Yasky y Baradel en la marcha federal educativa plantearon que era necesario que la CGT le ponga fecha al paro general y que, si no lo hace, las CTA Yasky y Micheli llamarían a parar entre el 8 y el 12 de junio. Suteba y Ctera anunciaron el paro del 8 de junio, lo que generó una masiva adhesión en las escuelas. Pero después las CTA y Ctera salieron a anunciar que esperarían a ponerle fecha al paro a la reunión de la CGT del 7 de junio, ¡un día antes del 8! No hicieron nada por la huelga neuquina y ahora tampoco hacen nada por Chubut.

Hay que terminar con las dilaciones. Está bien exigir y presionar para que la CGT rompa la tregua y llame a un paro general. Pero es necesario no dejar aisladas las luchas en el gremio docente por salarios dignos y en defensa de la educación pública. El doble discurso de la burocracia kirchnerista se desnudó claramente con la lucha docente de Neuquén. Ni una medida de apoyo, ni siquiera aportaron al fondo de huelga. Ahora tampoco hacen nada por la huelga de Chubut ni por los docentes de Mendoza, que fueron reprimidos cuando realizaban una asamblea callejera. Y siguen dilatando en Buenos Aires la recomposición salarial, donde Baradel y el Frente Unidad Docente (FUD) reivindican que luchan “con los niños en el aula”. 
La base docente sigue firme con la pelea y, donde puede, lo demuestra. En Buenos Aires la Multicolor impulsó paros y Suteba y el FUD debieron llamar a parar el 22 y 23 de mayo por lo fuerte del paro del 10 de mayo impulsado por los Suteba Multicolor donde se sumaron miles de docentes en la provincia, sin ellos.
Desde abajo, con los Suteba Multicolor, hay que seguir apoyando el conflicto de Chubut y al resto de los docentes que pelean, impulsando y coordinando distintas medidas de lucha para exigirles a la Ctera un plan de lucha por el salario y en defensa de la educación pública. 

Guillermo Sánchez Porta