Escribe Carlos “Piqueta” Rodríguez, dirigente Izquierda Socialista/FIT Unidad
Este 22 de mayo apareció una nota titulada “¿En la vereda del gobierno, contra los piqueteros? Escandalosas declaraciones del Pollo Sobrero, de Izquierda Socialista” (Periodismo de Izquierda, sitio del MST), firmada con la sigla KFC, no con nombre propio. En la misma critican declaraciones del dirigente combativo ferroviario y de nuestro partido Izquierda Socialista, Rubén Sobrero, en un programa de televisión. Sacan “la conclusión”, dicen, que Sobrero e Izquierda Socialista estarían en “la vereda de enfrente de los movimientos sociales” y que dejan “correr las acusaciones de supuesta corrupción de las organizaciones piqueteras”. ¡Qué engorroso tener que perder un valioso tiempo para escribir esta nota desmintiendo una vez más semejante calumnia! Precisamente la política de Sobrero y de nuestro partido, Izquierda Socialista, es la opuesta a esta vil acusación.
Ya con anterioridad hemos tenido que salir al cruce de otras acusaciones infundadas, como cuando la divisionista Lista Violeta impulsada por el MST en el ferrocarril Sarmiento pintaba en los paredones “Sobrero es Cirigliano”, es decir, comparándolo con el jefe de la patronal mafiosa de TBA, subsidiada millonariamente por el gobierno kirchnerista, la cual llevó a la masacre de Once. Patronal contra la cual lucharon durante años las y los ferroviarios del Sarmiento, lucha que terminó con la caída de la privatización. ¿También “olvidará” el MST que Sobrero enfrentó al burócrata de la Unión Ferroviaria y asesino de Mariano Ferreyra, José Pedraza, por lo cual la Seccional Oeste de la UF con innumerables dirigentas y dirigentes son la clara referencia nacional del sindicalismo combativo que lucha contra las patronales, los gobiernos de turno y la burocracia sindical?
Mirá el video y lee la nota de Izquierda Socialista
Lo que intencionalmente omite el MST, es que nuestro partido Izquierda Socialista, a través de su figura pública Juan Carlos Giordano, fue el primero en repudiar por X (ex Twitter) los ataques del gobierno contra las organizaciones piqueteras. Lo hizo el mismo día de los allanamientos, a las 13:20 horas, cuando Celeste Fierro recién lo hizo en horas de la noche y Bodart recién compartió una nota de su partido cinco días después.
Giordano participó en la conferencia de prensa de los movimientos sociales frente al Congreso ese mismo día, difundiendo un video donde dice textualmente: “Frente al Congreso participando en nombre de Izquierda Socialista dando la solidaridad a todas las organizaciones que han sido violentadas y criminalizadas. Estamos hablando del Polo Obrero, Barrios de Pie, compañeras y compañeros del FOL, contra allanamientos completamente ilegales […] El gobierno acusa a las organizaciones sociales de extorsionar para que la gente pueda venir a una marcha. Es una vergüenza [...] Quieren quebrar la organización social”. (ver video)
Escribe José Castillo, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
Las y los luchadores se preguntan. ¿Cómo hacemos para enfrentar el brutal ajuste del ultraderechista Milei y el FMI? ¿Se lo puede derrotar? ¿Cómo logramos imponer un plan de lucha nacional? Debates que también cruzan a la izquierda.
Desde que asumió Milei, nuestro partido Izquierda Socialista en el FIT Unidad apela a la mayor unidad de acción de todos los sectores para poder derrotar su plan motosierra. Política que lamentablemente no es compartida por todos los partidos que conformamos el Frente de Izquierda. Por ejemplo, PTS y MST llamaron a no concurrir a la marcha de la CGT del 1° de Mayo. Un grave error. Por suerte, esta desafortunada decisión no impidió que una importante columna independiente del sindicalismo combativo encabezada por las y los ferroviarios del Sarmiento, el Sutna, Ademys, AGD y otras organizaciones junto a Izquierda Socialista y el Partido Obrero, fuéramos a exigir a la CGT que garantice el paro del 9 y le dé continuidad con 36 horas y movilización.
¿Qué argumentaron PTS y MST para no ir? Que “no hay que hacerle el juego” a la burocracia traidora y que la CGT está negociando la reforma laboral.
Llama profundamente la atención que PTS y MST hagan ahora esas críticas, dividiendo ante una marcha donde concurrieron centenares de sindicatos, mientras antes impulsaban una política opuesta.
