Precios máximos para los medicamentos: ¿No era que no se podía?
Escribe José Castillo
A partir de abril, el PAMI bajará los precios de alrededor de mil de medicamentos un promedio de 5% respecto de los valores que tenían en diciembre. Así se lo comunicó a las tres cámaras que agrupan a los laboratorios nacionales y extranjeros, a las que el PAMI les compra el 40% del total de lo que producen.
De este hecho se desprenden varias conclusiones. Primero, los laboratorios usan su poder monopólico para fijar los precios, obteniendo superganancias a costa de quienes deben adquirir un medicamento determinado. Obviamente, ningún laboratorio se verá afectado en lo más mínimo por bajar un poco los precios. Segundo, queda demostrado que, si el gobierno quiere, puede establecer precios máximos e incluso hacer retroceder aumentos abusivos. Lo que se hizo con los medicamentos del PAMI se podría y debería hacer con todos los artículos de primera necesidad.
Pero hay todavía una tercera conclusión: ¿por qué el gobierno de Macri intervino en el negocio de los laboratorios? No hay puntada sin hilo: muchos ven la “mano negra” del vicejefe de gabinete Mario Quintana, ex presidente de Farmacity, que junto con Gustavo Lopetegui y Marcos Peña son los verdaderos dueños del poder detrás de Mauricio Macri.
Farmacity viene desde hace tiempo peleándose con los laboratorios por los márgenes de ganancia en el negocio farmacéutico. Precisamente esta medida favorece a una empresa que se expande (ya tiene más de 250 sucursales) destruyendo a las farmacias de barrio tradicionales.