Escribe Lautaro, dirigente de la Juventud de Izquierda Socialista - Córdoba

La lucha estudiantil en Córdoba ya lleva más de un mes. Los estudiantes organizados en asambleas hemos seguido el camino del movimiento de mujeres, conquistando las calles en enormes movilizaciones, para derrotar el ajuste que Macri, el FMI y los gobernadores quieren imponer en nuestra educación. Hemos llegado a tomar seis edificios centrales de nuestra universidad: las facultades de Filosofía, Artes, Arquitectura y Diseño, Psicología, Sociales y el Pabellón Argentina. Producto del acuerdo miserable que firmó la conducción kirchnerista de Adiuc y el permanente boicot a la lucha de las burocracias estudiantiles (Franja Morada, La Bisagra) el paro docente llegó a su fin, lo que llevó al movimiento estudiantil a decidir levantar la toma de las facultades, priorizando la ocupación del Pabellón Argentina como centro estratégico de la UNC.

Las autoridades y el rectorado quieren rápidamente liberar el edificio y han puesto al servicio una furibunda campaña contra la lucha a través de los medios y patotas pagas.

El pasado viernes hubo una segunda mesa de diálogo, en la cual las autoridades hicieron una propuesta en la que se planteaba una mesa de trabajo -no resolutiva- con la condición de que se levante la toma, algo sin sustento metodológico y que no nos brinda ningún tipo de garantía a futuro. El movimiento estudiantil reunido en asamblea decidió dar continuidad a la medida de fuerza, partiendo de una contrapropuesta para tratar los distintos puntos del pliego de reivindicaciones estableciendo plazos y objetivos concretos, en donde dicha mesa de trabajo tenga carácter resolutivo, con aval del consejo superior. Pasado el fin de semana, el vicerrector Yanzi Ferreira, escudándose en la continuidad de la toma, salió a los medios a comunicar que se habían agotado las instancias de diálogo y que se un abría espacio a la “intervención judicial”. Una amenaza que deja entrever que no están dispuestos a pagar el costo político que significaría desalojar al estudiantado por la fuerza, dado que al día siguiente se comprometieron a estudiar nuestra contrapropuesta y mandarnos una respuesta por escrito, con lo cual, al cierre de esta edición, los estudiantes reunidos en asamblea, estaremos decidiendo cómo continúa el plan de lucha.

Desde la Juventud de Izquierda Socialista celebramos que el movimiento universitario cordobés esté en pie de lucha, recuperando sus métodos históricos. Un movimiento que le ha quitado la máscara a las burocracias estudiantiles peronistas y radicales, quienes rápidamente traicionaron y se hicieron a un lado del conflicto. Existe un nuevo movimiento que quiere seguir luchando hasta conquistar sus derechos. Sostenemos que el estudiantado debe seguir ocupando las calles, como lo demostró en el gran paro nacional del 25 S, garantizando un corte de avenida, tal como lo hicieron los trabajadores. Los estudiantes debemos seguir pegados a los métodos de la clase obrera, apoyándolos en los diferentes conflictos que están apareciendo.

Ahora más que nunca ¡que viva la unidad obrero-estudiantil!