La CTA plantea unirse con la CGT: No al pacto social antiobrero
La semana pasada la burocracia sindical de la CTA encabezada por Hugo Yasky, armó un “Congreso” en el micro estadio de Lanús. Invitaron a Alberto Fernández y demás candidatos del peronismo, a los Moyano y Daer de la CGT y aprobaron iniciar “la unificación del movimiento obrero”. ¿Qué hay detrás de este acto?
Escribe Jorge Adaro, secretario general de Ademys y candidato a Senador por la Ciudad de Buenos Aires
Aunque lo presentaron como “Congreso de la CTA”, ninguno de los gremios que la integra tuvo ni siquiera asambleas o plenarios de debate o algún tipo de consulta. Los supuestos “congresales” fueron, en realidad, dirigentes y militantes sindicales y de movimientos sociales peronistas. Fue una farsa antidemocrática, al servicio de apoyar la propuesta de Pacto Social de Alberto Fernández.
Según comunicó Yasky a la prensa, pese a que no hubo ningún debate, sólo un acto con discursos de dirigentes, “se aprobó por unanimidad aportar al fortalecimiento de la unidad del campo popular, dando mandato a la CTA para iniciar el proceso de unificación con la CGT y se votó el respaldo a la fórmula presidencial que encabeza Alberto Fernández”.
En la Mesa del plenario estuvieron Hugo y Pablo Moyano, Héctor Daer, Carlos Acuña, Sergio Palazzo, Víctor Santa María (Suterh), Eduardo López (UTE), Máximo Kirchner, Felipe Solá, Carlos Tomada (ex ministro de Trabajo), Verónica Magario (candidata a vicegobernadora por Buenos Aires), Gisela Marziotta (candidata a vicejefa por CABA) y Edgardo Depetri (candidato a intendente de Lanús), entre otros. Axel Kicillof envió un saludo por video.
Pero el principal orador fue Alberto Fernández, quien agradeció “la grandeza de los dirigentes de la CTA que aceptaron unificarse con la CGT para tener un movimiento obrero unido”. Y calificó como un “gesto similar al de Cristina, de ubicarse como vice presidenta por la unidad del peronismo”.
¿Por qué Fernández le da tanta importancia a este proyecto de unidad CTA-CGT? Porque es una pata fundamental para su política de Pacto Social. Fernández necesita que todos los gremios firmen con las asociaciones patronales y bancarias un acuerdo de congelamiento de salarios por lo menos por 6 meses y acepten las reformas laborales que los empresarios reclaman. No quiere grietas ni sorpresas.
Todos estos representantes de la burocracia sindical, tanto de la CGT, del moyanismo y de las 2 CTA (en esto no se diferencian la de Yasky o la de “Cachorro” Godoy, que también apoya al Frente de Todos), dejaron pasar el ajuste brutal del macrismo, con el verso que desde hace más de un año y medio vienen imponiendo al movimiento obrero: “hay 2019”. De esta manera evitaron convocar a un plan de lucha nacional para enfrentar y derrotar el ajuste. Pero también se han negado a planes de lucha fuertes, consecuentes y unificados por gremios y sectores, como hace ahora la Ctera y la CTA aislando el conflicto de Chubut. Con esa política han permitido que la inflación supere con creces a las recomposiciones salariales por sector. Y han dejado pasar millones de despidos y suspensiones.
Desde el Frente de Izquierda y el Plenario del Sindicalismo Combativo llamamos a todos los trabajadores y a los luchadores antiburocráticos a rechazar el Pacto Social que propone y prepara Fernández junto a la burocracia sindical. Nada tienen a ganar los trabajadores con ese pacto, al contrario, es una política orquestada para tranquilizar a los grandes empresarios.
Las listas del Frente de Todos están llenas de burócratas sindicales que traicionan nuestras luchas. Al contrario, en el Frente de Izquierda están los dirigentes combativos que estuvieron en todas las luchas, como el Pollo Sobrero, Romina del Plá, Mónica Schlotthauer, Guillermo Pacagnini, Graciela Calderón, Angélica Lagunas, Claudio Dellecarbonara, Cristian Luna, Adriana Astolfo, entre decenas de candidatos de todo el país. Para fortalecer la lucha contra el Pacto Social de los Fernández y defender los derechos de los trabajadores, el único “voto útil” es al FIT-Unidad.