Está claro que la burocracia “dialoga y negocia”. Es más, levanta un programa económico de “consenso” con sectores patronales que repudiamos. Pero es la misma burocracia que llamó a la marcha a Tribunales en diciembre pasado y al paro del 24 de enero. En esa oportunidad, y en el resto de las acciones, todos los partidos del Frente de Izquierda junto al sindicalismo combativo, el movimiento piquetero que lucha y las asambleas barriales fuimos a reclamar el paro y plan de lucha. ¿Por qué ahora no? Justo en el momento en que viene creciendo el ascenso obrero y popular con la multitudinaria marcha en defensa de la universidad pública como su máxima expresión?
¿Para PTS y MST la burocracia sindical antes era “combativa” y ahora no? A no engañarse. Se trata de los mismos dirigentes burocráticos siempre proclives a negociar con las patronales y los gobiernos de turno, como lo hizo la CGT al no convocar a movilizar el lunes 29 y el martes 20 contra la Ley de Bases, política que repudiamos.
Esto es así desde siempre, por eso luchamos por una nueva dirección del movimiento obrero postulando al Plenario del Sindicalismo Combativo y por eso desde Izquierda Socialista venimos hace más de 20 años apoyando el ejemplo de las y los ferroviarios del Sarmiento en la Unión Ferroviaria contra la burocracia traidora que asesinó a Mariano Ferreyra.
El brutal ajuste de Milei obligó a distintos realineamientos políticos y sindicales. Atento a ello la CGT se vio obligada a convocar al paro y movilización del 24 de Enero, al 24 de Marzo, a la marcha del 1° de Mayo y ahora al nuevo paro general del 9. Eso es lo que está ocurriendo. Fruto de estas acciones unitarias arrancadas a la burocracia sindical es que cayó la originaria Ley Ómnibus y el gobierno tuvo que hacer una más acotada apelando a la complicidad de la oposición patronal para lograr la media sanción, ley que todavía no se aprobó definitivamente.
Con esta postura, PTS y MST no solo dividieron el 1° de Mayo sino que le dieron la espalda a todo el espacio de unidad y coordinación que viene actuando desde el 20 de diciembre en que le ganamos el primer round al gobierno haciendo el acto en Plaza de Mayo. Por otra parte, PTS y MST argumentaron que no había que ir a la marcha porque la CGT podía levantar el paro del 9. Pero si existía ese peligro, con más razón había que ir a exigirle que garantice el paro, haga asambleas y fundamentalmente le dé continuidad. PTS y MST cometieron un error infantil, propio de su sectarismo autoproclamatorio y divisionista que hay que seguir combatiendo.
Por la mayor unidad para derrotar el plan motosierra del ultraderechista Milei
Frente al ultraderechista Milei es necesario tener una política unitaria. Lo cual no quiere decir que no hay que seguir denunciando a la burocracia y exigir la profundización de las medidas. Esta política es la misma que llevamos adelante en las otras grandes convocatorias de masas. Así lo hicimos en la gigantesca movilización educativa del 23 de abril, donde convocaban nada menos que los rectores del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), la FUA dirigida por Franja Morada y el radicalismo y la totalidad de las burocracias sindicales de docentes y no docentes universitarios. También participamos en la marcha única que se realizó el 8M y dijimos que si no hubo una marcha unitaria el 24 de marzo fue por política de los organismos de derechos humanos ligados al kirchnerismo.
PTS y MST no solo no concurrieron a la marcha de la CGT, sino que vienen teniendo políticas autoproclamatorias y divisionistas desde antes, con ribetes desmoralizantes. Tal es el caso de las declaraciones de Myriam Bregman cuando al criticar a la CGT por no llamar a un paro cuando se trató la Ley de Bases (crítica que compartimos), dijo que en virtud de ello el paro del 9 sería “post-mortem”, como dando por perdida la pelea en curso contra Milei. A su vez, PTS terminó dividiendo y no firmó el documento común acordado con las organizaciones feministas el 8M. Del mismo modo propuso en las asambleas preparatorias de la marcha educativa que había que hacer “columnas diferenciadas” de las conducciones de los centros y federaciones estudiantiles, política que por suerte no prosperó.
Volvamos a la marcha de la CGT. ¿Había que decirles a los miles de activistas de los distintos gremios que no concurran? ¿Qué tenía que decir la Unión Ferroviaria Seccional Oeste, el Sutna, Ademys, los sutebas combativos y la AGD? Según PTS y MST tenían que llamar a boicotear la marcha. Nosotros, en cambio, sin confiar en la burocracia, llamamos a marchar con una política de exigencia como lo hicimos con una bandera que decía “Por un gran paro el 9/5. Sigamos con paro de 36 horas y movilización”. Esto no impidió que luego concurriéramos al acto de toda la izquierda que ya habíamos convocado a Plaza de Mayo.
