2018 arrancó con los tarifazos que siguen fogoneando la inflación y comiendo los ingresos de millones de trabajadores.
Para imponer el techo salarial, el gobierno ya eliminó la paritaria nacional docente. A los bancarios, las patronales (después de haber obtenido una vez más superganancias como todos los años anteriores) les están ofreciendo un miserable 9%, lo que llevó a que ya estén programadas medidas de fuerza. El burócrata Cavalieri, del Sindicato de Comercio, está escondiendo que se dispone a aceptar el techo salarial del gobierno con la excusa de que obtuvo un 6% adicional como “compensación” por lo perdido el año pasado. Mientras que los aeronáuticos firmaron por el 19%.
Macri y Triaca se juegan a negociar gremio por gremio con la complicidad de la burocracia sindical. Todo para atomizar al movimiento obrero y que cada uno haga lo que pueda por lugar. Una política funcional a las patronales.
Este ataque al salario se suma a los despidos y retiros voluntarios de miles de trabajadores que están quedando en la calle (Posadas, INTI, Río Turbio, Fanazul y cientos de cesantías en la parte privada).
Para parar la mano a los despidos y arrancar un aumento de salario de emergencia para combatir los terribles aumentos de los precios hace falta una lucha nacional unificada, un paro general, como parte de un plan de lucha del conjunto del movimiento obrero.
Abajo la tregua de la CGT. ¡Paro general!
El triunvirato de la CGT continúa en la tregua con el gobierno dejando aislados a los trabajadores que están peleando desesperadamente en defensa de sus puestos de trabajo. Daer (en representación de los “Gordos”) llegó a decir que “le parece bien” la reforma laboral. Y sobre el salario, van a aceptar el techo oficial, incluso pactando aumentos por “productividad” (más flexiblización laboral y ritmos de trabajo), los repudiables plus por presentismo u otras variantes antiobreras.
Por su parte, de la mano de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, Pablo Moyano está convocando a una marcha para el próximo 22 de febrero (ver editorial página 2). La medida se puede transformar en una gran oportunidad para retomar las masivas acciones del mes de diciembre si se convoca a todos los gremios y a los distintos sectores del movimiento obrero que estén dispuestos a apoyarla.
El sindicalismo combativo, que viene apoyando incondicionalmente todas las luchas, fue parte de las marchas del 29 de noviembre, del 6 de diciembre y de la rebelión contra el robo jubilatorio de fin de año, está exigiendo que la CGT rompa la tregua y se impongan un paro general y un plan de lucha nacional. Solo de esa manera y organizados desde abajo, resolviendo todo en asamblea y coordinando las distintas luchas para que triunfen, hay que arrancar el paro general, como parte de un verdadero plan para frenar los despidos y romper el techo salarial de Macri, los gobernadores y los empresarios.