Por una gran movilización nacional contra el pacto Macri-FMI
La crisis sigue a todo galope. Los programas de televisión y los diarios sólo hablan de a cuánto cerró el dólar. Son pocos los trabajadores a los que les sobra algo como para estar pensando en comprar el billete verde (o mucho menos Lebac). Pero todos ven las consecuencias: más inflación y más recesión. Remarcaciones por todos lados. Ya se conoció la inflación de abril: 2,7%. La de mayo, con toda la escalada del dólar, vendrá peor. El 15% que se firmó en la gran mayoría de las paritarias ya se alcanzará antes de mitad de año. Por eso suenan casi como provocación las recientes declaraciones de Macri: “Sé que hay miedo a una crisis mayor, pero estamos lejos de eso”. Nadie le cree. Lo único concreto es que ya hace veinte días que el gobierno viene regalando dólares (ya rifó 13.000 millones) a los especuladores internacionales. Y ahora, como si todo esto fuera poco, se recurre al FMI para pedirle un préstamo que garantice que se va a poder seguir cumpliendo con los futuros vencimientos de deuda externa. A cambio, por supuesto, de un feroz plan de ajuste, mayor que el actual.
El pueblo argentino tiene memoria: sabe lo que significa ir al FMI. Será más ajuste, miseria, inflación, salarios de hambre, desempleo y mayor destrucción de la salud y la educación públicas. Por eso las encuestas muestran que el 80% está en contra. En los lugares de trabajo y estudio crece la bronca contra el gobierno. Pero a la vez aparece la preocupación de qué hacer. ¿Cómo paramos este acuerdo de Macri con el Fondo y el mayor ajuste que se va a venir? ¿Cómo lo enfrentamos?
La oposición patronal, encabezada por las distintas variantes del peronismo, sólo hace declaraciones y discursos grandilocuentes, pero no propone ninguna salida concreta, más allá de “esperar al 2019”. ¡Pero el acuerdo con el Fondo y el ajustazo se vienen ya! Los gobernadores se reúnen con Macri para garantizarle la “gobernabilidad”. El kirchnerismo hace discursos en el Congreso, pero Cristina hasta ahora no escribió ni un tuit contra el FMI.
La CGT se limita a hacer “marchitas” de aparato, con unos pocos centenares más “un grupo de teatro”. Es la clásica salida de “que parezca que hacemos algo para no hacer nada”. El resto de la burocracia sindical, en sus diversas variantes, tampoco está planteando nada. Ni siquiera hacen algo para apoyar las luchas en curso, como la de los docentes de Neuquén o la de los trabajadores del subte.
Pero esto no se arregla con pequeños actos testimoniales. La única salida es que salgamos todos a la calle. Hay que derrotar el acuerdo Macri-FMI. Hay que echar al FMI y al nuevo ajuste. Los trabajadores tenemos experiencia histórica. Con grandes paros nacionales y movilizaciones se enfrentaron los ajustes de Alfonsín, Menem y De la Rúa. Tenemos que retomar las grandes rebeliones que cruzaron diciembre del año pasado, cuando centenas de miles salimos contra la reforma jubilatoria. Es la hora de movilizarse. Y ganas y bronca sobran. Las trabas son las direcciones sindicales y políticas que mencionamos.
No podemos quedarnos de brazos cruzados. Izquierda Socialista propone que el Frente de Izquierda, junto con el resto de la izquierda, movimientos sociales y el sindicalismo combativo realicen una gran marcha a Plaza de Mayo y a todas las plazas del país, convocando ampliamente a todos con las consignas ¡No al pacto Macri-FMI! y ¡No al ajuste!, reclamando a las centrales obreras un paro activo nacional y un plan de lucha hasta lograrlo, en la perspectiva de llamar a construir un gran movimiento nacional obrero y popular contra el “acuerdo stand by”, los tarifazos, el techo salarial, los despidos y la reforma laboral, exigiendo que se vaya el FMI.