Como sostiene el dicho “de Guatemala a Guatepeor”. El gobierno nos quiso vender que con el acuerdo con el FMI se acababa la corrida cambiaria. Mentira, es sólo más endeudamiento y superajuste. Mientras tanto, el dólar siguió disparándose. Así pasó de 25, a 26, a 27, a más de 28 pesos. El Banco Central rifó casi 1.000 millones de dólares esta semana (léase se los regaló a los especuladores). Finalmente, después de garantizar durante un año y medio las superganancias de la bicicleta financiera y los negocios de todos los que hicieron millonadas con esta suba del dólar (50% desde principios de año), los propios banqueros de la city y el FMI decidieron sacarlo a Sturzenegger por estar “demasiado quemado”.

Su reemplazante será nada más ni nada menos que Luis “Toto” Caputo, el hasta ahora ministro de Finanzas, el mismo que se encargaba de conseguir los fondos para aumentar nuestra deuda externa. Hombre de confianza de las finanzas internacionales: fue directivo para América Latina del JP Morgan entre 1994 y 1998 e inmediatamente pasó al Deutsche Bank, siendo presidente de la sede argentina entre 2003 y 2008.
El mismo día que se conoció el memorándum de entendimiento con el FMI, donde se aclara que de los primeros 15.000 millones de dólares que enviará el organismo, 7.500 van a ser manejados por el ministro de Hacienda (Dujovne), para así garantizar los pagos de deuda, y los otros 7.500 irán al Banco Central, “casualmente” renuncia Sturzenegger y asume como nuevo presidente Toto Caputo. Un cambio a medida de lo requerido por el Fondo. Se viene una mayor devaluación, un dólar por arriba de 30 pesos, una inflación que se acercará al 40%, con su lógica contrapartida: salarios y jubilaciones pulverizados. Más que nunca, se impone pelear contra Macri, el FMI, el ajuste en curso y el que se viene.
José Castillo