Estos debates seguirán ante el paro del 9. Estamos convencidos que la tarea número uno pasa por llamar a garantizar un “parazo”, exigiendo la continuidad con un nuevo paro de 36 horas y movilización, en el marco de un plan de lucha nacional. Planteando a su vez que la CGT y las CTA deben movilizar el día que se trate la Ley de Bases en el Senado. Eso es lo que acaban de votar los ferroviarios del Sarmiento en una masiva asamblea. Así se tiene que plantar el sindicalismo combativo y la izquierda revolucionaria, siendo los campeones por masificar las acciones de lucha contra el ultraderechista Milei y sus cómplices. Mientras peleamos por una nueva dirección sindical democrática y combativa y postulamos al Frente de Izquierda Unidad como la única alternativa política válida frente a Milei, desenmascarando al peronismo que solo piensa en las elecciones de 2025.
Llamamos a PTS y MST a cambiar y a sumarse a la gran tarea de la hora: unidad en la movilización y en la coordinación para derrotar este plan de guerra contra el pueblo trabajador.
El pasado miércoles 3 de abril, representantes del Frente de Izquierda Unidad (Argentina) tuvimos una entrevista con el embajador de Cuba en nuestro país, Pedro Prada, y otros funcionarios de la embajada cubana. Fue para reclamar por la libertad de las y los presos que participaron de las protestas populares del 11 de julio de 2021 y para manifestarnos en defensa del legítimo derecho a la protesta en la isla. (ver Comunicado de Prensa del FIT Unidad de fecha 4/4/2024, wwww.izquierdasocialista.org.ar). Noticia que fue recogida con beneplácito por quienes sufren la criminalización de la protesta en Cuba.
Ante nuestro planteo, el señor embajador pasó un video bajo el título ¿Qué pasa en Cuba? haciendo historia sobre las consecuencias del bloqueo y las distintas políticas del imperialismo norteamericano. Ante ello señalamos de entrada que nuestro planteo lo hacemos partiendo de que condenamos históricamente el bloqueo contra Cuba y que repudiamos las políticas del FMI y del imperialismo norteamericano, tanto en Cuba, como en nuestro país y todo Latinoamérica. Pero como señalamos en el comunicado, esto “no puede ser una excusa para cercenar el derecho legítimo de la clase trabajadora cubana a la protesta”, ni para detener o condenar a prisión a quienes reclaman legítimamente.
Sobre el tema concreto, y ante denuncias de que las detenciones originarias fueron entre 1.000 y 2.000 personas, el embajador reconoció que al día de hoy son 564 las acusadas y sancionadas en virtud de las protestas ocurridas en 2021, de las cuales 297 están privadas de la libertad, con condenas de varios años de prisión. Y señaló algo en lo que estamos completamente en contra, que dicha protesta fue “organizada y financiada por Estados Unidos”. Es decir, un complot imperialista, no un reclamo genuino y espontáneo como lo que verdaderamente fue.
Si bien el imperialismo siempre está presto a utilizar a su favor las protestas sociales, no se trató de una “conspiración imperialista”. Fue una legítima protesta tras la aplicación de un brutal ajuste por parte del gobierno cubano en diciembre de 2020 y enero de 2021 con el llamado decreto “Tarea de Ordenamiento”. Esto generó una estampida de precios, más escasez de alimentos, pérdida de los ingresos populares, con reforma laboral incluida, con el objetivo de “incentivar la inversión privada”. Esto impacto negativamente en el pueblo cubano, provocando que miles salieran a las calles a reclamar comida, medicamentos y a repudiar el ajuste. Lo mismo pasó el 17 de marzo de este año donde mujeres con sus hijas e hijos encabezaron el reclamo por “corriente y comida”.
La causa del malestar social y de las protestas en Cuba tiene que ver con que desde hace más de 30 años el régimen cubano avanzó en la apertura de la economía a grandes multinacionales del turismo (con lujosos hoteles), el tabaco, níquel y cobalto, entre otros, facilitando la inversión privada extranjera en una economía dominada por las llamadas empresas mixtas, en las cuales el gobierno está asociado a las transnacionales, en especial de la Unión Europea y Canadá, provocando que las y los trabajadores perciban salarios miserables de 20 a 30 dólares, mientras los dirigentes del PCC (Partido Comunista Cubano), los militares y los nuevos burgueses viven como ricos, con privilegios y en barrios reservados. Todo esto ha traido nefastas consecuencias en el terreno social, profundizándose la pobreza y la desigualdad social, con salarios miserables, servicios públicos más deteriorados, miles de jóvenes exiliados, en un contexto de ataque a las libertades democráticas.
