Abajo el tarifazo: El veto de Macri y la confesión de Cristina
Escribe Juan Carlos Giordano Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT
El Senado terminó votando la ley que frena parcialmente el tarifazo. Inmediatamente Macri la vetó por orden de las petroleras y el FMI. En la sesión, Cristina Kirchner confesó que cuando fue gobierno intentó aumentar las tarifas y defendió el pacto con Chevron por el cual se quedó con Vaca Muerta*. El Frente de Izquierda lucha por anular todo el tarifazo y nacionalizar el petróleo y el gas.
Macri vetó la ley dando rienda suelta al tarifazo. Al otro día hubo una gran marcha de los movimientos sociales y de la izquierda para repudiarlo. El gobierno toma esta medida con un alto costo político, sumando una nueva caída en la imagen presidencial. Si Macri sigue adelante con el tarifazo es porque sigue gobernando para engordar las ganancias de las petroleras, ahora con la venia del FMI. Por eso ambos, Macri y el FMI, son los enemigos centrales de los trabajadores y el pueblo.
Cristina reivindicó el pacto YPF-Chevron
La prensa reflejó las “chispas” que se sacaron la senadora Cristina Kirchner y la vicepresidenta Gabriela Michetti. Pero lo más importante fue que Cristina reconoció que durante su gestión intentó aumentar las tarifas pero no pudo por el repudio popular. Lo reconoció para mostrar que su gobierno no estaba por el “congelamiento” tarifario, sino que quiso hacer buena letra para las privatizadas pero se le complicó por la bronca popular.
Cristina, a su vez, también reveló que defiende aún hoy el pacto secreto YPF-Chevron firmado durante su gobierno en 2013 por el cual se quedó con Vaca Muerta. Nos preguntamos: ¿hay algo para festejar en Vaca Muerta? Claro que no.
Cristina firmó con Chevron uno de los acuerdos más escandalosos de la historia petrolera. Estamos hablando de la transnacional yanqui con mayor tradición en saqueo y contaminación del mundo. Chevron recibió una concesión por 35 años. Fue beneficiada con exenciones impositivas, la no obligación de reingresar los dólares por la venta de nuestro petróleo y se le permitió girar las ganancias a su casa matriz casi sin restricciones. Además, toda controversia judicial se dirimirá en tribunales de Nueva York y París, no en la Argentina.
Recordemos que el pacto YPF-Chevron lo impuso el kirchnerismo a sangre y fuego. Se aprobó el 28 de agosto de 2013 en la Legislatura de Neuquén. Los diputados del Frente para la Victoria (FpV) y sus aliados del MPN lo votaron a libro cerrado, mientras la policía reprimía salvajemente una movilización donde nuestra diputada de Izquierda Socialista, Angélica Lagunas, estuvo en primera línea.
La mentira K sobre la “nacionalización” de YPF
Cristina, en su discurso, también criticó a Repsol. Pero esta multinacional española estuvo en la Argentina hasta 2013 de la mano del kircherismo, como socia de YPF. Se fue después de que nos robara todo el petróleo y el gas. Repsol nos llevó al desabastecimiento. Se chupaba todos los pozos petroleros y no invirtió un peso en exploración. Encima Kicillof la indemnizó con 5.000 millones de dólares. Un servilismo total. Hasta Domingo Cavallo dijo sentirse “encantado por el acuerdo”.
Recién cuando a Repsol ya no le interesaba el negocio y quería irse, el gobierno de Cristina le compró el 51% de la compañía en 2012. Nunca hubo una nacionalización de YPF. El 49% de las acciones restantes son privadas. YPF es una sociedad anónima que cotiza en la Bolsa de Nueva York. El kirchnerismo quiso mostrarlo como “nacionalización”. Un doble discurso tremendo.
Nada de esto debería sorprendernos, ya que el propio Néstor Kirchner como gobernador de Santa Cruz fue uno de los más entusiastas defensores de la privatización menemista de YPF en el año 1992. Lo recordamos para los trabajadores y jóvenes que no conocen lo ocurrido años atrás y tal vez hayan quedado impactados por el discurso de la senadora Cristina Kirchner en el Senado.
Ni Macri, ni Cristina, la salida viene por izquierda
Macri sigue adelante con el pacto Chevron-Vaca Muerta. Además avanzó, de la mano de la burocracia sindical (con el senador Guillermo Pereyra a la cabeza), con el cambio de convenio para los trabajadores petroleros, permitiendo despidos, suspensiones y más explotación laboral.
El peronismo, si bien aprobó una ley que limita el tarifazo, ratifica el saqueo de las multinacionales sobre nuestro petróleo y el gas y los servicios esenciales. Por su parte, el Frente de Izquierda, en cambio, además de llamar a derrotar el tarifazo y el veto de Macri, plantea que hay que nacionalizar el petróleo y el gas y reestatizar todas las privatizadas del sector. Hay que reconstruir una YPF 100% estatal, que concentre todo el negocio del gas y el petróleo del país, integrando la exploración, extracción, refinado y comercialización. Con una sola empresa estatal y monopólica gestionada y administrada por sus trabajadores y técnicos terminaremos con la actual crisis energética y recuperaremos el autoabastecimiento en beneficio de los trabajadores y el pueblo.
