El movimiento estudiantil también hace historia: Gran rebelión nacional en defensa de la educación pública
Escribe Nahuel Fernández, miembro de la Comisión Directiva de la Federación Universitaria Argentina
El gobierno adelantó su plan de ajuste brutal y el movimiento estudiantil adelantó la primavera. Cada aparición de Macri y sus ministros con sus anuncios no hicieron más que recalentar el ánimo en los lugares de estudio.
La movilización de decenas de miles de estudiantes del 22 de agosto en Córdoba terminó de demostrar que algo nuevo estaba pasando. Así fue que la Universidad Nacional de Córdoba con la toma del Pabellón Cepia de la Facultad de Artes dio el puntapié inicial. Le siguieron también en la UNC Filosofía y Humanidades y Psicología esa misma semana y, luego, también -en un hecho completamente inédito-, la Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño y, finalmente, el Pabellón Argentina. Quedó plasmado que el estudiantado tenía un rol a jugar en la pulseada contra el gobierno, y el ejemplo se contagió por todo el país.
Se tomaron facultades y rectorados, y se realizaron movilizaciones muy importantes desde Tierra del Fuego hasta Jujuy. Se dieron procesos asamblearios en facultades donde no había ninguna tradición, y por miles surgió una nueva camada de activistas independientes que le quiere poner el cuerpo a la defensa de la universidad pública.
Con claridad esta rebelión tuvo como inspiración el enorme ejemplo del movimiento de mujeres que dejó planteado como tarea urgente pelear por la separación de la iglesia del Estado. Derecho de Córdoba, pero también en Medicina de la UBA, y en San Juan fueron algunas de las casas de estudios donde se removieron vírgenes y símbolos religiosos y se colocaron pañuelos verdes y naranjas. ¡Qué mejor ejemplo a 100 años de la enorme gesta anticlerical que fue la Reforma Universitaria!
Con todo este proceso era claro que el diluvio del 30 agosto en Buenos Aires no iba a impedir que de todas maneras se realice una movilización masiva, que incluyó no solo universitarios, sino también al movimiento estudiantil secundario, a los terciarios que empiezan agruparse en el conurbano con nuevas coordinadoras para profundizar la lucha contra Vidal y los intendentes, y los 29 terciarios de Capital que quiere cerrar Larreta con la Unicaba. Cientos de miles en Plaza de Mayo y en el interior del país le marcaron la cancha al gobierno, al punto de que tuvo que incluir el reclamo universitario en su lamentable cadena nacional del lunes 3.
Pero lo cierto es que para el gobierno está primero garantizar el pago de la deuda y el plan de ajuste recargado acordado con el FMI. Ahora se va a discutir el presupuesto de 2019, y docentes y estudiantes tenemos que dar una pelea concreta contra el desfinanciamiento.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista venimos siendo parte de esta rebelión en todo el país. En todos lados estamos en primera fila de cada medida de fuerza, y estamos a fondo por el triunfo del reclamo docente. Pero también insistimos en que el movimiento estudiantil tiene voz propia para reclamos propios. Que esos reclamos van contra la política de privatización del gobierno, contra la Ley de Educación Superior Menemista aún vigente, y el conjunto de políticas que aplican el gobierno, los gobernadores y los rectores de las universidades. Exigimos boletos estudiantiles y becas, la reanudación de las obras de infraestructura paralizadas, para comedores y jardines materno-paternales. Exigimos plata para educación, no para la deuda. Y apostamos a pelear codo a codo con el conjunto de la clase trabajadora que enfrenta al gobierno.
El estallido es nacional, el conflicto es nacional, y su triunfo depende de derrotar al gobierno. Por eso le estamos proponiendo al activismo de cada lugar de estudio y a las organizaciones combativas pelear en las asambleas por una nueva jornada nacional de lucha de cara al aniversario de la noche de los lápices, el próximo 16 de septiembre, y también organizar un Encuentro Nacional del Movimiento Estudiantil en Lucha para potenciar esta pelea, dotarla de un programa propio, y coordinar la lucha en defensa de la educación pública.
La lucha estalló en Córdoba
Laura Mujica, estudiante de Arquitectura de la UNC, nos da su testimonio de la explosiva movilización estudiantil en la cuna de la Reforma
La sorprendente marcha de 100 mil estudiantes y docentes del 22A produjo un salto en la movilización. A partir de ahí, se masificaron las asambleas y a la toma de la facultad de Artes se sumaron Filo, Psico, Arquitectura, Comunicación y Sociales y el emblemático Pabellón Argentina.
En Arquitectura se dio un hecho histórico. Lo que comenzó como una toma de algunos cientos de estudiantes, terminó en una asamblea de más de dos mil personas que, con la traición de la Franja Morada que movió todo el aparto haciendo una sucia campaña de desprestigio a los activistas que tomamos la facultad, levantó la medida por sólo 50 votos, evidenciando la enorme simpatía que logró la lucha.
El jueves 30 tuvimos otra marcha muy masiva. Todo este proceso, se basa en la radicalización de un nuevo movimiento estudiantil que está forjando sus primeras luchas, y que se organiza con asambleas por facultad y una interfacultades que coordina las acciones.
Comahue: Humanidades tomó el Rectorado y el edificio central
Los estudiantes de la facultad de Humanidades votamos el 28/08 tomar el rectorado, el edificio central y hacer un piquete en los accesos al playón del estacionamiento para visibilizar nuestros reclamos. La toma que duró hasta la gran marcha del 30 que convocó a 18 mil personas en todo el Alto Valle,congregó allì a todos los sindicatos, y sectores en lucha, entre ellos, la PIAP, MAM y los trabajadores despedidos de Agroindustria.
