¡Esto no va más! Ruptura con el FMI. No al pago de la deuda: Vamos con la izquierda
Editorial
Cada vez que vamos al supermercado o al chino nos indignamos más: los precios de los alimentos, artículos de limpieza y tocador y todo lo imprescindible sigue subiendo. Ni hablemos si tenemos la mala suerte de tener que comprar un medicamento. Por si todo eso fuera poco, otra vez subió la nafta, una costumbre mensual desde que se “liberó” el precio a pedido de los monopolios del sector hace ya un año y medio. No extraña entonces que cada vez que se conoce un indicador económico (nivel de actividad, ventas en super o shoppings, pobreza) dé cada vez peor. ¡Es que esto no va más! La bronca sigue creciendo, junto con la incertidumbre de en qué va a terminar.
Todo esto es el motivo central de la crisis política que recorre al gobierno de Macri. Y que cada día se agudiza más. Los sectores populares que en su momento lo votaron para castigar al kirchnerismo ya hace mucho que rompieron con el gobierno. Pero en los últimos meses también se le va yendo su propia base social de sectores medios. Por eso crece el convencimiento incluso en dirigentes del propio Cambiemos que, así como viene, Macri pierde las elecciones. Por eso es que, constantemente reaparece el plan “V”, de reemplazar a Macri por Vidal, fogoneada por distintos sectores, que constantemente obliga a gobierno a “ratificar” que el candidato a presidente es Macri, demostrando en esos mismos rumores el terrible desgaste de su figura. Es que se trata de un gobierno al que le fracasa todo, hasta el intento de generar un golpe de efecto con las medidas truchas anunciadas hace diez días, que se vieron eclipsadas por el nuevo salto del dólar de la semana pasada. La novedad de último momento son los dichos de Martín Lousteau, que hasta hace unas pocas semanas aparecía como un posible candidato a vicepresidente del macrismo, y que ahora dice que el “no tiene nada que ver con Cambiemos”. Pasó de “candidato estrella” para que los radicales no se vayan de Cambiemos, a alguien que se despega del mismo.
El peronismo en todas sus variantes está creando la nueva trampa. Todos apuestan a la “gobernabilidad” y se postulan ante el establishment local e internacional como los políticos “responsables” que garantizarán la continuidad del acuerdo con el FMI, los compromisos con los usureros internacionales y el saqueo del país. Todos sus sectores, mientras siguen con dificultad tratando de acomodarse, resolver sus internas y definir los candidatos coinciden a la vez en dos planteos: no salir a dar la pelea contra el ajuste, sino concentrarse en “votar”, a ellos, obviamente. En esto coinciden los dirigentes políticos del peronismo federal de Pichetto, Massa, Urtubey y Schiaretti; Lavagna, que está con un pie en este sector peronista y otro en su “alianza más amplia” con sectores de la centroizquierda y el radicalismo; y el kirchnerismo, tanto el “puro” como Kicillof como los que orbitan a su alrededor como Solá o Scioli. Y también los burócratas sindicales, alineados a su vez con los distintos candidatos. Así tenemos a la traidora CGT oficial. cuyos dirigentes se referencian mayormente con el peronismo federal o con Lavagna, que sigue “sin encontrar motivos para hacer un paro”. Y por otro lado a los burócratas que hoy juegan para el kirchnerismo, como Moyano y las CTA, que vienen de realizar apenas una medida aislada y parcial, muy lejos de lo que se necesita y que, lo peor de todo, anuncian que la “continuidad” de la lucha es el voto a Cristina.
Desde el sindicalismo combativo y la izquierda, que nos movilizamos en la jornada del 30 con una columna independiente, somos contundentes: ante la gravedad de la crisis lo que hace falta es un paro y un plan de lucha ya mismo, que de verdad se plante para enfrentar el ajuste. Al mismo tiempo que postulamos una auténtica salida a la crisis, donde lo primero sea resolver el drama del pueblo trabajador, con un aumento de emergencia de salarios y jubilaciones, al mismo tiempo que decimos que hay que romper con el FMI y dejar de pagar la deuda externa, nacionalizar la banca y el comercio exterior y reestatizar las privatizadas bajo gestión de los trabajadores, para así recuperar todos esos recursos y ponerlos al servicio de resolver las auténticas prioridades del pueblo trabajador. Y, en el terreno electoral, decimos que frente al desastre del macrismo, ninguno de los sectores del peronismo es salida. La verdadera alternativa es el Frente de Izquierda, que acaba de proclamar su fórmula presidencial en un multitudinario acto el martes pasado y sale con todo a pelear contra los candidatos del ajuste.