El gobierno y el rectorado vienen por la FUBA
Escribe Nicolás Roldán Delegado FUBA
La Franja Morada/Nuevo Espacio (Cambiemos) junto a los peronistas de La UES (que responden a Daniel Filmus) y el MLI (“independientes” que son parte de la gestión de Ingeniería) realizaron la convocatoria el sábado pasado a un Congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires para remover a su conducción actual, el frente que encabezan UJS-PO y La Mella/Patria Grande. Se trata de una política impulsada por el gobierno nacional y el rectorado de Alberto Barbieri para terminar con la experiencia de 17 años de una FUBA independiente de los gobiernos y las autoridades universitarias.
Para intentar camuflar el copamiento gubernamental de la federación estudiantil, la Franja les dejó encabezar la lista al MLI y la UES. Pero en las horas posteriores al congreso se salieron de la vaina celebraciones desde la UCR y PRO por haber “recuperado” la FUBA. Para llegar a sesionar el congreso la Franja tuvo que truchar dos delegados para alcanzar el quórum de 66 (la mitad más uno de los 130 delegados), y con el patrocinio del rectorado de la UBA se proponen avanzar de todas maneras.
La Franja y sus aliados se valen del argumento de que la FUBA no revalida sus autoridades desde 2013, debido a sucesivas convocatorias a congresos que no contaron con quórum para sesionar por distintos factores, como la extorsión de La Cámpora de que si PO y La Mella no la integraban en la presidencia, no participaba del congreso. Pero la principal fortaleza con la que cuenta la Franja son los años de profunda despolitización y desmovilización del estudiantado de la UBA, algo en lo que la presidencia actual de la FUBA (PO y Mella) tiene una responsabilidad muy grande.
Ha primado en la FUBA la idea de que es posible derrotar a la Franja apelando a maniobras superestructurales para retener su conducción, mientras en la base del movimiento estudiantil se impulsan métodos gremiales totalmente despolitizados y la FUBA se adapta a la desmovilización reinante. Al punto que ante el gravísimo ataque en curso del rectorado, la respuesta ha sido limitarse a cerrar filas abrazados al kirchnerismo para sacar comunicados y actas de escribanos. La paralización es tal que ni siquiera la FUBA convocó ni participó el lunes en los cortes del sindicalismo combativo en el marco del paro general porque, claro, La Mella y el kirchnerismo estaban en contra.
Hace años desde la Juventud de Izquierda Socialista venimos dando esta discusión contra la orientación equivocada en el seno de la FUBA, alertando que llevaba al fortalecimiento del radicalismo y del rectorado. Lo hicimos desde la responsabilidad de haber sido parte de la recuperación de la Federación desde 2001, y de siempre haber distinguido entre la conducción combativa e independiente (con todas sus contradicciones y debilidades) y los morados y sus aliados; pero también, siempre distinguimos entre las agrupaciones de izquierda y combativas y el peronismo kirchnerista que cogobierna con los radicales la UBA y otras universidades del país.
Hoy ratificamos que no es con escribanos ni con acuerdos con el kirchnerismo para sostener la FUBA que se va a lograr derrotar la avanzada del gobierno y el rectorado. Para cambiar la actual correlación de fuerzas en que la Franja con sus aliados UES y MLI dirigen siete de los trece centros, no hay otro camino que tener como eje impulsar un gran debate político en la base estudiantil contra el acuerdo Macri-FMI que buscará golpear nuevamente a la universidad pública promoviendo un salto cualitativo en su privatización. Se requiere una orientación centrada en la lucha real, convocando asambleas para ganar las calles y construir un movimiento estudiantil independiente del gobierno y las autoridades.