La crisis tiene cara de mujer
Las mujeres sabemos que cada día es más difícil tener a los chicos listos, comprarles todos los útiles para la escuela, las zapatillas y el guardapolvo. Llevarlos a una salita o al hospital es toda una odisea. Allí los médicos y las enfermeras están exhaustos y no dan abasto. Y ahora, con la crisis económica, todo es peor y mucho más complicado. La leche se fue por las nubes, comprar un alfajor o alguna otra golosina se volvió un lujo. A las mujeres nos toca la peor parte de esta horrible situación cotidiana que vive el conjunto de la clase trabajadora y los sectores populares.
Escribe Mercedes Trimarchi Diputada electa Izquierda Socialista/FIT
De acuerdo con los últimos datos del Indec, la pobreza alcanza al 32% de la población argentina. Y en el último semestre de 2018 hubo un millón trescientos mil nuevos pobres, donde la mayoría son mujeres. A este fenómeno se lo denomina “feminización de la pobreza” y se da no solo en la Argentina sino en todo el planeta. El informe de la ONG británica Oxfam (18/1/2019) estima que los varones poseen un 50% más de la riqueza mundial que las mujeres y controlan el 86% de las empresas.
Tenemos los peores salarios y empleos. Estamos en los trabajos peor pagos, como salud, educación, limpieza y demás tareas de cuidado. Sufrimos maltrato, acoso y discriminación laboral, además de ser las primeras despedidas en tiempos de ajuste. Y para las mujeres jóvenes es peor aún, porque en ellas la tasa de desocupación es de 21,5%, una de cada cinco no tiene trabajo.
Además, nos pagan menos en las fábricas y oficinas que a los varones. En la Argentina la brecha salarial llega a 27,5%. Es decir, que las mujeres tenemos que trabajar un año y tres meses para ganar lo mismo que los varones obtienen en un año. Por eso, una de las demandas del movimiento de mujeres, además de pelear contra los despidos y por aumento salarial con el conjunto de los trabajadores, es la pelea por la igualdad salarial y por el acceso a todas las categorías de trabajo sin ningún tipo de discriminación.
Deuda, FMI y presupuesto 2019
El acuerdo con el FMI, que se refleja en el presupuesto que votaron todos los legisladores de los partidos patronales para pagar la usurera deuda externa, es un pacto a la medida de los acreedores externos. Los datos duros dicen que el 82 % del presupuesto nacional se va a pagar solo los intereses de la deuda externa. Y lo peor es que este monto equivale a cuatro veces el gasto en salud y dos veces el de educación, algo que también trae consecuencias para nosotras. Porque cuando los servicios públicos no funcionan adecuadamente, somos las mujeres las que le dedicamos más horas a cuidar a los familiares enfermos, o cuando no hay vacantes en las escuelas nos tenemos que quedar con los chicos en la casa. Por ejemplo, solo en la ciudad de Buenos Aires se estima que hubo un aumento de 30% de personas que asisten al sistema de salud público y, como no se aumentaron los recursos, hoy los hospitales están totalmente colapsados.
Desde Isadora e Izquierda Socialista somos parte de esta lucha contra las políticas de ajuste de Macri y de todos los gobernadores y exigimos que se deje de pagar la ilegítima deuda externa para que esa plata vaya a trabajo, salud, educación y políticas públicas que combatan la violencia de género. Te invitamos a que te sumes a Isadora y que demos juntas esta pelea.