Sep 04, 2024 Last Updated 8:26 PM, Sep 3, 2024

Bolivia. Movilizaciones de trabajadores de la salud y fabriles

En la última semana se realizaron importantes movilizaciones en Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba, convocadas por las Centrales Obreras Departamentales (CODes) por la fuerte presión de las bases. Muchas fábricas, como Prosil y Duralit en Cochabamba, y también mineras de Santa Cruz, han cerrado o no pagan los salarios hace meses y sus obreros realizan huelgas de hambre y vigilias ante el Ministerio de Trabajo.

Es muy grande el repudio al gobierno, por permitir la violación de las leyes laborales, y a la burocracia sindical, que no hace nada. En Santa Cruz los trabajadores no le permitieron hablar al dirigente de las CODes Rolando Borda.

Por su parte, los trabajadores de la salud, en especial las enfermeras, están saliendo a la lucha en muchos lugares del país exigiendo su reconocimiento profesional, bioseguridad y el nombramiento de personal ante la pandemia.

Cabe destacar que la burocracia de la Central Obrera Boliviana no hace nada frente a estos reclamos tan urgentes de sus bases.


Venezuela. “El pueblo arrecho reclama sus derechos”

Arrecho significa enojado en Venezuela. El 22 de septiembre miles marcharon en la pequeña ciudad de Urachiche, en el estado de Yaracuy. Con consignas como “el pueblo arrecho reclama sus derechos” y “el pueblo unido jamás será vencido”, hombres, mujeres y jóvenes de Urachiche se movilizaron contra el gobierno por el funcionamiento desastroso de los servicios públicos, en particular por la escasez de gas y gasolina, contra los cortes de luz, así como por el hambre que sufren los más pobres y las calamidades que produce la pandemia.

La movilización autónoma, sin la tutela de los partidos de la oposición patronal, y con el pueblo trabajador como protagonista, es el ejemplo a seguir en todo el país, informó el PSL (ver más en laclase.info).


Bulgaria. Exigen en las calles que se vaya el gobierno

Miles de personas salieron el martes 22 en diversas ciudades de Bulgaria, en ocasión del Día de la Independencia, para exigir la renuncia del primer ministro y del procurador general del país, a quienes acusan de haberle permitido a una mafia oligárquica tomar el control del país balcánico.

Los manifestantes, predominantemente jóvenes, dicen que quieren medidas reales para combatir la corrupción y que están hastiados del estilo de gobierno del primer ministro Boyko Borisov, quien conduce el país desde 2009.

Las protestas, que tienen el respaldo de dos tercios de la población de acuerdo con los últimos sondeos, buscan que se adelanten las elecciones parlamentarias, programadas para marzo.

La presencia policial en el centro de Sofía fue fortalecida luego de que los organizadores anunciaron que la manifestación del martes se convertiría en un “gran alzamiento nacional”.


Vaticano. Cardenal “santo”, acusado de robar limosnas

Lo denuncian por la compra de una lujosa propiedad en Londres, valuada en 232 millones de dólares, con fondos de la Iglesia, incluidos los de las limosnas.

El cardenal Giovanni Angelo Becciu era un consejero cercano al Papa. “El Santo Padre aceptó la renuncia al cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presentada por Su Eminencia el Cardenal Giovanni Angelo Becciu”, indicó en un comunicado el Vaticano. Pero el cardenal declaró que le exigieron la renuncia. Es decir, que lo echaron. Entre sus importantísimas funciones, Becciu se encargaba de nombrar los “santos” de la Iglesia. ¡Si los “santos” son así cómo serán los “demonios”!

La agrupación internacional ambientalista Fridays for Future (Viernes por el Futuro) convocó para el 25 de septiembre a un día de acción global por el clima, el primero del año. Señala en su llamado: “Los próximos meses y años serán cruciales [...] Si queremos minimizar el riesgo de disparar una cadena irreversible de reacciones más allá del control humano, necesitamos actuar ahora. Por todo esto, es vital que la crisis climática no quede olvidada a la sombra del coronavirus, sino que se considere la máxima prioridad”.

En septiembre de 2019, hace un año, hubo manifestaciones en más de 3.000 ciudades de 150 países, millones de personas reclamando medidas eficaces contra el cambio climático. Una de las más grandes fue en Nueva York, en cuya cabecera marchaba la activista sueca Greta Thunberg, convertida ya en un símbolo mundial de la indignación juvenil por la falta de acción de los gobiernos y la inutilidad de las “cumbres” del imperialismo (G8, G20) para tomar medidas efectivas para frenar el aumento de la temperatura del planeta.

Esta nueva jornada mundial de 2020 se convoca con la pandemia del Covid-19 aún en curso. En momentos en que los huracanes del Caribe, con una fuerza sin precedentes, y los incendios de gigantescas extensiones en California y la Amazonía, nos muestran los desastrosos efectos del cambio climático.

