Reportaje a Rubén “Pollo” Sobrero: “La transición es una auténtica guerra contra los trabajadores”
-¿Qué opinás del Pacto Social que se viene planteando?
Es una trampa. Los que vamos a perder, una vez más, somos los trabajadores. Fijate que la transición la están utilizando para meternos todos los aumentos que pueden. Es una auténtica guerra contra los trabajadores y la clase media. El laburante ya perdió un 20% este año. Y la CGT mira para otro lado, como si no tuvieran nada que ver. Si ahora dejan pasar esto, sin reclamar nada, ¿qué van a hacer cuando se sienten con los empresarios en la mesa del Pacto? ¡Está todo servido para que nos cocinen!
Con estos dirigentes no sólo no vamos a recuperar lo perdido, sino que el año que viene vamos a terminar perdiendo más todavía. Supuestamente se van a congelar los precios y los salarios. Ya sabemos cómo termina esto: lo único que va a quedar “congelado” va a ser el salario. Van a usar el pacto y a los burócratas para tratar de que no pidamos recomposición salarial y, de ser posible, que ni se reabran las paritarias.
-La CGT se reunió con Alberto Fernández en un plenario de secretarios generales
¿Viste la escena? La mayoría son los responsables de haberle dado tregua al gobierno estos cuatro años, sino Macri no hubiera llegado hasta acá. Es que el sindicalismo actual, o sea la “foto” que vimos en la CGT con Fernández, no representa a los trabajadores. Lo que sí les interesa es controlar a los trabajadores, para que no salgan a pelear. Son siempre “oficialistas”, y en realidad representan a sus propios intereses. Ahora su máximo objetivo es encolumnar a todo los sindicatos detrás del apoyo a Alberto Fernández. Para garantizarle “estabilidad”, en vez de pensar en las más urgentes necesidades que tenemos los trabajadores.
-¿Cuál es la salida entonces?
Vamos a tener que salir de nuevo a luchar. Como hicimos con el gobierno de Macri. Por algo el Sarmiento fue la única línea que no tuvo despidos en estos cuatro años. Es que hacemos lo que hicimos siempre: organizarnos para eso desde abajo. Escuchando a la base. Sacando mandatos de los delegados. Haciendo asambleas para consultar a los compañeros y respetando lo que se decide en ellas. Y, además, apoyar y coordinar todas las luchas que se dan, no importa en el gremio que sea. Este es el método que venimos desarrollando desde el sindicalismo combativo. Y que, desde el Plenario de Lanús de ya hace un par de años, apostamos modestamente a construir un espacio de referencia para toda la clase trabajadora. Es que, de últimas, se trata de pelear por una nueva dirección democrática y combativa.