*Vaca Muerta es el mayor yacimiento de hidrocarburos no convencionales (shale oil y shale gas). Es el segundo reservorio de gas natural del mundo y el cuarto de petróleo del planeta. La zona ocupa 30.000 kilómetros cuadrados con reservas que multiplican a las actuales por 10. Está ubicada en Río Negro, Neuquén, La Pampa y Mendoza.
Santa Cruz: El tarifazo de Alicia
Escribe Mariana Morena
En Santa Cruz, donde el peronismo kirchnerista gobierna desde hace quince años, la gobernadora Alicia Kirchner impuso en abril un tarifazo que promedió el 600% en las boletas de luz y hasta 1.200% en las de gas. Un hachazo al bolsillo de los estatales, maestros y jubilados santacruceños, que tienen salarios congelados desde hace dos años y no los cobran a término, mientras ven eliminadas conquistas laborales históricas. Según datos del Indec, en 2017 se duplicó la cantidad de pobres en Río Gallegos, trepando de 9% a 18%. La crisis se agravará en el invierno, tanto por el tarifazo que restringe el consumo, como por la problemática de la infraestructura en ruinas. En muchas localidades hay barrios enteros sin luz y sin gas, se multiplican las conexiones clandestinas y ni hablar del agua y las cloacas.
Mientras los senadores del PJ votaron en el Congreso un proyecto de alcance limitadísimo para frenar el aumento de tarifas a sabiendas de que el presidente lo vetaría como finalmente ocurrió, ninguno cuestionó las inmensas ganancias de las privatizadas ni la falta de inversión durante décadas. No podía ser de otro modo. Los peronistas posan en el discurso de opositores, pero sus gobernadores, diputados y dirigentes sindicales vienen avalando la brutal política de ajuste de Macri en todo el país. De hecho, el tarifazo es resultado del pacto fiscal de Macri y Alicia, que refrendaron los diputados provinciales de Cambiemos y el FpV en el marco de una brutal represión. Se trata de la misma política en beneficio de los grandes empresarios, petroleras y mineras que aplicaron durante las presidencias de Néstor y Cristina, cuando las empresas se beneficiaron con ínfimas regalías y millonarias ganancias a costa de las condiciones de vida del pueblo trabajador.
A esto se suma que la semana pasada hubo un repudio generalizado de los empleados de la administración pública frente al decreto provincial de promoción de la tercera línea de funcionarios al rango de secretarios y subsecretarios de Estado, con un aumento en blanco de 40% para todos ellos.
Quiénes ganan con los tarifazos
Los tarifazos, impagables para los trabajadores, tienen su contrapartida en las fabulosas ganancias que están generando para los dueños de esas empresas. Según un estudio de la consultora Fiel, los usuarios le transferimos a las empresas desde 2016 a la fecha la increíble suma de 16.500 millones de dólares.
Si tomamos las ocho empresas vinculadas al tema que cotizan en la Bolsa de Buenos Aires (y que, por lo tanto, tienen que presentar balances públicos), encontramos un crecimiento sideral de sus ingresos y cotizaciones en todas ellas: Edesur, Edenor, Metrogas, Camuzzi Gas Pampeana, Transportadora Gas del Sur, Pampa Energía, Endesa Costanera y Central Puerto.
Los principales capitalistas son Nicolás Caputo, Marcelo Mindlin y Rogelio Pagano. Caputo y Mindlin controlan todo el proceso del negocio de la electricidad: la generación y los transportistas (Transener y Transba), además de la distribución directa a los usuarios. Caputo también es accionista minoritario en Edesur (la mayoría la tiene la multinacional italiana Enel). Mindlin es dueño de Pampa Energía, controlante de Edenor, que además también está en el negocio del gas y el petróleo, la refinación, la generación y el transporte eléctrico, poseyendo el 100% de las líneas de alta tensión. Si le sumamos a Pagano, que controla las otras cuatro distribuidoras de la provincia de Buenos Aires (Eden, Edes, Edea y Edelap), tenemos el panorama completo.
Pero los negocios de estos buitres no se limitan a la electricidad. Transportadora de Gas del Norte pertenece también al Grupo Mindlin, y el año pasado aumentó sus ganancias un 200%. Varias de las distribuidoras de gas, como Centro y Cuyo (cuyas ganancias crecieron el año pasado 444% y 331%, respectivamente) son propiedad de Nicolás Caputo, el “amigo de la infancia” de Macri.
Así tenemos, con nombre y apellido, a los ganadores de los tarifazos.
José Castillo