Interpelación a Luis Caputo: Un ministro al servicio de los buitres y las offshore
Escribe José Castillo
La presencia del ministro de Finanzas en la comisión bicameral de control de la deuda terminó en un escándalo. Caputo defendió a las empresas offshore. El peronismo se prestó al circo y cubrió la “retirada” del ministro.
El escándalo había estallado cuando un organismo insospechado de ser antimacrista, como la Comisión Nacional de Valores de los Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) informó oficialmente que el ministro de Finanzas de la Argentina Luis Caputo, figuraba como propietario de Noctua Partners (una empresa offshore, especializada en manejos de fondos de deuda externa). Para peor, eso no figuraba en las propias declaraciones juradas del ministro.
El gobierno no tuvo más remedio que aceptar que Caputo se presentara a dar explicaciones en el Congreso. Lo hizo ante la comisión bicameral de control de la deuda, un organismo que se creó hace dos años como concesión para que el peronismo tuviera una excusa y votara a favor del pago a los fondos buitres (comisión que, digamos de paso, nunca se reunió ni controló o investigó nada).
El ministro de Finanzas tuvo todas las garantías de que iba a tener una interpelación “suave” (ver “Porqué el peronismo salvó a Caputo” en esta página). Igualmente, en su propia exposición quedaron algunas frases de antología: “Las offshore no son un delito, es como una caja de seguridad: lo que uno tiene adentro de la caja lo puede tener declarado o no, eso no lo convierte en delito”. Impresionante. Eso es, efectivamente, lo que piensan el presidente Macri y todos sus ministros: no hay ningún tipo de problema en tener o participar en empresas fantasmas creadas para evadir impuestos, lavar dinero negro o fugarlo. “¿Qué problema va a haber si es lo que hacemos todos, lo que hicimos siempre?”, razonan los CEOs hoy convertidos en ministros. Consultado acerca de si era propietario de Noctua Partners, la respuesta de Caputo fue increíble: “Yo era tenedor fiduciario, alguien de confianza de otra persona”. Traducido: ¡Caputo era un testaferro! (nunca dijo de quién). “Dueño” o “prestanombre” da igual. Con estas afirmaciones hubiera bastado para exigir su inmediata renuncia y meterlo preso.
Pero eso no fue todo. Se le preguntó por qué justamente Noctua Partners se había beneficiado cuando el ministro lanzó el escandaloso bono a 100 años y por qué en todos los casos de nuevo endeudamiento aparece el Deutsche Bank -empresa para la que trabajaba Caputo antes de ser nombrado ministro- como colocador de los bonos y cobrando por ello jugosas comisiones. “Son siempre los mismos bancos porque son los mejores y por eso los contratamos”, contestó sin ponerse colorado. ¿Los mejores para qué? ¿Para endeudarnos más? ¿Para saquearnos cobrándonos las mayores comisiones e intereses posibles?
A pesar de todas estas barbaridades y de que reconoció un endeudamiento de 320.000 millones de dólares y que va a seguir creciendo, admitiendo que este ritmo “no se podrá sostener en los próximos años”, tanto el gobierno, como los medios económicos del establishment y el conjunto de las patronales hicieron una defensa cerrada del ministro. Es que a todos los une seguir garantizando el gigantesco negociado actual: endeudarnos más para, con esos dólares, habilitar la bicicleta financiera que permite hacer super-ganancias especulativas y después fugar los dólares al exterior. Esta es la “fiesta” que están viviendo actualmente los bancos y los especuladores de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Para garantizar todo esto es que el gobierno de Macri sigue adelante con su ajuste, con tarifazos, salarios a la baja y despidos.