Macri en el Congreso: Un presidente ajustador y mentiroso
Escribe Juan Carlos Giordano, Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT
“Lo que estamos logrando es enorme”. Con esta frase y otras por el estilo, Macri montó una verdadera provocación contra el pueblo trabajador. No nombró las palabras “ajuste”, “tarifazos”, “recesión” ni “deuda” y llamó a más sacrificios “para salir adelante”. El peronismo criticó el discurso, pero en todos estos años le garantizó los votos para llevar adelante el ajuste. La única salida es la que propone el Frente de Izquierda.
Macri realizó el clásico discurso de inauguración de las sesiones ordinarias en el Congreso. De hecho fue el “lanzamiento” de su campaña electoral. Queriendo aparecer como “enérgico”, durante casi una hora leyó un texto en forma balbuceante y cometiendo enormes furcios. Centrándonos en el contenido, terminó repitiendo la misma cantinela desde que asumió: hay que seguir haciendo sacrificios (es decir, más ajuste) para que la Argentina avance y crezca. Una total desfachatez en medio de la brutal recesión, el crecimiento de la inflación (en el mes donde subieron la carne, la luz, la nafta y el transporte), los despidos y la pobreza. La reunión ese mismo día de Macri con el autoproclamado presidente de Venezuela y títere de Donald Trump, Juan Guaidó, muestra a un Macri empeñado en redoblar el alineamiento derechista con el imperialismo norteamericano para seguir salvando a las privatizadas, las multinacionales y los usureros internacionales.
Las afirmaciones del presidente reflejan todo su caradurismo: “Propusimos un camino gradual que fue exitoso durante dos años y medio: creció la economía, bajó la inflación y creamos 700.000 puestos de trabajo”. Una gran mentira. Se olvidó de la recesión de 2016. La inflación fue de 40% en 2016 y 25% en 2017, en ambos casos serruchando los salarios y las jubilaciones. Por supuesto escondió el 47,6% de inflación de 2018, ni del casi 10% que ya se está acumulando para el primer trimestre de este año. Y lo de los puestos de trabajo es directamente cínico: se perdieron más de 100.000 en esos años reemplazados por empleos precarizados y en 2018 se registraron 192.000 empleos menos. Ni qué hablar del saqueo a los jubilados producto del robo jubilatorio de fines de 2017 en medio de la más feroz represión.
La pobreza “cero” (su eslogan de campaña) se transformó en pobreza creciente, que ya alcanza a uno de cada dos niños de la Argentina. Tampoco dijo una palabra del FMI, ni habló de salud, educación, vivienda o ciencia y técnica, áreas todas sumidas hoy en el más feroz de los recortes. Es que si hablaba de eso, se hubiera desnudado que el único objetivo de su política es garantizar los pagos de la deuda.
Macri adoptó la muletilla de que estaría combatiendo los males estructurales de las últimas siete décadas pero bajo el capitalismo semicolonial de Cambiemos, lo único cierto es que no puede mostrar ningún número favorable de la economía, solo mazazos contra el pueblo trabajador y la clase media, mientras la Argentina se sigue “abriendo al mundo” para una mayor entrega, endeudamiento y saqueo de las gasíferas, las petroleras y los usureros internacionales.
“Hay otro camino posible”: el nuevo verso del peronismo
El discurso de Macri no hizo más que acrecentar la indignación popular. Más del 70% considera que su situación personal “está mal o será peor”, mientras la popularidad del presidente sigue en picada. Ante este desastre, ¿qué ofrece el peronismo? Nada favorable para el pueblo trabajador.
Los parlamentarios del peronismo recibieron a Macri con un cartel diciendo “hay otro camino posible”. Ya ni siquiera para la tribuna hablan de que “combaten el ajuste y al FMI”. Es que el peronismo en todas sus variantes (junto a la burocracia sindical de la CGT, Moyano y Yasky) viene dejando pasar el ajuste sembrando la ilusión de que un posible gobierno peronista solucionaría los graves problemas sociales.
Precisamente cuando Macri señaló que su gobierno avanzó en el ajuste siendo minoría en ambas Cámaras, quiso decir que contó con los votos necesarios de la oposición patronal peronista para que salgan las leyes fundamentales, en especial el Presupuesto 2019 diseñado por el FMI. Las bravuconadas de Agustín Rossi y los silbidos peronistas, entonces, no fueron más que otros de los episodios electoralistas que se vieron en el Congreso.
Ya venimos denunciando que Kicillof se reunió con el FMI prometiéndole que si Cristina es gobierno va a mantener el pacto acordado con Macri y los pagos de la deuda vía una “renegociación” responsable. Por lo tanto, el peronismo en ninguna de sus variantes es una salida para los trabajadores, las mujeres y la juventud frente al desastre en que nos ha sumido el macrismo. La única solución pasa por seguir luchando contra el ajuste y fortalecer una auténtica alternativa de los trabajadores y de la unidad de la izquierda, votando al Frente de Izquierda.