Escribe Edgardo Reynoso, Comisión de Reclamos del Ferrocarril Sarmiento

Aumenta la bronca por la inflación que se come los salarios. La semana pasada miles se manifestaron en La Plata. Este miércoles 11 habrá nuevas movilizaciones, paros y cortes. Ante la traición de la CGT hay que organizarse desde abajo, exigiendo paro y plan de lucha por un aumento salarial de emergencia y paritarias sin techo.

La semana pasada la noticia fue el tarifazo en el gas y el transporte. Ahora es la suba de la nafta. Los precios de los alimentos y artículos de limpieza suben astronómicamente.

Todos vemos, a partir de esto, que el salario alcanza cada vez para menos. Y nadie se cree que la inflación del macrismo de este año vaya a ser de 15% cuando en el semestre ya se proyecta el 12%, según datos de consultoras amigas del gobierno.

Todo esto resonó en la multitudinaria marcha en La Plata del jueves de la semana pasada. Miles de estatales de ATE, médicos de la Cicop, judiciales y docentes marcharon por la capital provincial, donde se destacaron las importantes columnas de los Suteba multicolores que reclamaron continuidad con paro y plan de lucha. Al mismo tiempo hubo piquetes y cortes en varios accesos a la Ciudad de Buenos Aires. El jueves hubo paro de docentes en la provincia de Buenos Aires y el viernes en la Capital. También en esos días pararon los docentes en Santa Fe, Neuquén, Santa Cruz, Chubut y Chaco. A lo que hay que agregar el paro bancario del viernes. Todas esas peleas se dan al mismo tiempo que continúa la lucha contra los despidos en el INTI, el hospital Posadas, Fanazul y el Ministerio de Hacienda, entre otros.

Esta semana se inició con los mineros de Río Turbio instalando una carpa para nacionalizar su lucha frente al Congreso Nacional. Los docentes universitarios van a una huelga de 48 horas y continúa el conflicto bancario. Este miércoles se dará una jornada de protesta con paro de ATE y en otros gremios, cortes y marcha con acto a Plaza de Mayo, al que asistirán la mayoría de los conflictos en curso, en otra jornada que se prevé multitudinaria, a pesar de que la conducción nacional de ATE no unifica ni le da continuidad a las medidas lanzadas contra el ajuste.

Como se ve, ganas de salir a pelear es lo que sobra. ¿Por qué entonces en muchos gremios ya se ha firmado por el 15%, en cuotas y sin cláusula gatillo, como pide el gobierno? La respuesta es contundente: se debe a la traición de los burócratas de la CGT, hoy enfrascados en sus negociaciones para dar a luz una conducción capituladora, totalmente alineada con el gobierno. Son los mismos que, durante los dos años anteriores, garantizaron con su pacto con Macri que pasaran las medidas de ajuste sobre los jubilados y trabajadores.

Desde el sindicalismo combativo tenemos claridad de cuáles son las tareas de la hora. Empezar a organizarnos desde abajo, apoyar las luchas en curso y su coordinación para darles más fuerza y que puedan ganar. Y, al mismo tiempo, sigamos exigiéndole a todos aquellos que se pronuncian contra el ajuste de Macri, a los Moyano, a la Corriente Federal y a las CTA que no le dieron ninguna continuidad a la marcha del 21F, para que convoquen a un paro general y un plan de lucha por un aumento salarial de emergencia, romper el techo del 15% y que frene el ajuste de Macri para que ningún trabajador gane menos que la canasta familiar.