Cristina en La Matanza “Con nosotros los empresarios se cansaron de ganar plata”
Escribe Guido Poletti
La candidata a vicepresidenta del Frente de Todos hizo una nueva presentación de su libro Sinceramente, en un acto en La Matanza. Cristina habló de un montón de cosas. pero nos queremos concentrar en un punto que es crucial, tanto para entender los doce años del kirchnerismo como lo que puede suceder en un futuro gobierno de Alberto Fernández.
Criticando a Macri, Cristina dijo que “ahora solo gana un grupo de empresarios que son amigos del gobierno”. Por contraposición, planteó las diferencias con lo que sucedía en su gobierno: “Mientras estábamos nosotros, que decían que éramos horribles, se cansaron de ganar plata, y ahora ganan unos pocos.”
Efectivamente, utilizando otra expresión de la ex presidente, durante esos años las patronales “se la llevaron en pala”. La pregunta es: ¿eso es bueno para los trabajadores? Veamos primero de quién se trató. Hubo un grupo privilegiado durante el kirchnerismo: los bancos y los acreedores de la deuda: 200.000 millones de dólares, salieron en efectivo para los pulpos acreedores.
Pero no fueron los únicos ganadores. Estuvieron también los que obtuvieron superganancias aprovechándose del presupuesto público. Eso fue lo que desnudó la llamado “causa de los cuadernos”, donde la crema del empresariado argentino, con el Grupo Techint a la cabeza, quedó involucrado en el pago de coimas. ¡Estos son los famosos empresarios que Cristina propone que “vuelvan a ganar”!
Recordemos que, mientras esto sucedía, se decía que “no había plata para aumentos a los jubilados”, ¡mientras se le otorgaba un crédito a la filial local de la General Motors! En esos años, los trabajadores veían como su salario quedaba por detrás de la inflación (encima en aquel momento dibujada por la intervención del Indec) y se les obligaba a pagar cada día más de impuesto al salario.
No es cierto que “si ganan los empresarios, ganan los trabajadores”. Al revés, insistimos en que de la crisis se sale haciéndosela pagar a quiénes la provocaron. Los banqueros y pulpos especuladores tendrán que “dejar de ganar”: eso es lo que sucederá cuando se deje de pagar la deuda externa. Las patronales tendrán que reducir sus utilidades para garantizarles a los trabajadores un salario mínimo igual a la canasta familiar. Las grandes empresas tendrán que pagar más impuestos, a costa de sus superganancias. De ahí saldrá la plata para que haya comida para todos, trabajo, salud, educación y vivienda. En definitiva, es nuestra polemica histórica con el peronismo: no se trata de que nos gobierne un patrón supuestamente “bueno” (que no es tal), sino de que, de una vez por todas, gobernemos los propios trabajadores.