Crecimiento astronómico del endeudamiento externo: La única salida es dejar de pagar
Escribe José Castillo
El ministro Caputo reconoció oficialmente el crecimiento de la deuda: 320.000 millones de dólares, informó. Si a esto le sumamos las deudas externas provinciales y los más de 60.000 millones de dólares de deuda del Banco Central, pasamos largamente los 400.000 M. Pero lo más grave es que el propio gobierno reconoce que la deuda va a seguir creciendo, como mínimo de a 20.000 millones de dólares por año (podemos asegurar que el número será mucho mayor, 30.000 por lo menos).
Todo esto genera que cada vez paguemos más de intereses. Por sólo tomar el ejemplo más cercano, del año pasado, todo lo que el gobierno de Macri “se ahorró” con los tarifazos, los despidos en el Estado y los salarios a la baja de docentes, trabajadores de la salud y el resto de los estatales, se volvió a gastar en pagos de intereses de deuda. Se terminaron pagando 16.000 millones de dólares, el doble de todo el presupuesto de educación y el triple que el de salud.
Todo esto no es nuevo. El kirchnerismo pagó en efectivo casi 200.000 millones de dólares y la deuda siguió creciendo. El gobierno de Cambiemos hizo crecer la deuda en 133.000 millones de dólares. Muchísimos economistas afirman que así vamos a una nueva crisis: “Si seguimos así chocamos”, reconoció hace un par de meses Juan Carlos de Pablo. Frase repetida por varios asesores del propio establishment financiero.
Hace cuarenta años que la deuda externa nos viene desangrando. Pagamos con salarios de hambre, desocupación y saqueo del patrimonio nacional. Más pagamos, más debemos. Varias veces esto terminó en enormes crisis, como en 1982, en la hiperinflación de 1989 y en 2001. Por eso, la única salida para cortar de raíz esta situación es dejar de pagar ya mismo la deuda externa y volcar todos esos recursos a las necesidades más urgentes de los sectores populares, con un plan económico alternativo que priorice el salario, el trabajo, la vivienda, la salud y la educación.