Estos desastres, que se suman al propio Covid-19, son resultado directo de la decadencia del capitalismo. Un sistema de explotación que no mide consecuencias ambientales ni catástrofes humanas, cuando se trata de mantener o multiplicar sus ganancias. El crecimiento de la desigualdad social, del hacinamiento, el colapso de los sistemas de salud pública estatal del mundo y la destrucción ambiental son el terreno propicio para el surgimiento y desarrollo de viejas y nuevas enfermedades.

La destrucción de bosques, así como la agroindustria capitalista, como el caso de la dictadura china y la producción industrial de cerdos sin controles sanitarios, junto con el calentamiento global, nos están exponiendo a nuevas pandemias. Esto fue incluso previsto por un informe a la ONU de 250 científicos que culminó a comienzos del año pasado. Pero la ONU, como órgano del imperialismo, solo hace “informes” mientras deja correr que Estados Unidos, China y las grandes potencias capitalistas sigan, con sus multinacionales, destruyendo el ambiente.

La actual crisis económica mundial y una recesión del 6% al 8% mundial, lejos de atenuar el problema de la contaminación y depredación ambiental, como habían pronosticado algunos ambientalistas, las está agravando. Los gobiernos capitalistas, desde Estados Unidos a China, pasando por los países semicoloniales, tienden a dar carta blanca a las multinacionales para que puedan mantener ganancias y, para eso, les permiten violar las insuficientes reglamentaciones ambientales que tienen los Estados. Un ejemplo catastrófico muy claro es el de los incendios en la Amazonía, en Brasil y Bolivia, provocados tanto por el calentamiento global como por terratenientes que impulsan los incendios intencionalmente, y amparados por los gobiernos para ampliar la “frontera agrícola” de la agroindustria capitalista.

Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI) llamamos a impulsar la jornada de lucha mundial del 25 de septiembre, afirmando que el responsable del desastre climático es el propio sistema capitalista imperialista. Que la única salida posible para frenar esta catástrofe es luchar por terminar con el capitalismo imponiendo gobiernos de la clase trabajadora y los sectores populares, expropiando a las multinacionales y a la banca sin ninguna indemnización, protegiendo a trabajadoras y trabajadores. Gobiernos que inicien la construcción de una sociedad socialista en donde se planifique democráticamente la economía y producción minera, agrícola, pesquera e industrial al servicio de las amplias mayorías trabajadoras y al cuidado de la naturaleza. ¡Socialismo o catástrofe!

Desde la UIT-CI llamamos a movilizar el 25 de septiembre bajo la modalidad que sea posible en cada país. Lo hacemos apoyando las luchas contra la contaminación del agua, el aire, las tierras y el mar; contra la destrucción incendiaria de las selvas y la tala indiscriminada; contra la depredación de la naturaleza por las multinacionales y su saqueo imperialista; por la prohibición de la minería a cielo abierto; por la expropiación de las multinacionales mineras, del petróleo y el gas, de agroquímicos (Monsanto-Bayer y otras) y de la agroindustria capitalista que depreda, envenena y destruye ríos y bosques.

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI)

18 de septiembre de 2020

 

 

Tailandia. Masivas protestas contra el rey de las veinte esposas

Al grito de “abajo el feudalismo, larga vida al pueblo”, decenas de miles de personas lideradas por estudiantes se manifestaron el sábado 12 en Bangkok para pedir más democracia y una reforma de la monarquía, hasta ahora un tema tabú en Tailandia.

Desde julio, los estudiantes se manifiestan casi a diario para pedir una nueva Constitución, elecciones y reducir el excesivo poder del rey Vajiralongkorn.

La movilización fue convocada por catorce organizaciones. Muchos de sus dirigentes han sido detenidos y acusados de sedición, entre otros delitos, por denunciar los abusos de la monarquía.

El actual rey de Tailandia, Vajiralongkorn, se da la gran vida en Alemania en un hotel cinco estrellas, con grandes lujos solo para él, sus veinte esposas y la servidumbre. Al tiempo que se recortó el presupuesto de educación, se aumentó el presupuesto de la Casa Real en 56 millones de dólares, que incluye el mantenimiento de una flota de treinta y ocho aviones y helicópteros y el pago del hotel donde reside el rey.


 Francia. Trabajadores en huelga por salarios y pérdida de empleos

Los sindicatos más poderosos de Francia convocaron a una huelga y protesta el jueves para denunciar la pérdida de empleos durante la pandemia y exigir aumentos salariales.

Entre los gremios participantes se incluyen el segundo sindicato más grande del país, la Confederación General del Trabajo (CGT), la agrupación de organizaciones Solidaires Unitaires Démocratiques y la Fédération Syndicale Unitaire (FSU), los principales sindicatos de educación y del sector público, junto con varias organizaciones juveniles.


