Hacia un partido unificado: demos el paso para constituir al FIT en un frente único revolucionario
Carta de Izquierda Socialista en respuesta a la propuesta del PTS
Estimados compañeros de la dirección del PTS (con copia a la dirección del PO)
Nos han hecho llegar por carta y en reuniones de la Mesa Nacional del FIT la propuesta de abrir el debate sobre la posibilidad de constituir un “partido unificado de la izquierda revolucionaria y socialista”.
Lo primero a señalar, desde Izquierda Socialista, es que tomamos su propuesta y estamos abiertos a discutir y coordinar todos los pasos que podamos dar hacia lograr un partido unificado revolucionario entre el PTS, el PO e Izquierda Socialista. De nuestra parte siempre van a encontrar esa predisposición. Nuestra corriente tiene una larga trayectoria, convocando permanentemente a la unidad de la izquierda en todos los niveles, político, político-electoral, en listas sindicales antiburocráticas o estudiantiles, como a nivel internacional, en nuestra convocatoria a “unir a los revolucionarios”.
Así lo señalamos en un llamamiento de la organización internacional de la que somos parte: “Los que conformamos la UIT-CI estamos convencidos de que la solución de la crisis de dirección no vendrá de una única organización. Rechazamos toda autoproclamación. Por esta razón buscamos puntos mínimos revolucionarios que puedan aproximarnos y unificarnos con corrientes, grupos y sectores revolucionarios que provengan de otras tradiciones y experiencias. […] En ese sentido estamos abiertos a explorar todo tipo de intercambio político y de acción común hacia un reagrupamiento de fuerzas socialistas revolucionarias sobre la base de un programa mínimo revolucionario” (marzo 2018, en revista Correspondencia Internacional N° 41, ver texto completo en www.uit-ci.org).
Nuevamente nos predisponemos a encarar este desafío. Y para ello, en esta carta ofrecemos algunas propuestas para contribuir al objetivo de explorar la posibilidad de un partido revolucionario común.
Es indudable que existen entre nosotros distintas visiones políticas de cómo construirnos revolucionariamente en el movimiento obrero y de masas. Señalarles algunas de nuestras diferencias con las prácticas del PTS no significa cerrarnos o poner obstáculos para tomar su propuesta. Ojalá que este intercambio ayude a superar esas diferencias o a reducirlas al mínimo.
Constituyamos al FIT como un frente único revolucionario
En la Argentina hemos dado un paso enorme en haber constituido el FIT en 2011 entre el PTS, el PO e Izquierda Socialista. No es un dato menor y debemos saber defenderlo como una herramienta no solo electoral sino de lucha concreta en la perspectiva del gobierno de los trabajadores.
Al proponernos la dirección del PTS explorar la posibilidad de lograr un partido revolucionario común entre los tres partidos del FIT, partimos de un acuerdo importante que es reconocernos mutuamente como partidos revolucionarios y de que existe una base de programa revolucionario que es el del propio FIT.
Partimos también del acuerdo de que hablamos del objetivo de llegar a un partido unificado revolucionario con centralismo democrático. No es un partido “amplio” de izquierda o de “trabajadores”. Esto es un avance del PTS, porque años atrás (en 2008) habían hecho una propuesta de unificarnos como un “partido de los trabajadores”. Es importante tener el acuerdo de impulsar un partido revolucionario, no el modelo estratégico de partidos “amplios”, “anticapitalistas”, que viven con tendencias permanentes, rechazando el centralismo democrático y hasta la consigna de luchar por un gobierno de los trabajadores (la dictadura del proletariado), como vienen impulsando de manera oportunista las corrientes continuadoras del dirigente trotskista Ernest Mandel.
Coincidimos en que sin la existencia de un fuerte partido revolucionario “ninguna lucha decisiva podrá llegar a la victoria”. Por eso estamos a favor de proponer los pasos necesarios para explorar la posibilidad de un partido unificado revolucionario a partir de los tres partidos del FIT.
El primer objetivo concreto que les proponemos es constituir al FIT en un frente único revolucionario, con un comité de coordinación o enlace y tener un boletín de discusión sobre temas a pautar en común hacia una clarificación política. Que juntos definamos un período de funcionamiento como frente único revolucionario y al finalizar ese período evaluar, entre los tres componentes, si se han creado las condiciones para pasar a ser un partido unificado bajo centralismo democrático. Llegar a este paso no será fácil. Ustedes mismos lo señalan en su carta: “Esto no quita que seamos conscientes que esto es un objetivo a conseguir”. En ese sentido tomamos lo que señalan de la necesidad de “acordar formas transitorias hacia el objetivo que nos proponemos”.
