Somos feministas y socialistas
Escribe Mercedes Trimarchi, diputada electa de Izquierda Socialista/FIT y dirigente de Isadora
Estamos frente a una nueva oleada feminista de lucha a nivel mundial. La Argentina es un país que está a la vanguardia y desde hace varios años, el ascenso no para. Desde el #NiUnaMenos de 2015 hasta la reciente media sanción en Diputados de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo es una muestra de ello. Con la movilización vamos logrando conquistas y obtenemos algunos triunfos que se verán amenazados si no peleamos por cambios más de fondo. Esa es la pelea que te invitamos a dar desde nuestra agrupación Isadora y desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda.
Por supuesto que las mujeres fuimos ganando espacios y conquistamos lugares públicos que históricamente nos fueron negados, pero eso no se traduce linealmente en mejorar la situación de todas. Por ejemplo, las mujeres nos incorporamos al mercado laboral desde hace tiempo en igual proporción que los varones, sin embargo la diferencia salarial sigue siendo de 23% menos que los varones. Tenemos los trabajos más precarizados y somos las primeras despedidas en épocas de crisis y ajuste de los gobiernos. A su vez, las tareas domésticas, como el cuidado de la familia o la limpieza del hogar, son tareas que seguimos realizando nosotras y que no nos pagan nada por hacerlo. Y según los datos del Indec, si tomamos el 10% de la población más pobre de nuestro país, el 70% está integrado por mujeres y niñas. Esto es lo que se conoce como la feminización de la pobreza y que se puede observar en todo el mundo. ¿Por qué esto es así?
Actualmente vivimos en una sociedad que combina dos sistemas: el capitalismo y el patriarcado. En el capitalismo, que tiene unos cientos de años, hay una división de clase. Un grupo minoritario de ricos y empresarios se llevan las ganancias que produce la clase trabajadora explotada con salarios de hambre, que apenas alcanzan para poder vivir. Este sistema capitalista, se combina con uno, milenario, que es el patriarcado y que sostiene una división entre los géneros, en el que las mujeres son oprimidas por los varones. Es decir, que somos consideradas inferiores y tenemos menos derechos. Ambos sistemas se refuerzan mutuamente haciendo que las mujeres trabajadoras seamos superexplotadas en el ámbito laboral y suframos todo tipo de violencias de género.
Por eso es necesario que nos organicemos contra la opresión y también contra la explotación, hasta lograr la destrucción de los sistemas que las sostienen: de ahí nuestra consigna “que el capitalismo y el patriarcado caigan juntos”. Estamos convencidas de que con la movilización podremos obtener conquistas que mejoren nuestra vida, pero éstas serán parciales, ya que en cuanto dejemos de luchar, los gobiernos y las patronales nos las quitarán. Para terminar con estas desigualdades impulsamos que la pelea feminista contra el patriarcado sea aliada de la lucha del conjunto de la clase trabajadora contra el capitalismo. Por eso nos reivindicamos feministas y socialistas. Porque luchamos hermanadas para conquistar todos nuestros derechos y dentro del movimiento feminista nos organizamos con las trabajadoras para acabar con la explotación capitalista, en la lucha por el socialismo. Tal como lo sostuvo Rosa Luxemburgo, peleamos para vivir en una sociedad en la que seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.