UTA Buenos Aires: Continúa el conflicto en el Expreso Lomas
Escribe Pedro Rodríguez, Referente de la oposición en UTA
Los trabajadores de las líneas 112, 165 y 243 de la zona sur del conurbano vienen peleando contra el vaciamiento de la empresa desde hace tiempo. Reclaman que se renueve el parque automotor (nuevas unidades), se desechen las viejas y se mejoren las condiciones de trabajo. En esta larga lucha también han tenido que pelear por salarios adeudados y pagos a la obra social. La empresa hoy está manejada por un síndico, luego de haber presentado concurso de acreedores. Existen varios grupos económicos del transporte que suenan como posibles compradores, mientras los trabajadores están de rehenes de esta situación. Funcionan muy pocas unidades en los distintos ramales de la línea y el servicio es un desastre. Por eso los choferes, que son los que ponen la cara ante los usuarios, son quienes vienen luchando para que el servicio funcione normalmente. Esta es la realidad de cómo viene funcionando la empresa.
Los choferes en todo este tiempo vienen debatiendo estos problemas y han logrado avances. Es porque la comisión interna practica la democracia sindical, funciona en asambleas, respeta la decisión de la base y siempre impulsa la unidad de los trabajadores a la hora de dar la pelea. Así fue como en octubre de 2017 lograron el pago adeudado del salario de septiembre, luego de haber realizado una retención de tareas y marchar a la Secretaría de Trabajo de Lomas de Zamora. Es a partir de ese momento que profundizan la lucha por todos estos reclamos.
Apelando a los usuarios, explicando mediante volantes y charlas la situación de vaciamiento, y sacando el conflicto hacia afuera. Es así que llegan al corte en puente La Noria, votando en asamblea. Una medida muy bien preparada, que contó con la solidaridad de varias líneas, y una destacada delegación de la 540, dirigentes barriales y usuarios. La medida fue tan contundente que a media mañana el ministerio los convocó a una audiencia, junto a los dirigentes de UTA y los representantes de la patronal, quienes se comprometieron a renovar las unidades, cosa que nunca sucedió. Por eso se votó marchar a los tribunales de Lomas de Zamora. Fue una movilización muy grande que dejó fortalecidos a los compañeros. El conflicto sigue, ya llevan más de 20 días de retención de tareas. Si bien todavía no hay una solución de fondo, hay mucha fuerza entre los compañeros. Debemos rodear de solidaridad esta lucha y apoyar la organización democrática de los trabajadores, sin depositar ninguna confianza en los dirigentes de UTA; la clave es seguir desarrollando la democracia sindical y fortaleciendo la unidad de todos los compañeros.