Avance represivo de Macri: Qué dice el nuevo decreto
Se establece que las fuerzas armadas “serán empleadas en forma disuasiva o efectiva” en “agresiones de origen externo”, eliminándose definir estas agresiones como aquellas donde participen fuerzas armadas pertenecientes a otro/s Estados. De tal manera queda abierto que la definición de “agresión externa” puede ser totalmente arbitraria. Recordemos que hace un año el gobierno acusó a los mapuches de estar financiados por “el terrorismo internacional”.
Hasta ahora las fuerzas armadas tenían prohibida “la contemplación de hipótesis, supuestos y/o situaciones pertenecientes al ámbito de la seguridad interior”. Esto ahora es reemplazado definiendo los objetivos del accionar de las fuerzas armadas como “operaciones en defensa de los intereses vitales de la Nación” (sin precisar de qué se trata en concreto); operaciones dispuestas en el marco de las Naciones Unidas u otros organismos internacionales y ejercer la custodia de objetivos estratégicos”. Esto abre el abanico para que las fuerzas armadas puedan actuar en prácticamente cualquier cosa. Desde seguir participando en misiones “de paz”, como lo hizo el Ejército Argentino como parte de las tropas de ocupación que estuvieron reprimiendo durante una década al pueblo de Haití, hasta las más “novedosas” que ahora aparecerían. La “custodia de objetivos estratégicos” permitiría, por ejemplo, que el ejército se transforme en la guardia pretoriana que garantice el saqueo en Vaca Muerta.
Macri en su discurso dio algunas señales de cuáles serían estos nuevos objetivos: “Colaborar con la seguridad interior”, “luchar contra el terrorismo” y “contra el narcotráfico”. Una campaña de solidaridad con el pueblo palestino, por ejemplo, mañana podría ser catalogada por el gobierno como “apoyo al terrorismo internacional”. En lo que respecta al narcotráfico, tenemos la trágica experiencia mexicana, donde el involucramiento del ejército en este tema ha provocado una violencia que ya se ha cobrado más de 350.000 muertos, muchos de ellos fruto de una represión a las luchas políticas y sociales y encubierto como producto del “enfrentamiento con los narcos”.
En definitiva el gobierno busca permitir que las fuerzas armadas puedan actuar internamente, al igual que la Gendarmería, la Prefectura y las distintas policías federales y provinciales, fortaleciendo de esta manera el aparato represivo de conjunto. Tenemos que movilizarnos para que no lo logre.
J. C.