Bordó: Una trayectoria intachable
La conducción del cuerpo de delegados del Sarmiento se sigue consolidando como la referencia más importante del sindicalismo combativo con su dirigente Pollo Sobrero a la cabeza. Un ejemplo de lucha contra la empresa, los distintos gobiernos y la burocracia entreguista de la Verde, antes comandada por Pedraza y hoy por Sasia.
Los ferroviarios encabezados por Sobrero, Edgardo Reynoso, Mónica Schlotthauer, “Café” Ruiz Díaz y decenas de aguerridos delegados y activistas, desde hace años vienen triunfando en las elecciones a delegados como muestra de un amplio reconocimiento de la base ferroviaria por las peleas que se dieron en defensa del salario, contra los despidos, la entrega del ferrocarril, los subsidios millonarios y la privatización corrupta que llevó a la masacre de Once, a pesar de que desde 2003 a 2011 los delegados presentaron más de 300 denuncias por fallas de seguridad y mantenimiento.
La pelea por la reestatización de los trenes bajo control de trabajadores y usuarios llevó a que se presentara un proyecto de ley en el Congreso Nacional a tal fin a través de los diputados del Frente de Izquierda.
La Bordó denunció incansablemente los negociados de Cirigliano en el ferrocarril y los delegados acompañaron a los familiares de las víctimas, asistiendo a los heridos el propio día de los 52 muertos.
El gobierno kirchnerista encarceló a Sobrero en 2011 acusándolo falsamente de “quemar trenes”. Macri también intentó criminalizarlo en 2016. No pudieron.
En 2010 la burocracia de la Verde ordenó el asesinato de Mariano Ferreyra con una patota. La Bordó llamó al paro en repudio y luego no paró cuando esta burocracia convocó a esa medida para pedir por la libertad del asesino José Pedraza, condenado por autor intelectual del crimen, aún hoy preso.
En estos años se ha destacado la lucha de la mujer ferroviaria por el cupo femenino, conquistando 400 puestos para las compañeras en tareas solo reservadas para los varones. Este año se logró la primera mujer mecánica como parte de la pelea de la agrupación “Mujer Bonita es la que lucha”, y con “La Casa que Abraza” se empezó a combatir la violencia de género.
La Bordó se desarrolló en estos años con destacados dirigentes y activistas en el Belgrano Norte, Mitre, Roca, NCA y otros ferrocarriles con el mismo perfil combativo y democrático.
Sobrero y la Bordó fomentan la unidad en el ferrocarril, el apoyo a las luchas justas de otros gremios, los paros generales y la coordinación genuina para fortalecer al sindicalismo combativo junto a otros espacios antiburocráticos. La Bordó practica un modelo sindical opuesto al de la burocracia de todos los colores, donde todo se decide en asamblea. Un sindicalismo sin privilegios para los dirigentes, contrapuesto al de “dirigentes ricos y trabajadores pobres”.
En el Sarmiento se pelea por “un sindicato para los trabajadores y un ferrocarril para el pueblo”, con dirigentes antiburocráticos y combativos independientes de los gobiernos de turno, en pos de batallar por una nueva dirección del movimiento obrero.