El gobierno, en vez de atender estas justas demandas, pagó con detenciones y cárcel, bajo la acusación de “sedición, sabotaje, atentado y desorden públicos”, entre otros delitos, incluso contra jóvenes menores de 18 años. Por ejemplo, las penas por sedición (36 condenados por ello) van de 3 a 30 años, para quienes “perturben el orden constitucional socialista”, dándose el caso que dicho delito también se aplica contra quienes participan de una protesta social o llamen a manifestarse por las redes sociales. El Código Penal cubano penaliza todo tipo de propaganda antigubernamental con penas de 3 a 8 años de prisión, para quien “incite contra el orden social mediante la propaganda oral, escrita o en cualquier otra forma”.
Por ejemplo, en las protestas en La Güinera, un manifestando fue asesinado por un policía que argumentó actuar en legítima defensa, pero testigos señalaron que fue asesinado por la espalda. Sin embargo los testigos fueron condenados a varios años de prisión, mientras el policía está en libertad, impunidad que reina para todo miembro del aparato represivo cubano.
La delegación del FITU hizo hincapié en los casos de Brenda Díaz, presa trans, que cumple su condena en una cárcel de varones y a la que se la identifica por su nombre de nacimiento; y la situación de la reconocida historiadora Alina Bárbara López -detenida en circunstancias posteriores-, a quien se la ha dicho que si sale del país no se le permitirá volver, entre otros casos.
Atento a ello solicitamos al embajador el listado completo de las y los acusados, condenados, presos, el delito por el que se los acusa, la pena dictada y condiciones carcelarias dignas, ya que los familiares de los presos denuncian desde golpizas a falta de tratamiento médico.
El embajador Prada se comprometió a transmitir al gobierno cubano las preocupaciones planteadas, ampliar la información sobre los presos y evaluar la posibilidad de que una delegación del FIT-U viaje a la isla para tomar contacto con los familiares de los presos y visitar los centros de detención.
Desde Izquierda Socialista y la UIT-CI consideramos que se trata de juicios injustos, en un país donde no existe el derecho a huelga, ni a organizar sindicatos libres, hay censura y discriminaciones raciales y de género. Enmarcando esta pelea por las y los presos cubanos, con la debida solidaridad internacional que se merece, como parte de la pelea de fondo, por lograr un verdadero socialismo con plena democracia para el pueblo trabajador en Cuba, que recupere las viejas conquistas sociales de la revolución socialista de 1959.
Pablo Almeida - Mercedes de Mendieta - Juan Carlos Giordano
Diputados electos Izquierda Socialista en el FIT Unidad
Buenos Aires, 6 de abril de 2024
Diputadas, diputados y dirigentes del FIT-Unidad tuvieron una entrevista este miércoles 3 de abril con el embajador de Cuba en Argentina, Pedro Prada, y funcionarios de esa representación diplomática. En representación del FIT-U participaron las y los diputados nacionales Myriam Bregman (PTS), Romina del Pla (PO) y Christian Castillo (PTS); la legisladora por CABA Celeste Fierro (MST); las y los diputados electos Juan Carlos Giordano, Mercedes de Mendieta y Pablo Almeida (IS), Pablo Heller y Luis Brunetto (PO) y Guillermo Pacagnini (MST).
Durante la reunión la delegación del FIT-Unidad planteó el reclamo de la libertad de las y los centenares de trabajadores, jóvenes, profesionales e intelectuales críticos cubanos condenados por participar en las protestas populares del 11 de julio de 2021 y por la vigencia del derecho de protesta en la isla. El propio embajador reconoció que son 564 los acusados y sancionados, de los cuales 297 están privados de la libertad, con condenas de varios años de prisión.
La delegación del FIT-U le pidió al embajador un listado completo con el nombre de las y los presos, el delito por el cual se lo condena y la pena dictada. La delegación del FIT-U transmitió, asimismo, la preocupación por las condiciones de detención que denuncian familiares de los presos. La delegación hizo hincapié en los casos de Brenda Díaz, presa trans, que cumple su condena en una cárcel de varones y a la que se la identifica por su nombre de nacimiento; y la situación de la reconocida historiadora de izquierda crítica Alina López (detenida en circunstancias posteriores), a quien se la ha dicho que si sale del país no se le permitiría volver, entre otras y otros.
El embajador Prada se comprometió a transmitir al gobierno cubano las preocupaciones aquí expuestas y ampliar la información sobre los presos, teniendo en cuenta lo reclamado por la delegación del FIT-U.