La forma transitoria que proponemos es la de constituir al FIT en un frente único revolucionario. Un frente único revolucionario es superior a un frente único obrero o sindical, a un frente político electoral o a cualquier unidad de acción por puntos reivindicativos parciales. Esto significaría que el FIT deje de ser un frente meramente electoral y de acuerdos esporádicos por una declaración o una marcha cada tanto. Sino que el FIT empiece a funcionar cotidianamente para responder políticamente en común ante todos los hechos de la lucha de clases, sean políticos, sindicales, estudiantiles, de las mujeres o populares. Preparando el terreno para responder con una política común revolucionaria de movilización de las masas ante la agudización de la crisis del sistema, del régimen y de los gobiernos. O sea, no puede haber huelga general, por sector, listas sindicales o estudiantiles y electorales, en donde los tres partidos no se sienten a discutir y llevar adelante políticas y tácticas comunes. De esta forma proponemos testear y explorar si vamos avanzando hacia un partido unificado. Ojalá de inmediato esto sirva para fortalecer al FIT y su intervención con una política común cotidiana. Sería comenzar a dejar atrás los períodos frecuentes y más o menos prolongados de parálisis y de ausencia, sin declaraciones comunes o actos unitarios del FIT. Que no se vuelva a repetir que ustedes propongan dirimir candidaturas en el FIT por medio de las tramposas PASO, con los mecanismos de la democracia burguesa que todos hemos condenado por proscriptivos para la izquierda. Y quizá más importante aún, dejar definitivamente atrás hechos lamentables como los de las elecciones de ATEN y del ferrocarril Sarmiento, donde directamente dividieron y atacaron a directivas combativas encabezadas por dirigentes del FIT. O que no podamos contar con ustedes en la importante unidad antiburocrática del Plenario Sindical Combativo de Lanús. Rechazando integrar esta coordinación obrera que es un embrión, un paso hacia formas de coordinación y de organismos superiores de lucha para situaciones más álgidas de la movilización de masas. En el caso de las elecciones de ATEN Capital de Neuquén vuestra ruptura de la Multicolor, con la lista Bermellón, dio lugar a que la burocracia recuperara la seccional. En el caso del Sarmiento, el equivocado intento de cuestionar al Pollo Sobrero y a la lista Bordó tildándolos de “burócratas” fracasó estrepitosamente. Estos hechos divisionistas no podemos ignorarlos, son muy recientes, casi en simultáneo con la propuesta de partido único que se hizo inicialmente en el acto del PTS en el miniestadio de Argentinos Juniors el 8/10. Los criticamos duramente porque reflejan dos posturas opuestas por el vértice para el movimiento obrero. Por eso no nos engañamos, será una experiencia difícil lograr un partido unificado, aunque lo señalamos nuevamente, vale la pena intentarlo.
Dar un paso superador de transición como el de constituir el FIT en un frente único revolucionario puede ser una gran contribución hacia el objetivo del partido unificado.
Los debates necesarios para clarificarnos
La base programática ya la tenemos, ya que coincidimos en reivindicar el programa del FIT. Pero sabemos por experiencia que no basta solo con un programa revolucionario. Es indudable que existen diferencias políticas y de concepciones en la práctica, que debemos intercambiar, profundizar en el debate para clarificarnos con el objetivo de llegar a puntos comunes de fondo. Sabemos que no es una tarea sencilla avanzar rápido hacia un partido unificado. En ese sentido es importante no crear expectativas exageradas o fuera de la realidad. El trabajo cotidiano y unitario, sin sectarismo y con lealtad entre nosotros, ayudaría a ganar una confianza mutua, que hoy está deteriorada por sus políticas divisionistas. Esto también es básico hacia el objetivo de un partido unificado.
Proponemos editar entre los tres partidos un boletín de discusión o debate común, pautando sus formas y temas
Los tres partidos desde ya acumulamos largas trayectorias y experiencia de lucha nacional e internacional. Ustedes lo señalan en su carta citando las experiencias protagonizadas por su partido. A ellas debemos sumar las protagonizadas por el PO como, por ejemplo, el SUTNA en el movimiento obrero industrial. O las que llevamos en común con la Multicolor en los docentes de todo el país. O las que protagoniza Izquierda Socialista en los ferroviarios, en especial en la seccional Haedo y el cuerpo de delegados del Sarmiento, la de Ademys en docentes de CABA, o la huelga de 43 días que encabezó ATEN Capital. O las propias experiencias internacionalistas de cada corriente. En nuestro caso podemos aportar la experiencia de lucha internacionalista de la Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI). No solo programática, sino nuestra práctica en la lucha clasista en Venezuela contra el gobierno capitalista del doble discurso y del falso “socialismo del siglo XXI” de Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro, con nuestra experiencia en el movimiento obrero petrolero encabezado por los dirigentes Orlando Chirino y José Bodas. En Medio Oriente y Norte de África con nuestra intervención, junto a nuestra sección de Turquía en el proceso revolucionario iniciado en Túnez en 2011. Como también la intervención en diferentes procesos en países de Latinoamérica y Europa.
