Inédito: toda la Argentina sin luz ¿Por qué sucedió el apagón del siglo?
Escribe Guido Poletti
Las anécdotas se repiten. Miles se despertaron el Día del Padre y descubrieron que no había luz. Después de las dudas de siempre (¿será mi casa?, ¿se le cortó también al vecino?) rápidamente se sospechó que se trataba de un enorme apagón. Pero la sorpresa pasó al estupor cuando se empezó a correr la noticia (no era fácil comunicarse ya que también se había caído internet) de que el apagón era ¡en todo el país! E incluso repercutía en algunas zonas de Uruguay y el sur de Brasil.
Digámoslo con todas las letras: esto nunca sucedió en la historia argentina. Nos encontramos frente a otro “récord” del gobierno Macri. Pero el origen del problema no nació con este gobierno. En realidad se trata de la gota que rebasó el vaso. Desde el año 1992, en que se privatizó y repartió “por pedacitos” el sistema eléctrico, todo se transformó en un gran negociado con todos los gobiernos que se fueron sucediendo. Las inversiones que estaban prometidas en los contratos de concesión nunca se llevaron a cabo. El ENRE, ente que en el propio marco regulatorio figuraba como “el que debía controlar” y defender a los usuarios, fue inmediatamente colonizado por las propias empresas privatizadas y justificó todo.
Así empezaron a suceder los apagones. En la historia quedará como el primer gran escándalo el gigantesco corte que sufrió en febrero de 1999 la ciudad de Buenos Aires, donde hubo zonas que llegaron a estar hasta quince días sin luz. Luego muchos otros se sucedieron. Se empezó a transformar en un “clásico del verano”. Si hacía calor (cosa esperable entre diciembre y marzo) automáticamente se cortaba la luz. Supuestamente por “exceso de consumo”. En la última década con el gobierno kirchnerista, cuando se compraron masivamente los equipos split frío-calor, esto también empezó a suceder en invierno. Ahora se cortaba la luz porque hacía frío. En todos los casos, lo que se escondía era el deterioro de la red, la falta de mantenimiento y la absoluta ausencia de inversiones.
Ahora llegamos a la máxima expresión del desastre. Un corte en la red de transmisión que, como dicen los propios expertos en el tema, es una eventualidad que tiene que ser tenida en cuenta, generó una reacción en cadena, ya que no funcionaron los planes de contingencia debido a que las políticas de ajuste les habían imposibilitado hacerlo. Rápidamente se produjo un apagón que afectó al sistema interconectado nacional íntegro.
¿Quién es el responsable?
La responsabilidad del apagón, sin duda, es de las privatizadas. Por supuesto que hay un culpable primario, directo: Transener, la mayor transportadora del país y una de las empresas privadas más importantes del sistema, hoy en manos mayoritarias de Pampa Energía (ver recuadro). Ahí se produjo la falla.
Pero esto no exime de responsabilidad al ENRE, que debía controlar y no lo hizo, y a las distribuidoras, que ni siquiera pueden garantizar que, una vez pasado el papelón, no vuelva a haber apagones en los días subsiguientes, como en el caso de La Plata (ver nota en esta página). Y, por supuesto, al gobierno de Macri, como se vio en la patética conferencia de prensa ofrecida por el secretario de Energía Gustavo Lopetegui, tratando de explicar lo inexplicable y “pasándole la pelota” a los otros actores del sistema. El gobierno kirchnerista favoreció con los subsidios a las empresas. Luego Macri y las privatizadas justificaron los tremendos tarifazos de hasta 5.000 por ciento diciendo que iban a mejorar el servicio. Quedó al desnudo que no sirvieron para nada. Solo se utilizaron para llenar los bolsillos de los empresarios y no se puso un peso para mejorar la calidad del servicio.
La única salida es la reestatización
El servicio eléctrico no puede estar sometido a la lógica de la ganancia privada. Se trata de un servicio social. Por eso decimos que hay que reconstruir un sistema nacional único que articule planificadamente la generación (centrales térmicas, hidroeléctricas y nucleares, junto a las incipientes fuentes alternativas -eólica, solar, biomasa, etcétera-), la transmisión y la distribución a partir de reestatizar todas las empresas en que ha sido desguazado: transportadoras, distribuidoras y centrales térmicas que pasaron a manos privadas. Y ponerlo a funcionar bajo gestión de los propios trabajadores y usuarios con tarifas populares y accesibles. Terminando, de esta manera, con el desastre que comenzó con la privatización de 1992 y que ninguno de los gobiernos posteriores modificó. Desde el Frente de Izquierda-Unidad planteamos en nuestro programa revertir los tarifazos y reestatizar el sistema, única salida para que no se repitan los desastres que vimos en estos días y que la energía eléctrica, cuyo acceso es un derecho humano esencial en el siglo XXI, deje de ser un bien de lujo para la clase trabajadora.
Yacylec y el Grupo Macri
Se trata de una de las empresa encargadas de conectar Yacyretá con el Sistema Argentino de Interconexión. Salió a la luz en estos días porque fue mencionada como uno de los posibles responsables del origen de la falla que produjo el apagón.
Pero más allá de que se verifique o no que esto fue así, su aparición en los medios dejó al descubierto otro escándalo: la empresa, propiedad del grupo económico de la familia presidencial, le debe a la AFIP una suma de 6,9 millones de pesos en concepto de impuesto a las ganancias.
Los dueños de la electricidad
Los empresarios Marcelo Mindlin, Nicolás Caputo y Rogelio Pagano concentran el 51% de los usuarios del servicio público de electricidad a nivel nacional, así como el 49% de la demanda total.
Marcelo Mindlin es el dueño de Edenor y Transener (la empresa de transmisión responsable del apagón del siglo) con el grupo Pampa Energía. Este grupo obtuvo ganancias en los primeros nueve meses de 2018 por 3.256 millones de pesos, 226% más que el año anterior en ese período*.
Los dueños de Edesur son Nicolás Caputo, el “amigo de la infancia” de Macri, y ENEL (empresa italiana con mayoría accionaria) quienes ganaron en los primeros nueve meses de 2018 1.939 millones de pesos que representan 435% más que en ese período de 2017*. A su vez Nicolás Caputo con la generadora Central Puerto obtuvo ganancias por 16.318 millones de pesos entre enero y septiembre de 2018*. Por su parte, Rogelio Pagano, quien siendo parte del grupo de Mindlin y de Edenor antes que este la comprara, es el propietario de Edelap.
Además de su amistad Mindlin, Nicolás Caputo junto a la familia Macri aparecen entre los 50 argentinos más ricos de acuerdo a la revista Forbes.
El servicio eléctrico argentino, desguazado por la privatización, terminó en manos de estos tres buitres que se llenan los bolsillos con los subsidios que obtuvieron ayer del kirchnerismo y hoy siguen recibiendo del macrismo, más los astronómicos tarifazos que se suceden desde 2016. Se impone rescindirles todas las concesiones y reestatizar el servicio conformando un sistema integrado nacional.
*. Fuente: Instituto Argentino del Mercado de Capitales