El “relanzamiento” de las 62 Organizaciones
Escribe Gabriel Massa
Con bombos y a toda orquesta, el 19 de septiembre se realizaron en la seccional Capital de la UOM las “elecciones” de la conducción de las 62 Organizaciones, organizadas por el gastronómico Barrionuevo y los tres sectores que hoy componen la CGT, “gordos”, “independientes” y gremios del transporte. Solo quedaron afuera el moyanismo y los demás gremios aliados al kirchnerismo.
¿Cuál es el objetivo de este relanzamiento del “brazo político del sindicalismo peronista” en medio de la peor crisis en décadas y en vísperas de un nuevo paro general? ¿Presentar un programa alternativo al del gobierno, el FMI y los gobernadores? ¿Lanzar un plan de lucha en defensa del salario y el empleo?
Nada de eso. Se trata de negociar cargos electorales en las listas del peronismo no kirchnerista, básicamente el de Pichetto y los gobernadores. Es decir, con los senadores y diputados peronistas que hoy se preparan para garantizar en el Congreso la aprobación del presupuesto de Macri y el FMI.
Durante décadas, los grandes gremios dejaron de lado la sigla de las 62 Organizaciones Peronistas, el viejo “brazo sindical” del peronismo que se había convertido desde los años 90 en un sello manejado por Gerónimo “Momo” Venegas, jefe de Uatre, el sindicato de los peones de campo. Venegas y, a su muerte, su sucesor Ramón Ayala, utilizaron las 62 para adherir a Cambiemos y el gobierno de Macri.
Ahora Barrionuevo y los principales jefes de la CGT decidieron que el sello les será útil para negociar cargos para las elecciones de 2019. El jefe de la UOM, Antonio Caló –que quedó en la nueva directiva como adjunto, detrás del secretario general Hugo Benítez, de textiles- lo dijo sin vueltas: “No sé qué nos pasó a los peronistas que abandonamos las 62 Organizaciones. La política necesita que nuevamente las 62 se pongan en vigencia para recuperar los espacios que nunca tuvimos que haber perdido en el Congreso”. Otro dirigente precisó a Clarín que aspiran a conseguir “de mínima 10 bancas de diputados”.
Esta dirigencia sindical que ha dejado aisladas las luchas de los trabajadores y el pueblo frente a los ataques del gobierno y las patronales, ahora desde el sello de las 62 Organizaciones nos propone como salida integrar en 2019 las listas de las fuerzas peronistas que apoyan toda la política antiobrera de Macri.
Una vez más queda en claro que a estos dirigentes sólo les importan sus privilegios y sus cargos, que logran a cambio de traicionar a los trabajadores. La salida para los trabajadores no es por el camino de subordinar los sindicatos a los partidos patronales. En la pelea gremial, por el contrario, se trata de seguir fortaleciendo al sindicalismo combativo. Y, al mismo tiempo, luchar por la construcción de una nueva alternativa política para la clase trabajadora, como estamos haciendo desde el Frente de Izquierda, para enfrentar y derrotar el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores y postular un programa de emergencia a partir del no pago de la deuda externa.