Escribe Claudio Funes

Héctor Recalde, presidente del bloque del Frente para la Victoria, junto a todos los bloques patronales, fue uno de los principales impulsores del aumento del 100% que Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, dispuso en los pasajes y en los “gastos de representación” en 2017. Lograban así el dietazo que el año anterior no habían podido concretar por el rechazo popular y la denuncia de las bancas del Frente de Izquierda. Por ello lo que hoy se está cocinando en el Congreso no es ninguna sorpresa. La historia reciente lo demuestra. El Congreso siempre fue y será una cueva de mafiosos al servicio de las patronales.

El peronismo kirchnerista no es la excepción a la regla. Ante el aumento de las dietas, los que se proclaman anti-Macri mostraron su verdadero rostro. La resistencia con aguante se arrodilló ante las mieles del privilegio. Se olvidaron, de repente, de su condición de nacionales y populares. Incluso Cristina, con su silencio avala el privilegio. En la lista de los diputados que más dinero se llevaron con el canje, encabezada por Carrió, Nilda Garré figura tercera. Pero Héctor Recalde, Axel Kicillof y Máximo Kirchner también se beneficiaron. Son los mismos que se postulan como opositores a Macri en 2019.