¡Plata hay!: La salida es dejar de pagar la deuda

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plata hay la salida es dejarEscribe José Castillo

Macri y los gobernadores siguen ajustando: echan en el Estado y fijan sueldos de hambre para los maestros, los trabajadores de la salud y los estatales, mientras las escuelas y hospitales se caen a pedazos. Todo con la excusa de que “no hay plata” y que “hay que achicar el déficit fiscal”. ¡Mentira! Lo que pasa es que el dinero se usa para enriquecer los bolsillos de los especuladores internacionales

En enero de este año se pagaron 29.818 millones de pesos por intereses de la deuda (casi 1.600 millones de dólares). Es un aumento de 226% comparado con lo que se había abonado en igual mes de 2017.

El gobierno se jactó de haber obtenido ese mes un superávit fiscal (más recaudación de impuestos que gastos) de 3.929 millones de pesos, avanzando en su objetivo de “reducir el déficit fiscal anual”. Para lograrlo, baja el gasto, echando a empleados del Estado y pagando salarios de miseria a docentes y trabajadores de la salud o reduciendo subsidios a los servicios públicos a cambio de tarifazos. Pero todo ese “ahorro” (a costa del ajuste popular) desaparece, ya que como cada día nos endeudamos más, lógicamente tenemos que pagar más intereses. Así, el proclamado superávit fiscal de enero se torna en un déficit de 25.889 millones de pesos en cuanto contamos lo que se tuvo que pagar por intereses de la deuda.

¿Somos conscientes de lo que se podría hacer con casi 30.000 millones de pesos (1.500 millones de dólares), tirados en un solo mes a la alcantarilla del pago de la deuda? Construir un hospital de alta complejidad sale aproximadamente 130 millones de dólares: ¡con lo que se pagó de intereses solo en enero se podrían construir más de 10 hospitales o 5.000 viviendas populares! Alcanzaría de sobra para pagarle a los maestros, los trabajadores de la salud y al resto de los estatales aumentos que lleven sus salarios al valor de la canasta familiar.

Lo que pagamos de intereses de la deuda es una fortuna. Pero además, con el endeudamiento astronómico que está llevando adelante el gobierno de Macri, la situación empeora día a día: más debemos, más pagamos. En estos dos años se tomó deuda por 132.969 millones de dólares (datos del Observatorio de la Deuda de la UMET). Este año lo hará por otros 30.000 millones de dólares. Los intereses pagados, sólo en 2017, ascendieron a 17.500 millones de dólares. ¡Fue el doble del presupuesto educativo y tres veces el de salud! Este año será más aún, como ilustramos con los datos del mes de enero. Se trata de una inmensa masa de dinero que se destina a la bicicleta financiera y a financiar la fuga de capitales. Son muchísimos los economistas, incluso algunos simpatizantes del gobierno, que advierten que este nivel de endeudamiento es insostenible y que vamos hacia una crisis. La oposición peronista, en todas sus variantes, también lo viene denunciando. Sin embargo, nadie, salvo la izquierda, propone la única medida realista: suspender inmediatamente los pagos, como primer paso para lanzar un plan económico alternativo que destine todo ese dinero a resolver las urgentes necesidades populares de trabajo, salario, educación, salud y vivienda.