Las tertulias de la CGT ¿Y el paro general?
La CGT se la pasa de reunión en reunión. ¿Para organizar el paro general? No. En reuniones para hablar del peronismo con Pichetto. Reuniones para “analizar” la cruda realidad nacional. Reuniones para preparar el congreso de la CGT de agosto. ¡Pero ninguna asamblea para consultar a los trabajadores sobre la necesidad del paro general y un plan de lucha para enfrentar el ajuste de Macri y el FMI!
“Los que agitan un paro no saben lo que cuesta organizarlo y coordinarlo”, dijo un burócrata que oficia de vocero. ¡Caradura! ¿Es difícil “organizar un paro” y es “fácil” mantener un pacto con el gobierno a espalda de los trabajadores?
En la CGT hay distintas alas. Algunos, como Schmidt, estarían con la propuesta de que haya un paro en la primera quincena de junio. Es lo que plantean los gremios que convocaron a la marcha del 21F, como Camioneros (Pablo y Hugo Moyano), la Corriente Federal, las CTA Yasky y Micheli, y Baradel de Suteba. Es lo que dijeron en el acto luego de la marcha de los movimientos sociales del pasado viernes 1° de junio. Este jueves hay una reunión de la CGT donde tratarían el tema. Hace un mes que distintos medios vienen diciendo “que se estaría preparando un paro”. Pero lo único cierto hasta ahora es que el paro general no está convocado, por lo tanto no tiene fecha, y lo único que hay son declaraciones de distintos dirigentes. Se sigue dilatando la medida nacional, evitando que el movimiento obrero enfrente de conjunto el ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI. Justo en momentos donde crece la bronca contra los tarifazos, la inflación, el robo salarial y el mayor ajuste que está en curso. ¿Qué más hay que esperar para el paro general?
¿Todo esto quiere decir que no va a haber un paro? Es muy probable que por la bronca creciente al ajuste, los despidos y el robo salarial, y por la presión de las luchas en curso, los dirigentes estén obligados a convocarlo. El debate pasa, como lo reclama el sindicalismo combativo, para que se lo convoque ahora. Hay que ponerle fecha cuanto antes y llamar al movimiento obrero a prepararse para garantizarlo. El paro tendría que ser activo, con una gran marcha a Plaza de Mayo y, lo fundamental, como parte de un plan de lucha hasta derrotar las medidas antiobreras del gobierno. ¡Basta de pacto con el gobierno, basta de tregua, basta de dilaciones!
La CGT debe romper el pacto. Está maniobrando para “estirar el compás de espera y la negociación”, como lo vienen haciendo Daer, los Gordos e Independientes. Pero ojo que a esta historia los trabajadores la conocen bien. Por eso existió la “rebelión del atril” en 2017 porque no le ponían fecha al paro. Otro capítulo fue cuando miles en las calles el 14 y el 18 de diciembre pasado repudiaban el robo jubilatorio, mientras la CGT había dicho que no había que marchar y después tuvo que declarar un paro parcial ante el justo desborde a sus dictados.
La CGT está arrinconada entre el pacto con el gobierno y no quedar a un paso de ser desbordada por las bases. Está jugando con fuego. Hay que arrancarles el paro ahora y votar esa exigencia desde cada asamblea, cuerpo de delegados, comisiones internas y reuniones de activistas
Hay sobradas pruebas de predisposición para la lucha. Lo mostraron los heroicos docentes de Neuquén que con asambleas masivas y un verdadero plan de lucha de 43 días rompieron el techo salarial. No puede ser que ante semejante ejemplo para el conjunto de los trabajadores la burocracia sindical siga en la tregua. No puede ser que mientras estatales y docentes en Chubut vienen luchando y tienen acorralado al gobernador, la CGT mire para otro lado. Los mineros de Río Turbio lograron revertir 160 despidos. Los trabajadores del INTI siguen enfrentando los despidos. Los estatales del Ministerio de Hacienda repudiaron a Dujovne y al 12% en cuotas.
El sindicalismo combativo marchó dos veces en estos días para exigir esa medida y prepara un plenario nacional para el 23 de junio en Lanús (ver páginas centrales).
Solo con una medida nacional que unifique a los trabajadores del país como es un paro general (y no paros por gremios o marchas de cada sector por su lado), como parte de un plan de lucha nacional, se le va a torcer el brazo al ajuste. Esa es la tarea de la hora.