Santiago del Estero: Un espejo para que se mire todo el país
Escribe Anisa Favoretti
En nuestra provincia hablar de cifras récord de pobreza no es novedad. Años tras año Santiago del Estero se encuentra entre las tres primeras que abarcan los conglomerados más pobres, siendo el 44,8% de los santiagueños los que no llegan a obtener los ingresos para superar la línea de la pobreza. Casi uno de cada dos santiagueños es pobre.
Según voceros oficiales del gobierno de Zamora, como el director de estadísticas y censos de la provincia, Federico Scrimini, en 2019 el mantenimiento de los porcentajes en comparación de las estadísticas del mismo periodo del 2018, reflejarían una “buena noticia” y una administración “ejemplar” del gobierno local. Porque la pobreza, teóricamente, no habría crecido más.
Lo cierto es que en Santiago, a la mitad de los trabajadores no les ha hecho falta “caer” en la pobreza porque ya la pobreza es una realidad desde hace décadas para más de 400.000 santiagueños, que además engrosan las cifras de pobreza estructural, es decir que lideran las poblaciones con necesidades básicas insatisfechas que son de carácter intergeneracional y que profundizan una fractura social en donde miles son excluidos.
Algunos ejemplos: el 17,6% de la población vive en hacinamiento, el 16% vive en ranchos, el 35% no accede al agua ni por dentro ni por fuera de la red pública y es alarmante el número de trabajo precario y desempleo disfrazado. Según el Indec ya en 2015 Santiago cubría la tasa de desempleo más alta del NOA y sólo el 46% de las personas mayores de 16 años tiene un trabajo si tomamos en cuenta la población ocupada respecto a la población local.
Entonces: ¿en Santiago se frenó la pobreza mientras el país se cae, como afirman desde la gobernación? ¿o todo el país comienza a parecerse a Santiago, histórico en miseria y pobreza? Nosotros decimos que efectivamente la Argentina camina hacia los tremendos datos económicos y sociales de Santiago del Estero. Una realidad que durante sucesivos gobiernos no se ha solucionado y que ha sido garantizada por décadas del gobierno radical k del entonces mimado de los Kirchner Gerardo Zamora. Y que ahora se plasma como la realidad de todo un país producto del brutal ajuste del FMI.