Los estudiantes de la Comahue seguimos organizándonos en asambleas para dar batalla contra la burocracia de la FUC (MILES/CEPA) que continúa inmovilizando a los estudiantes con medidas tibias, “luchas desde las aulas” y atacando a los que luchamos con medidas directas, así se demostró en la asamblea interfacultades donde su único objetivo fue agraviar a las organizaciones de izquierda. A pesar de eso Humanidades retomará la toma y el conjunto de los estudiantes marcharemos el jueves 6 a cortar el puente interprovincial, el mismo día que docentes y estatales neuquinos pararán en apoyo a la lucha universitaria.
Corresponsal
El movimiento estudiantil de Rosario se suma con todo
movilizaron hasta el Monumento a la Bandera. Y varios miles viajaron al día siguiente a la enorme movilización a Plaza de Mayo. Ese día, bajo la lluvia, se realizaban actividades en los Terciarios Olga Cossetini y Houssay contra el ajuste de Macri, del falso “socialista” Lifchitz y del FMI. El lunes 3/9 se realizaron asambleas en todas las Facultades y Escuelas Preuniversitarias, y se decidió la toma de los establecimientos en solidaridad con el reclamo de los docentes en la mayoría. El MNR(PS), que preside la Federación Universitaria, ha dilatado las medidas de lucha, compitiendo con la Franja Morada, por ser los más atentos con los estudiantes “que quieren clases”. El martes 4/9 delegaciones de estudiantes, en solidaridad por los despidos en la región, fueron parte de una movilización en San Lorenzo. El movimiento estudiantil de Rosario está en pie de lucha.
Bariloche
Cerca de 4.000 personas apoyando la lucha de los docentes y estudiantes de las Universidades Nacionales se movilizaron y llenaron la plaza del Centro Cívico. Hay 4 universidades: Comahue, Río Negro, Tecnológica y el Instituto Balseiro que depende la Universidad de Cuyo. También se movilizó el Instituto de Formación Docente y un número importante de jóvenes de las escuelas secundarias. La ciudad es un polo científico tecnológico que sufre directamente el ajuste del gobierno de Macri y el FMI, a través del freno de proyectos y no enviando las remesas correspondientes para afrontar los gastos de funcionamiento como también manifestaron el Centro Patagonia Norte del CONICET e INVAP. Un profesor del Balseiro reflexionaba: “Hemos pasado otras crisis, pero ahora hay otra consciencia. Nuestra columna en la marcha fue importante, la participación en las asambleas y actividades de estudiantes y docentes (la mayoría investigadores de CONICET) son nutridas y esto da esperanza de parar este ajuste”.
La UNGS se levanta contra el ajuste de Macri y en defensa de nuestros docentes
El pasado miércoles 29 de agosto en el marco de la toma de una veintena de universidades y facultades, se dio una de las asambleas más importantes del año en la Universidad Nacional de General Sarmiento. Unos 300 alumnos se congregaron en la entrada de la universidad para definir como continuaban las medidas en defensa de la universidad pública. Luego de un largo debate y a propuesta de la Juventud de Izquierda Socialista y del Centro de Estudiantes se definió, entre otras cosas, la toma y vigilia de la universidad moción que fue votada por unanimidad. También definimos marchar el 30 con fuerza a Plaza de Mayo junto con los docentes y seguir trabajando de diferentes formas para organizar a los estudiantes de la UNGS para pelear contra el ajuste de Macri y Vidal en la educación pública.
La Franja Morada y el peronismo se dividieron tareas
A nadie le sorprendió que ante el surgimiento de la rebelión estudiantil la Franja Morada se pusiera del otro lado. Son la pata estudiantil de la UCR-Cambiemos que decidió ir hasta el final a bancar el ajuste de Macri y el FMI. Acá y allá sacan declaraciones, o hasta son capaces de dar algun discurso apoyando el reclamo docente, pero en cuanto los estudiantes se organizaron y buscaron realizar medidas de fuerza, allí estuvo la Franja para tratar de carnerearlas, como pasó en la Facultad de Arquitectura de Córdoba.
Ahora a alguien quizás le llame la atención que organizaciones que se autodefinen como "antimacri" hayan tenido la misma postura. Así lo hizo por ejemplo en La Rioja la militancia del MPE (agrupamiento universitario kirchnerista) metiendo miedo contra cualquier posible toma. O más brutalmente lo hizo el PJ de San Luis (Rodriguez Saá) que desde la conducción del gremio no-docente buscaron por la fuerza desalojar la toma del rectorado de la universidad.
A nivel nacional el peronismo y el kirchnerismo trataron de imponer que el “plan de lucha” se reduzca al “abrazo” compulsivo de universidades o a “vigilias" simbólicas. Fue la radicalización del estudiantado lo que en todo el país hizo que aparezcan en escena las tomas y la masificación.
La política de "hay 2019" –que todo se debe resolver con las elecciones del año que viene- que impulsan estas corrientes va contra la lucha real en el 2018. Pero a su vez, sus ataduras a los rectores los convierte en un freno a todo tipo de proceso de lucha que pueda criticar no solo el presupuesto, sino también las políticas de privatización que llevan adelante las autoridades universitarias.