Tenemos que terminar con el saqueo del FMI, los banqueros y las multinacionales: Un nuevo salto de la pobreza
En el primer semestre de este año el número de argentinos por debajo de la línea de pobreza creció al 35,4%, lo que representa 15,9 millones de personas. Para fin de año se anticipa que el número ascenderá al 39%. En el conurbano bonaerense el porcentaje de pobres ya es del 39,8%. Mientras sigamos sometidos a la usura del FMI y los banqueros y al saqueo de las multinacionales y sus socios locales, continuaremos hundiéndonos en la miseria.
Escribe Gabriel Massa
Son números aterradores. Más aún si consideramos que vivimos en uno de los países con mayor potencial económico. Familias enteras pierden sus empleos o ven sus salarios consumidos por una inflación voraz que les impide cubrir las necesidades básicas, cuando no son empujadas a la marginalidad y colocadas en situación de calle donde sobreviven de la mendicidad.
Pero la pobreza no se refleja solo en el hambre que sufren importantes sectores. Es parte de nuestra vida cotidiana, la vemos en los ínfimos recursos que se destinan a la educación o a la salud pública, cada vez más abandonadas, con escuelas y hospitales cayéndose a los pedazos y con docentes y profesionales de la salud recibiendo salarios miserables. La pobreza se respira por todos los poros de la sociedad.
No es un problema nuevo. Es el resultado de las políticas económicas aplicadas en nuestro país en las últimas décadas. La principal causa de la pobreza, del atraso y la falta de perspectiva que vivimos los argentinos es producto de la decisión de todos los gobiernos de obedecer a las exigencias del FMI pagando los vencimientos de la fraudulenta deuda externa.
Con Macri, la crisis ha dado un salto impresionante. Que el conurbano bonaerense bajo el gobierno de María Eugenia Vidal esté peor que el resto del país no es ninguna casualidad: ahí se concentra el cierre de fábricas, aumentando el desempleo, al mismo tiempo que los precios de la canasta básica subieron en un año un 58,8 %. Y hay que sumar los brutales aumentos de las tarifas de luz, gas, agua y transporte.
Si Juntos por el Cambio siguiera gobernando todo esto continuará agravándose. ¿Pero qué pasa con los Fernández y sus propuestas para sacarnos de la crisis y superar la pobreza? Han dicho con toda claridad que van a seguir pagando la deuda externa y negociando con el FMI. Que van a seguir impulsando la explotación del petróleo y el gas con las petroleras internacionales en Vaca Muerta y demás yacimientos y de la minería con la Barrick Gold. Reafirmaron que el gran negocio exportador va a seguir siendo el de las sojeras y las aceiteras. Y que para que todo “funcione”, habrá un pacto social entre la CGT-CTA y las empresas, con seis meses sin paritarias.
Con esas propuestas, Alberto y Cristina repiten la misma fórmula de los gobiernos anteriores: seguir pagando la fraudulenta deuda y continuar con el saqueo del país por los banqueros y las multinacionales, lo que terminó en todos los casos aumentando la pobreza y la desigualdad social. En la misma medida que crece la pobreza, aumentan las fortunas acumuladas por unas pocas familias ligadas al sistema financiero, a las multinacionales y a los empresarios amigos del poder. Son ellas las que se apropian y disfrutan de las riquezas producidas por la clase trabajadora.
La única propuesta que puede cambiar la historia es la del Frente de Izquierda Unidad: desconocer y dejar de pagar la deuda externa, romper con el FMI y los usureros; estatizar el sistema financiero y el comercio exterior, los recursos naturales y las principales industrias, bajo control de los trabajadores y usuarios. Con esos recursos, aumentar los salarios y jubilaciones, proveer de alimentos a los comedores populares, aumentar los montos de los planes sociales y desarrollar un gran plan de obras públicas que genere empleo y salarios dignos. Para fortalecer esta propuesta, el 27 de octubre es fundamental el voto al FIT-Unidad.