Contra Macri y sus cómplices del PJ
El ajuste y la entrega del país son tan brutales que hasta el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, tuvo que reconocerlo: “Nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el gobierno”. En otro de sus conceptos, agregó: “Lo que se ha hecho en estos tres años no se ha hecho en la historia argentina” (Clarín, 15/11).
Jamás un funcionario fue tan explícito. Parecería que hasta el propio ministro de Macri (mejor dicho, del FMI) no puede creer que se pueda avanzar con los tarifazos, la feroz inflación, el robo salarial, el ataque a los jubilados y más pagos de la deuda y que el gobierno piense en las elecciones de 2019.
¿Por qué el gobierno puede seguir adelante con este ajuste y un mayor saqueo del país siendo que millones no están de acuerdo y sufren las terribles consecuencias de la inflación, el robo salarial o los pagos de la deuda? Muy sencillo. Porque Macri tiene cómplices. ¿Quiénes son? La burocracia sindical y el PJ.
La CGT no llamó a marchar cuando se aprobó el presupuesto en Diputados. Y el sector de Moyano dio una presencia simbólica. Y cuando se aprobó finalmente en el Senado, la CGT tampoco abrió la boca y Camioneros ni el propio Hugo Moyano hicieron siquiera una presencia simbólica. Pablo Moyano se limitó a pedir “que los senadores voten en contra”, sin movilizar. Finalmente la CGT levantó cualquier convocatoria de paro ante un bono miserable.
El peronismo, por su parte, junto a los gobernadores de ese palo, aprobó el presupuesto. Es la famosa “oposición patronal” que le viene votando las leyes a Macri y garantizando la “gobernabilidad”. No es casual que si el FMI tiene ya votado el presupuesto de ajuste -la “ley de leyes” que dispone que la mayor erogación va a ser el pago de los intereses de la deuda por 750.000 millones de pesos- es porque el gobierno tuvo el apoyo del PJ. ¿Qué implica esta complicidad político-sindical? Dejar que Macri aplique el ajuste, se desgaste y trabajar para un recambio electoral vía un rejunte del peronismo en 2019.
En esto está también Cristina Kirchner. Ella misma, por su propia boca, blanqueó este lunes en Ferro lo que venían diciendo sus delfines (ver pág. 5). Cristina llamó a la unidad de todo el peronismo para hacer un frente electoral contra el “neoliberalismo” de Macri. Es decir, Cristina votó contra el presupuesto de Macri y el FMI, pero llama a hacer un frente con los peronistas y gobernadores que votaron a favor (Urtubey, Pichetto, Schiaretti) o con Massa, que apoyó el pago a los fondos buitres apenas asumió Macri. Una cruda expresión de su doble discurso. Una nueva trampa para el pueblo trabajador, las mujeres y la juventud.
Desde la izquierda hemos planteado una política opuesta a las variantes del peronismo, incluido el kirchnerismo. Somos los que decimos que hace falta derrotar el ajuste ahora. Por eso denunciamos el rol colaboracionista de la CGT y al resto de la burocracia sindical que no le han dado continuidad al parazo general de septiembre, dejando aisladas las luchas y sin aprovechar la bronca obrera y popular para que se reabran las paritarias. Y desde el Frente de Izquierda levantamos un plan económico alternativo y medidas de fondo para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores. Opuesto a lo que hace el peronismo en todas sus variantes.
Somos los que planteamos en la emergencia un aumento de salario ya, la prohibición de despidos y la anulación de los tarifazos, acompañando estas medidas urgentes con la inmediata suspensión de los pagos de la deuda externa para volcar esos fondos a trabajo, salud y educación. Esto debe ir unido a la nacionalización de la banca y el comercio exterior. Y la recuperación del patrimonio nacional, vía la reestatización de las privatizadas y la nacionalización del petróleo y el gas. Medidas todas indispensables para atacar la inflación, la fuga de capitales y evitar que la plata se siga yendo para los especuladores y usureros y se vuelque a reactivar la economía.
Estas propuestas las vamos a hacer valer en la marcha del próximo 30 de noviembre en repudio al G20, ante la venida de Trump y el resto de los jefes de los países capitalistas que vienen a apoyar a Macri para que siga con el ajuste.
Si Macri tiene cómplices, va a encontrar a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda denunciándolos rotundamente. La confesión de Dujovne reconoce que el gobierno está jugando con fuego. Porque los trabajadores siguen dándole pelea al ajuste y la bronca crece cada día más. Lo que resta es canalizar todo eso, construyendo una alternativa sindical y política para el conjunto de la clase trabajadora.
En función de estas tareas es que realizaremos el acto el próximo 8 de diciembre en Ferro. Vamos a hacerlo con una consigna muy clara: “Abajo el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores”. Llamamos a concurrir a los luchadores, a las mujeres y a la juventud. Para levantar una salida de fondo. En apoyo de las luchas, por el paro de 48 horas, repudiando a la burocracia sindical y llamando a hacer cada día más fuerte al sindicalismo combativo, por la unidad y la coordinación entre todos los que peleamos por una nueva dirección para la clase trabajadora.
Y fundamentalmente, será un acto de los que defendemos la unidad de la izquierda, para fortalecer al Frente de Izquierda, planteando que solo un gobierno de los trabajadores y la izquierda combatirá los males capitalistas. El 8 en Ferro, en definitiva, diremos que la salida viene por izquierda junto a miles de luchadores. Una tribuna obrera y popular al servicio de hacer frente a los desafíos que se vienen.