Elecciones Ferroviarias: PO, MST y PTS dividen al sindicalismo combativo
El 7 de noviembre se realizarán elecciones de cuerpos de delegados en la Unión Ferroviaria. En el Sarmiento a la disputa de la lista Bordó encabezada por Rubén “Pollo” Sobrero contra la patronal y la burocracia Verde de Sasia y Pedraza, se agrega la aparición de un agrupamiento divisionista, Encuentro Ferroviario lista Negra.
Escribe Gabriel Massa
La lista Negra, conformada por PO, MST, PTS y algunos ex delegados de Emfer, acusa a la Bordó de ser una conducción burocrática al igual que la Verde y una de las responsables de dejar pasar el ajuste en el ferrocarril. Aunque parezca ridículo escuchar estas afirmaciones, en su primer volante dicen: “Creemos en otro modelo sindical distinto al de estas conducciones gremiales que dejan pasar el ajuste y hacen oídos sordos al reclamo de la base” (volante Encuentro Ferroviario). Mientras que el PO reafirma esta conclusión al referirse a la lista Negra: “Se basa en una clara delimitación de la Bordó que dirige la seccional, en relación a su política de adaptación a la burocracia central en torno al convenio flexible, al rescate de la paritaria a la baja de Sassia” (Prensa Obrera, 18/10/18).
Estas acusaciones son absolutamente falsas. No coinciden con el accionar del cuerpo de delegados de la Bordó y su trayectoria de lucha contra los distintos gobiernos, las patronales y las traiciones de la Verde que lo han ubicado como una de las principales referencias del sindicalismo combativo. La prueba está en que mientras en el resto del gremio ferroviario se han sufrido más de 2.000 cesantías en los últimos años, en el Sarmiento prácticamente no ha habido despidos. A esto se suman los permanentes reclamos que hace sistemáticamente la Bordó exigiendo la reapertura de paritarias en defensa del salario y contra la entrega del convenio por la conducción de la Unión Ferroviaria. También hay que recordar el apoyo a la lucha contra el cierre de Emfer y la pelea por incorporar al Sarmiento a sus trabajadores manteniendo sus categorías (ya que pertenecían al convenio metalúrgico y pasaron al ferroviario) que se dio cuando se perdió el conflicto y cerró la fábrica. Algo totalmente distinto de lo que sufrieron los compañeros en otros ferrocarriles. Párrafo para destacar merece la lucha de las mujeres de la Bordó que se viene fortaleciendo con el logro de la primera mujer mecánica de trenes, como parte de una pelea más general por el cupo femenino y por la igualdad laboral. Así, de 18 mujeres que había en el Sarmiento cuando empezó la lucha, ya llegamos a casi 400. La Bordó viene dando una gran pelea contra la privatización del ferrocarril. Votó en asambleas masivas el proyecto de reestatización bajo gestión de los trabajadores presentado en el Congreso por el FIT. Además, denunció los subsidios que recibía Cirigliano del gobierno kirchnerista y el desfinanciamiento que provocó la masacre de Once, jugando junto a los familiares un rol central en la exigencia de cárcel a los culpables. Y cuando se produjo el asesinato de Mariano Ferreyra fue el único ramal que paró contra Pedraza.
Otra de las mentiras de la lista Negra es que la Bordó es “antidemocrática” porque supuestamente avalaría el método de elección de delegados por “listas sábana”, cuando es el tramposo estatuto de la Unión Ferroviaria el que impone ese mecanismo, contra el que la Bordó lucha, reclamando la democratización del gremio.
Los integrantes de la lista Negra, consecuentes con el razonamiento de que la Bordó es igual que la burocracia, en ningún momento estuvieron dispuestos a hacer una lista común. Así lo afirman, también, en su primer volante: “No pretendemos ´apertura de listas´, roscas por cargos o falsas discusiones” (volante Encuentro Ferroviario). Por eso nunca tomaron contacto con la conducción de la Bordó, ni tampoco plantearon el tema en las reuniones del sindicalismo combativo, donde participan la mayoría de las corrientes de izquierda que participan de la Negra. Lo que queda claro es que en ningún momento quisieron ser parte o apoyar el proceso de lucha que viene llevando adelante la Bordó desde hace varios años en el único ferrocarril que dirige una lista combativa. Por eso, desde el primer momento se apresuraron a lanzar su “lista sábana” tratando de confundir que habían elegido a sus candidatos en la base con volantes donde se ataca más a la Bordó que a la patronal y a la Verde.
PO, MST, PTS y algunos ex delegados de Emfer, en vez de apuntalar y ayudar al desarrollo de la Bordó, referente nacional en la lucha contra la burocracia sindical y por una nueva conducción democrática y combativa, dividen a los luchadores ya que la igualan con la burocracia de la Verde. Se trata de una política divisionista que sólo favorece a la burocracia sindical, a la patronal y al gobierno.
Es llamativa la incoherencia de estas agrupaciones políticas cuyos militantes integran este agrupamiento contra la Bordó en el Sarmiento, pero conforman listas comunes con la Bordó en el Mitre y en el Belgrano Norte. Y también es contradictorio con lo que el plenario del sindicalismo combativo pretende realizar: una coordinación genuina y unitaria para desarrollar una nueva dirección de la clase trabajadora junto al cuerpo de delegados encabezado por Sobrero y la Bordó, el Sutna, Ademys y otras representaciones combativas como referencias nacionales ante la traición de la burocracia sindical.
Las consecuencias de políticas divisionistas de este tipo ya se vieron anteriormente en el gremio ferroviario. Por ejemplo, la seccional del Mitre (Victoria) se perdió hace años a manos de la burocracia Verde cuando el MST rompió la lista del sindicalismo combativo para presentarse con su propio agrupamiento.
Posiciones divisionistas similares las hemos combatido junto con PO y MST, tal el caso de docentes en Neuquén, donde el PTS rompió con la lista Multicolor, pretendiendo debilitar a la combativa seccional Capital y la lucha contra la burocracia Celeste kirchnerista en la disputa por la dirección de ATEN provincial. Sin embargo, en el caso del Sarmiento, tanto el PO como el MST terminan en una posición divisionista similar.
Llamamos a todos los sindicatos y cuerpos de delegados combativos y opositores, como el Sutna, los Suteba Multicolores y AGD UBA, entre otros, a repudiar estas políticas divisionistas y mezquinas, que privilegian los intereses de aparato de las distintas organizaciones por encima de las necesidades de los trabajadores. La realidad ha demostrado que donde el sindicalismo combativo se une, respetando la representatividad de las distintas corrientes y dirigentes, se logran grandes avances en la lucha contra la patronal y la burocracia y en la construcción de la nueva dirección que necesitamos los trabajadores.