Caravana de migrantes centroamericanos a Estados Unidos: Defendamos el derecho a la libre migración

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caravana migrantesEscribe Miguel Lamas

Pese a las amenazas de Estados Unidos y varios gobiernos, unos 8.000 migrantes, la gran mayoría hondureños, con familias completas, incluyendo niños, bebés y mujeres embarazadas, sobrepasaron Guatemala y los límites mexicanos. Desbordaron a centenares de guardias fronterizos mexicanos que les tiraron gases, los apalearon y colocaron vallas metálicas, que fueron derribadas. La caravana avanza imparable hacia Estados Unidos. Trump amenaza con enviar tropas a la frontera.

La caravana comenzó con 2.000 personas de Honduras, autoconvocadas por Facebook, que se reunieron en la ciudad de San Pedro Sula para viajar juntos a Estados Unidos. En el camino se fueron uniendo otras. Un ejército desarmado, de pobres desesperados, dispuestos a todo para escapar del infierno.


Escapan de las condiciones de enorme violencia y pobreza, consecuencia del desastre social producido por más de un siglo de saqueo imperialista de los recursos naturales y de mano de obra barata de las transnacionales norteamericanas. Una situación sostenida con invasiones y golpes militares auspiciados por Estados Unidos. En el caso de Honduras, el actual gobierno de Juan Orlando Hernández (una dictadura corrupta impuesta por el imperialismo yanqui y europeo) viene sumergiendo al pueblo hondureño en la miseria más extrema. Como subproducto de ella, el país está arrasado por las “maras”, bandas de jóvenes delincuentes que secuestran para pedir rescate, asesinan por robar unas monedas, y violan.
“Solo queremos un trabajo. Es lo único que pedimos. Somos gente de bien, pero en nuestro país no hay oportunidades”, dice una mujer con tres hijos. Agrega que en Honduras “lo poco que uno gana está siempre en riesgo de ser arrebatado por las maras, si no es que te matan. A mí me asesinaron a un hermano” (www.bbc.com).
Dos partidos hermanos de la UIT-CI se pronunciaron sobre el drama de los migrantes hondureños. Propuesta Socialista de Panamá llamó a la solidaridad con los migrantes y afirmó: “Ser migrante es un derecho humano, y abogamos para que todos los gobiernos del área lo respeten y no sigan las pautas del representante del imperialismo Trump”.
Por su parte, el Movimiento al Socialismo de México (MAS) denunció al presidente Peña Nieto por enviar a la policía federal para reprimirlos sin garantizar en cambio su seguridad (ya se informó de violaciones a mujeres de la caravana). Además, por tenderles una trampa al ofrecerles acceso a México como “refugiados”, un impedimento legal para que continúen el viaje a los Estados Unidos. Muchos firmaron la solicitud. También denunciaron al presidente electo López Obrador por su falsa promesa de generar trabajo para los centroamericanos cuando acaba de pactar con Trump la profundización del modelo de ajuste.
En Guatemala y México organizaciones populares y de izquierda apoyan a la caravana con abrigos y alimentos. En Estados Unidos organizaciones de izquierda y de defensa de los derechos de los inmigrantes exigen “fronteras abiertas”, denunciando la política criminal del gobierno de Trump.
Las fronteras se cierran para los trabajadores, pero están abiertas de par en par para los capitalistas y los capitales producto del saqueo de riquezas y del trabajo obrero, que los capitalistas pueden trasladar cuando quieren, dejando deudas y miseria, como hoy en la Argentina.
Cerrar las fronteras no detiene la migración en Estados Unidos ni en Europa, sólo agrega sufrimiento a los migrantes y otro negocio siniestro: el tráfico de personas, que deben pagar miles de dólares para pasar las fronteras. Mientras tanto, centenares de miles de migrantes, sin derechos, amenazados siempre de expulsión, deben tomar los trabajos más duros e insalubres por pagos miserables. ¡Una semiesclavitud moderna! La persecución de los migrantes tiene el objetivo de dividir a la clase trabajadora para someterla, para hacerles creer a los trabajadores norteamericanos que su “enemigo” son los trabajadores migrantes y no los explotadores capitalistas.
Por eso, desde la UIT-CI exigimos plenos derechos sindicales y políticos para todos los migrantes, el fin de las deportaciones y la apertura de las fronteras. Llamamos a los sindicatos de trabajadores, a los estudiantes y a todas las organizaciones de derechos humanos y de izquierda a unirse en apoyo a estas justas demandas, comenzando por exigir que se permita la entrada a Estados Unidos de la caravana.