Escribe Laura Marrone, Legisladora CABA Izquierda Socialista

El proyecto Unicaba de creación de una universidad para la formación docente presentado por el gobierno de Larreta para su sanción en la Legislatura cerraría los 29 profesorados estatales en la Ciudad de Buenos Aires. Es parte de una reforma estructural, nacional, del sistema educativo llamado Plan Maestro. Pretende dinamitar la actual autonomía de la formación docente del poder político, para ponerla en sintonía con la anunciada reforma laboral. El plan no es una originalidad de Cambiemos. Integra reformas propuestas por el Banco Mundial y organismos internacionales en Davos o en el G20, que se reunirá este año en nuestro país.

Uno de sus fundamentos es que la Unicaba serviría para formar los trabajadores “autónomos, emprendedores y creativos” que la sociedad del futuro requiere. Jóvenes sin futuro ni derechos laborales.

Otro de los fundamentos es “actualizar la educación a los cambios tecnológicos en el mundo”. Se busca desplazar a los docentes como eje de la tarea pedagógica para controlar la educación desde plataformas digitales, con un sistema de evaluaciones externas y organismos de gobierno, ajenos a los docentes, otorgando los títulos y el contenido de lo que se enseña. La intención es crear un sistema educativo donde la tecnología, en lugar de ser una herramienta auxiliar de la tarea docente, sea la que dirija la relación pedagógica. De este modo, se requerirían menos docentes y se liberarían fondos del Estado para las empresas que producen dichas plataformas digitales y las consultorías que los ministerios de Educación ya están adquiriendo. Estamos frente a una ofensiva de recolonización ideológica ya que muchas de estas plataformas y empresas evaluadoras son filiales de empresas extranjeras.

El proyecto, de “universitario” solo tiene el nombre. Mientras las universidades del país funcionan con un sistema de cogobierno con autoridades electivas heredado, aunque con deformaciones de la histórica Reforma del 18, el proyecto Unicaba promueve liquidar el actual cogobierno de los profesorados para avanzar hacia un mayor disciplinamiento a los gobiernos de turno. El rector organizador, designado por el Ejecutivo, sería el encargado de diseñar el estatuto con el que se regiría la nueva universidad sobre la base de disolver los 29 profesorados. Nada dice, sin embargo, qué harán con los privados que ya han empezado a florecer con nuevas carreras y edificios.

El secretario general de UTE Eduardo López anunció recientemente su acuerdo con un proyecto alternativo que suponga la convivencia de la Unicaba con la continuidad de los profesorados. Una postura similar habría trascendido de sectores del peronismo y los radicales en la oposición, así como de agrupaciones estudiantiles kirchneristas.

Izquierda Socialista viene denunciando junto a Ademys, el Consejo de Enseñanza Superior de la Gestión Estatal constituido por los rectores electos, y una amplia mayoría estudiantil que esta propuesta es la muerte lenta de los profesorados y una traición a la lucha en curso por el retiro del proyecto.

Llamamos a continuar la unidad en la lucha por el retiro del proyecto Unicaba y la defensa de los profesorados. Queremos abrir el debate a toda la sociedad. Están en juego el derecho y los fines mismos de la educación.