La delegación consultó también sobre la posibilidad de viajar a la isla para tomar contacto con familias de los presos y visitar los centros de detención en que se cumplen las condenas, como así también mantener reuniones al respecto con las autoridades cubanas, la cual fue, en principio, acogida positivamente por el embajador.
La delegación del FIT-U, único bloque político del país que rehúsa reunirse con Marc Stanley y los representantes del imperialismo yanqui, reiteró su repudio al bloqueo que sufre la isla por parte del Estados Unidos y la hipocresía con que reclama por la vigencia de los derechos humanos mientras, entre otros horrores, apoya y suministra armas al régimen sionista israelí para aplastar mediante métodos genocidas al pueblo palestino.
Sin embargo, manifestaron los representantes del FIT-U, la agresión imperialista no puede ser una excusa para cercenar el derecho legítimo de la clase trabajadora cubana a la protesta. Las manifestaciones, ocurridas durante el período del COVID englobaron a capas amplias de la población y daban cuenta -como lo admitió el propio gobierno cubano- de un malestar popular originados en penurias muy severas. Por supuesto, no se puede perder de vista en ningún momento los efectos del bloqueo, pero, al mismo tiempo, no se pueden soslayar las consecuencias derivadas de las medidas de austeridad adoptadas por el gobierno cubano, en el marco del Decreto de “ordenamiento monetario” de finales de 2020. En este contexto, sostenemos que no cabe catalogar a los episodios del 11 de Julio como una conspiración orquestada por el imperialismo, como sostiene el gobierno cubano, y más allá de los intentos de utilización que hayan intentado hacer algunos sectores de la derecha.
Nuestro reclamo por la libertad a los presos del 11J está realizado desde una posición opuesta al imperialismo yanqui y sus aliados, desde el ángulo de las y los trabajadores, del pueblo cubano que sufre y su juventud, por tanto, desde una perspectiva anti imperialista y socialista. Quienes integramos el FIT-U defendemos el derecho a la protesta en el marco de la defensa de la plena libertad de organización política y sindical de las y de los trabajadores cubanos.
Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad
Buenos Aires, 4/4/2024
Escribe José Castillo
La bancada del Frente de Izquierda Unidad tuvo una actuación destacada en todo el tratamiento de la Ley Ómnibus. Empecemos por lo obvio: fue el único bloque parlamentario que completo, con sus cinco diputados, votó en oposición a la ley. Unión por la Patria sufrió la deserción de tres legisladores tucumanos que terminaron apoyando la ley, y aún así, sólo 97 diputados votaron en contra, ya que otros dos “se encontraban ausentes”. Ni hablemos del resto de los bloques, donde salvo excepciones minoritarias, todos terminaron jugando para Milei y le permitieron la aprobación en general de la ley.
Las y los diputados del FIT Unidad estuvieron presentes denunciando desde el principio, en el plenario de comisiones, tanto el trámite absolutamente irregular con que se aprobó el dictámen, sino también el contenido reaccionario, represivo y ajustador de la ley, así como el hecho de que estaba escrito a la medida de los negocios de los grandes empresarios y el FMI. Ya en el tratamiento de la ley en el recinto, no sólo argumentaron contra el contenido del proyecto, sino que repetidas veces interrumpieron el debate para denunciar la represión que se está llevando adelante en las calles. Varias veces, las y los diputados del Frente de Izquierda se retiraron del recinto para incorporarse a la movilización, y fueron reprimidos junto con el conjunto de los manifestantes.
Lo destacado de la intervención del FIT Unidad llevó a que Myriam Bregman fuera insultada desde la barra por un empresario ultraderechista que había ingresado con autorización de los diputados de La Libertad Avanza. La rápida reacción del resto de las diputadas y diputados, que se negaron a continuar la sesión mientras estuviera presente el provocador, obligaron a que este se retirara.
En síntesis, el Frente de Izquierda Unidad tuvo una destacada participación en estas jornadas. A diferencia del peronismo, prácticamente ausente en las calles, el FIT Unidad movilizó todos los días del debate, fue reprimido y gaseado, incluso varios de sus dirigentes, se opuso sin medias tintas al proyecto de Ley Ómnibus y nunca dejó de señalar las responsabilidades del anterior gobierno peronista del Frente de Todos. Al mismo tiempo, siguió reclamando a la CGT y a las CTA que, para derrotar tanto la Ley Ómnibus, el DNU como las demás medidas del ajuste de Milei y el FMI, más que nunca, se necesita un nuevo paro general y un plan de lucha.