Un gran logro de las guardas del ferrocarril Sarmiento
Escribe Mónica Schlotthauer, delegada ferroviaria y diputada nacional (mandato cumplido) Izquierda Socialista/FIT
La negativa de la empresa a tomar medidas de seguridad e higiene y la construcción de un vestuario para las empleadas mujeres de la línea ferroviaria del Sarmiento, provocó que hubiera un paro de 24 horas el 3 de diciembre pasado. Sorprendió al país por su demanda: “el primer paro contra la discriminación a las mujeres trabajadoras”. Y nos enorgulleció a todas las ferroviarias y feministas que desde el 2012 nos organizamos en “Mujer Bonita es la que lucha” por igualdad laboral. Y a todo el movimiento de mujeres que desde el 2015 no deja de luchar.
“Nos pasaron por arriba”, reclamaron las compañeras a Vanesa Gentile, miembro de la comisión directiva de la lista Verde de Sassia, que junto con una comitiva se hicieron presente a media jornada del paro para intentar levantarlo. Los burócratas se retiraron a un cuarto intermedio, que se transformó en “eterno”, ya que nunca más volvieron. Horas después, llegaba la declaración de la conciliación obligatoria.
Esa medida de fuerza (que fue tomada en asamblea junto a los guardas varones) terminó haciendo retroceder a la patronal ligada al gobierno de Macri, que tuvo que aceptar que el combativo cuerpo de delegados del Sarmiento y una representante de las compañeras tenga que ser parte de la discusión para resolver el problema.
El paro fue contundente. Tener que ir a una medida de fuerza para que se hagan efectivas medidas tan necesarias como que haya vestuarios y baños para las compañeras mujeres que trabajan como jefas de trenes en la línea Sarmiento demuestra hasta dónde llega la patronal negrera de Trenes Argentinos. El paro fue decidido por las compañeras porque literalmente se cambian en un container y trabajan en condiciones indignas.
Mientras la CGT es cómplice del ajuste de Macri y Alberto Fernández aconseja “abandonar las calles” postulando un pacto social contra los trabajadores, las mujeres del Sarmiento son un ejemplo y marcan el camino a seguir. Hicieron retroceder a Orfila, titular de Trenes Argentinos, que viene aplicando una clara política de discriminación contra las mujeres. Ahora la empresa está obligada a satisfacer los reclamos dentro de los próximos días. Exigimos que cumpla y repudiamos cualquier tipo de sanción que quiera tomar en contra de las trabajadoras.