Escribe Jorge Adaro, Secretario general de Ademys

El sindicalismo combativo tuvo una destacada presencia en las jornadas del 24 y el 25 en todo el país.

El día lunes 24, en Buenos Aires, conformamos una enorme columna independiente que se dirigió al acto de la Plaza de Mayo. Encabezada por una numerosa presencia de ferroviarios del Sarmiento, también estuvieron presentes los compañeros del Sutna, los maestros porteños de Ademys y los bonaerenses de los Suteba multicolores que venían de 48 horas de paro, los docentes universitarios de la AGD-UBA, los médicos de la Cicop y los trabajadores del Astillero Río Santiago, entre otros. También contó con la participación de distintas fuerzas de izquierda, entre ellas nuestro partido, Izquierda Socialista. Las comisiones internas combativas de ATE, como la de ATE-Mecon, participaron del paro que se inició a las 12, y se agruparon en una columna opositora dentro su sindicato. El sindicalismo combativo realizó un importante acto en el Obelisco, donde hablamos los principales dirigentes, entre ellos quien esto escribe en representación de Ademys y Rubén “Pollo” Sobrero, que cerró el acto.

El sindicalismo combativo llegó a estas jornadas después de una gran agitación, donde venimos reclamando sistemáticamente con posterioridad al paro del 25 de junio la necesidad de la continuidad con una nueva medida de fuerza de 36 horas con movilización. Lo planteamos incluso desde el mismo momento en que realizamos el plenario del sindicalismo combativo en Lanús. A partir de entonces, estuvimos presentes en todas las luchas que se vienen dando contra el ajuste, siempre reclamando que había que exigir la continuidad de aquel paro general con un plan de lucha.

Somos concientes que este paro se lo arrancamos con las luchas, como la de la docencia de Neuquén que encabezada por nuestra compañera Angélica Lagunas, logró romper el techo salarial de Macri y los gobernadores alentando a otros trabajadores a seguir la pelea salarial.

Ahora, luego de las exitosas jornadas del 24 y el 25, volvemos a plantear la necesidad de tener claro cómo seguirla. En este caso le reclamamos a la CGT y a las CTA un paro general de 48 horas con movilización, como un nuevo paso de un plan de lucha para derrotar el plan de ajuste.

Sabiendo que, a la vez, tenemos que seguir fortaleciendo y construyendo al sindicalismo combativo como una verdadera alternativa de nueva conducción democrática para la clase trabajadora.