La brutal represión del régimen de Daniel Ortega continuó este sábado, en la ciudad de Masaya, antiguo bastión sandinista. Dejó seis nuevas muertes a la lista que ya supera el centenar de víctimas y más de 1.000 heridos desde el inicio de las protestas populares. Entre los asesinados por la represión está el hijo de un ex guerrillero sandinista.

La violencia del gobierno contra los movilizados se ha intensificado. Solo en la “Madre de todas las marchas” (encabezada por madres de asesinados y heridos), celebrada el 30 de mayo, hubo 15 muertos y 199 heridos. Mientras tanto, continúan las negociaciones con los empresarios y la Iglesia. El Papa “lamenta la violencia” y pide diálogo. Pero el diálogo se ha mostrado totalmente inútil. La policía y las bandas parapoliciales siguen matando. Hasta ahora el régimen no consigue aplastar la resistencia encabezada por los estudiantes, campesinos y pobladores urbanos. Los jóvenes dicen “Daniel igual a Somoza” y exigen que se vaya el actual dictador sandinista, Daniel Ortega.
M.L.