¿Techint es “víctima de la corrupción”? Paolo Rocca, capo coimero internacional
Escribe Gabriel Massa
Sucedió ante los jefes de las más grandes compañías reunidos en la convención de la Asociación Empresaria Argentina y con la presencia nada menos que de Mauricio Macri. El presidente y mayor accionista de Techint, Paolo Rocca, confesó que en 2008 su empresa, la más grande del país, pagó coimas a través del gobierno de los Kirchner. El objetivo era lograr que Hugo Chávez abonara una inmensa indemnización por la expropiación de la planta siderúrgica de la compañía Sidor en Venezuela. Fue un tremendo negociado con coimas repartidas entre funcionarios de ambos países, mientras Techint se embolsaba la “indemnización” y la depositaba en Luxemburgo.
En cambio Rocca aseguró que su empresa estuvo al margen del “club de la corrupción” en el que las principales constructoras argentinas se repartían las obras públicas a cambio de coimas al gobierno kirchnerista. En su discurso en el encuentro de AEA el presidente Macri incluyó a Techint entre las empresas que hay que “defender” y que fueron “víctimas” de las “presiones” y la “corrupción” de los funcionarios kirchneristas.
Veamos los antecedentes de Techint. La empresa, además del caso de Sidor, ha reconocido el pago de coimas por más de 9 millones de dólares en Brasil para obtener contratos de provisión de caños y tubos de acero para la petrolera estatal Petrobras. Los sobornos llegaron a José Dirceu, ex jefe de gabinete del gobierno de Lula, condenado a varios años de prisión y actualmente en la cárcel. Techint llegó a vender caños y tubos a Petrobras por más de 1.600 millones de dólares. Junto con ello Techint –según una denuncia de la OCDE– pagó coimas millonarias también en Brasil para participar de las obras de la central nuclear Angra 3.
Por si estos tres casos no bastaran para confirmar que la coima es la práctica habitual de la empresa de los Rocca, la filial de Techint en Italia es investigada por lavado de dinero a través de empresas offshore en Suiza y Uruguay. Y, haciendo un poco de historia, recordemos que el menemismo prácticamente le “regaló” la planta de Somisa en San Nicolás, la actual Siderar.
Lejos de ser víctimas, como sostiene Macri, Techint y los Rocca son verdaderos pilares de la corrupción mundial.