Las consecuencias de pagar la deuda: Aumenta el desempleo
Escribe José Castillo
Se conocieron las cifras oficiales de desocupación del segundo trimestre del año, publicadas por el Indec. Los números son escalofriantes: el desempleo a nivel nacional subió a 9,6%. Se trata de aquellas personas que no consiguen realizar ningún trabajo, y a la vez están buscando empleo activamente. Si a ese número le sumamos 11,2% de los que figuran como “subocupados”, o sea, aquellos que realizan alguna changa o trabajan pocas horas y buscan desesperadamente alguna otra tarea, tenemos un 20,8% con problemas de empleo. Todo esto da más de cuatro millones de trabajadores en esa condición. A eso hay que sumarle otros 3 millones que responden que están buscando otro empleo, porque el que tienen no les alcanza para vivir. En total, tenemos entonces siete millones de personas con muy serios problemas de trabajo. Los números muestran las consecuencias del ajuste: hoy hay 770.000 desocupados más que hace un año, cuando la tasa de desempleo había registrado 8,7%.
La situación más grave se da en el conurbano bonaerense, donde la tasa de desocupación sube a 12,4%, reflejando las consecuencias de los miles de despedidos en la industria en los últimos meses. A la vez, tenemos que señalar que todo esto golpea más fuerte sobre la juventud y, en particular, sobre las mujeres jóvenes: ahí la desocupación aumentó de 19,8 a 21,5 %. En el conurbano bonaerense es peor: ahí las mujeres jóvenes desocupadas y que buscan empleo todos los días llegan a 24,6 %.
No sólo aumenta el desempleo. Los números también reflejan que se incrementa la precarización laboral, ya que aumentó a 35 % el trabajo en negro. A la vez se observa un nuevo fenómeno: hay 400.000 personas más que salieron a buscar trabajo, motivadas casi seguramente por la pérdida de trabajo de otro miembro de su grupo familiar y la necesidad de completar los ingresos para alcanzar lo mínimo que se necesita para vivir. De ellas, 150.000 no lo consiguieron.
Lo peor es que estas cifras apenas si están reflejando el comienzo de la crisis. Es la estadística del segundo trimestre del año, o sea hasta fines de junio. Los valores empeorarán cuando se conozca la próxima medición que mostrará cómo pegó la crisis en julio, agosto y septiembre, donde se concentraron la mayor parte de los despidos.
El ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI suma cada día a más compañeros en el infierno del desempleo y la marginación. Hay que tomar medidas de emergencia ya mismo. Mientras dure la crisis hay que prohibir los despidos y las suspensiones, expropiando toda empresa que cierre, suspenda o despida, y ponerla a funcionar bajo la gestión de sus propios trabajadores. Y hay que dejar de pagar la deuda externa para que la plata que hoy va a los buitres acreedores se destine para tener los recursos necesarios que posibiliten crear trabajo, empezando por un verdadero plan de obras públicas. Se podría poner en marcha la construcción de miles de viviendas populares, así como construir o reparar las escuelas y hospitales que lo necesitan. Así se matarían dos pájaros de un tiro: se comenzaría a resolver el drama de la desocupación y a la vez, otras necesidades urgentes del pueblo trabajador.