El “salvataje a Invap” es una mentira: Desmantelamiento del Plan Nuclear
Escribe Rodolfo Sánchez
Delegado de ATE en CNEA Bariloche
Investigaciones Aplicadas (Invap), con su sede matriz en Bariloche, fue creada en 1976 a partir de un convenio firmado entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el gobierno de Río Negro. Trabajan 1.400 empleados, la mayoría profesionales experimentados en el desarrollo de sistemas tecnológicos ó en proyectos de alta complejidad. Invap es reconocida en el mundo como exportadora y fabricante de instalaciones nucleares, sistemas de control, equipos para radioterapia y más recientemente aerogeneradores, satélites y radares. Todas producciones de alta tecnología y con alto valor agregado, destacándose la mayor venta tecnológica en la historia del país con el reactor nuclear para investigación y producción de radioisótopos (tratamiento del cáncer) a Australia.
Durante el gobierno de los Kirchner se encargó a la empresa desarrollar los radares primarios (3D de uso militar), secundarios para uso de tráfico aéreo civil y la puesta en órbita del satélite Arsat I para que la Argentina no perdiera la órbita geoestacionaria asignada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Invap, en el último trimestre de 2017 facturó 1.017 millones de pesos, vive de sus contratos de venta, trabaja con cien pymes y exporta tecnología a Holanda, Brasil y Bolivia. Construyó 22 radares de control aéreo, 6 meteorológicos, 12 primarios y en agosto lanzará su próximo satélite de envergadura. A pesar de su éxito, en abril de 2018 pagó en cuotas el sueldo del personal sin mediar explicación. Luego el gobernador Weretilneck expresó que fue por “el retaceo” de fondos del gobierno nacional a la CNEA (centros de radioterapia, reactores Carem y RA10) y a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (satélites Saocom y Sabiamar 1), según el diario Río Negro.
Este 21 de julio Macri visitó Bariloche y declaró “soy el primer fanático de Invap”, pero inmediatamente acotó “son de la época de la magia y la plata no está”. Estas declaraciones causaron mucho malestar en toda la sociedad, por eso Marcos Peña reconoció que el gobierno pagará los contratos adeudados.La perspectiva es negra, porque para adecuarse a las exigencias del FMI, Invap para 2020 debe tener un 60% de la facturación en exportaciones, objetivo muy difícil ya que varios proyectos se caerán, como la construcción de la central nuclear Atucha III, con la tecnología conocida como “Candu”, entre NA-SA, China y participación de CNEA e Invap que tenía el 70% del costo total (7.000 millones de dólares) en componentes argentinos. El proyecto contaba con una participación de 129 empresas, generando 7.000 puestos de trabajo. Al día siguiente, el 27 de julio, del “salvataje a Invap” se enviaron en Nucleo Eléctrica Argentina S.A. (NA-SA )250 telegramas de despido. Se suman a la inestabilidad laboral de la Planta Industrial de Agua Pesada para abastecer cuatro centrales tipo Candu.
Este ajuste de Macri y el FMI sobre el sector nuclear argentino es muy grave porque el Estado desaparece como impulsor del desarrollo e independencia tecnológica y pone en riesgo no solo a Invap sino a otras empresas estatales como NA-SA, CNEA y Empresa Neuquina de Servicios de Energía (ENSI). Debemos defender nuestros recursos humanos y la independencia tecnológica adquirida con el esfuerzo de todos los trabajadores argentinos durante décadas.