Pero desde ya hay diferencias y debates a esclarecer sobre cómo se actúa revolucionariamente en el movimiento obrero y de masas. Es indudable que uno de los temas a clarificar es el modelo sindical por el cual peleamos para movilizar a la clase obrera y cómo derrotar a la burocracia traidora. Y cómo se combina esa política con la lucha estratégica por la independencia de clase y una militancia revolucionaria, anticapitalista y socialista.
Ustedes dicen en su carta que “tenemos que proponernos revolucionar” la actuación de los revolucionarios en las “organizaciones de masas”. O sea en los sindicatos, en las comisiones internas, en los centros de estudiantes o en las organizaciones de las mujeres en lucha. Estamos muy de acuerdo con ello. Y para ir avanzando aclaramos qué entendemos nosotros por ello.
Para Izquierda Socialista tener una política revolucionaria para movilizar al movimiento obrero pasa por combatir tanto al oportunismo sindical como al sectarismo y el divisionismo ante nuestros enemigos comunes. Una política revolucionaria no es solo hacer propaganda anticapitalista y socialista sino fundamentalmente tener una política para impulsar la movilización, la autodeterminación democrática de los trabajadores para que las luchas triunfen en la perspectiva de una huelga general y para barrer a la burocracia sindical peronista de los sindicatos. Para ello impulsamos la democracia obrera, las asambleas de base y los cuerpos o plenarios de delegados con mandato de base; no dividir en las luchas y en las peleas electorales sindicales contra la burocracia; ir en listas únicas de oposición antiburocráticas, uniendo en primer lugar a las fuerzas de los tres componentes del FIT en las listas y en los organismos conquistados. Impulsar sin ningún sectarismo el sindicalismo antiburocrático y combativo. Es un tema a intercambiar a fondo.
También hay varios temas políticos programáticos estratégicos a debatir muy importantes. El caso de la utilización de la consigna de asamblea constituyente libre y soberana que ustedes insisten en su carta sería la consigna movilizadora “para dar una salida democrática y de emergencia a la actual crisis en curso e imponer las medidas” de fondo. Mientras también el PO la propone como “con poder”. Desde nuestra visión consideramos un gran error proponer que el llamado a elecciones de diputados constituyentes, que abarcaría a una mayoría de parlamentarios patronales, vaya a imponer nuestras medidas de fondo. La salida obrera a la crisis pasa por levantar consignas movilizadoras que incluyan la necesidad de lograr un gobierno de los trabajadores. Vemos importante agendar este debate, motivo central en la pelea de un partido revolucionario unificado.
Propuesta de funcionamiento y de debates
Si hubiera acuerdo con los tres componentes del FIT en dar estos pasos para un plan de exploración hacia un partido unificado, proponemos constituir un comité de coordinación o de enlace con representantes de las tres fuerzas del FIT. Que puede o no combinarse con la mesa nacional ya constituida para que pase a ser una mesa de coordinación cotidiana y del plan del frente único revolucionario.
Establecer un boletín de discusión que llegue a la militancia de las tres fuerzas y al activismo (vía papel y/o digital), con un reglamento de funcionamiento preciso (espacios de las notas, cantidad de páginas, periodicidad).
En caso de acordar con esta forma de intercambio, desde Izquierda Socialista adelantamos algunas propuestas:
• Partido revolucionario, centralismo democrático
• Asamblea constituyente libre y soberana /gobierno de los trabajadores
• Frente obrero y otras tácticas unitarias; con quiénes marchamos juntos, cuándo y cómo
• La utilización revolucionaria del parlamento y la Tercera Internacional
• El rol de la prensa revolucionaria
• Situación revolucionaria, etapa y época
• Propuesta internacionalista hacia la reconstrucción de la Cuarta Internacional
• Las revoluciones del siglo XX y XXI y la teoría de la revolución permanente
• Balance y conclusiones sobre los gobiernos de conciliación de clases de Chávez (Venezuela), Ortega (Nicaragua) y Lula-Dilma (Brasil)
Con saludos socialistas revolucionarios
Dirección Nacional de Izquierda Socialista, 12 de diciembre de 2018