Médicos Sin Fronteras rechaza violento traslado de refugiados en Lesbos

A una semana del incendio que destruyó el campo de refugiados africanos y asiáticos de Moria, en la isla griega de Lesbos, las autoridades han comenzado a trasladar a cientos de personas en una operación policial iniciada en estos días.

Médicos Sin Fronteras (MSF) manifiesta su rechazo frontal a la instalación de un nuevo campo y solicita a los estados europeos que evacúen a todas las personas de Lesbos y del resto de islas griegas. Asimismo, la organización médico-humanitaria alerta sobre el deterioro de la salud de los pacientes tras una semana durmiendo en las calles y las colinas. Demandan que los refugiados sean evacuados y llevados a un lugar seguro en Grecia, o en otros países europeos.


Estado español. Estudiantes y docentes en huelga exigen la contratación estatal de 165.000 profesores

Durante tres días, del 16 al 18 de septiembre, trabajadores y estudiantes mantuvieron una protesta, en medio del rebrote de contagios de Covid19, para denunciar las precarias condiciones en que se encuentra la educación pública.

El Sindicato de Estudiantes señaló que, ante el decreto gubernamental del retorno a clases presenciales, se ha desprotegido al personal, con carencia de bioseguridad e implementos sanitarios proporcionados por el Estado. También pidieron mejorar las condiciones laborales del personal docente y de los educandos.

“El Ministerio de Educación alimenta la brecha de clase que durante la pandemia no ha dejado de crecer, favorece la degradación de la enseñanza pública y siembra un fracaso escolar mayor entre los estudiantes de familias trabajadoras”, expresó en un comunicado el Sindicato de Estudiantes.

Exigen la aprobación de una partida de 100.000 millones de euros, la misma cantidad que se ha entregado a grandes empresas y bancos, para rescatar la educación pública. Y la contratación de 165.000 profesores para garantizar una atención más individualizada.

 

Escribe Mónica Méndez, secretaria de Organización y Finanzas de Cicop y dirigenta de Salud en Marcha

Convocada por la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores - Cuarta Internacional, el pasado sábado 12 se realizó una reunión abierta de los trabajadores de la salud que en sus respectivos países dan pelea por la salud del pueblo, por sus condiciones de trabajo y por sus propias vidas. Con la presencia de delegaciones de activistas y dirigentes provenientes de casi una decena de países de Latinoamérica, esta primera reunión internacional dio cuenta durante más de tres horas de un intenso, enriquecedor y, por momentos, desgarrador intercambio. A través de casi una veintena de intervenciones se abordaron tanto las terribles experiencias que se viven en la primera línea del combate contra la pandemia del coronavirus como las durísimas peleas que se dan en cada país por mejorar las condiciones en las que millares de trabajadores de la salud enfrentan la dura realidad de sistemas sanitarios devastados por décadas de políticas de ajuste dictadas por el imperialismo y aplicadas por gobiernos de distinto pelaje en todo el continente. Pero la reunión sirvió también para discutir alrededor de una salida de fondo para dar solución a la terrible situación de los sistemas sanitarios que ha quedado al descubierto con la pandemia del Covid-19.

El encuentro contó con una breve apertura a cargo del compañero Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop y dirigente de la agrupación Salud en Marcha, de la Argentina. En el inicio se abordó un primer esbozo sobre la situación general de deterioro de los sistemas sanitarios, así como la propuesta de impulsar distintas acciones en el marco de una campaña por sistemas de salud estatales y gratuitos para todas y todos financiados sobre la base del no pago de las deudas externas e impuestos a las grandes fortunas.

Luego se dio paso a las intervenciones de las y los referentes de las delegaciones participantes. Por Brasil, la compañera de la CST Zila Camarão, técnica de enfermería del Hospital Universitario João Barros Barreto, de Belem,Pará. De Panamá, la dirigente de Propuesta Socialista Priscilla Vázquez, presidenta de la Asociación de Empleados de la Caja de Seguro Social.  De Bolivia, Amado Quispe, trabajador de salud pública de Sucre, ex dirigente de la Federación de Trabajadores de Salud de Chuquisaca. Del Perú, la compañera de Uníos Liliana Mayhuasca, dirigenta del Sindicato de Técnicos Asistenciales San Juan de Lurigancho. De México, Francisco Retama, coordinador de la Red de Trabajadoras y Trabajadores en Defensa de los Derechos y la Salud. Por Venezuela, el compañero Thony Navas, de Sirtrasalud, Caracas. Y por nuestro país quien escribe, como secretaria de Organización y Finanzas, Cicop.

El intercambio posterior destacó con toda crudeza la situación a la que se ven expuestos miles de trabajadores de la salud en todo el continente. En primera persona se escucharon relatos impactantes de las condiciones en las que se encuentra el sistema de salud en Latinoamérica y las múltiples peripecias que enfrentan sus trabajadores, exponiendo muchas veces su salud física y mental, e incluso sus propias vidas. Entre decenas de intervenciones, se destacó la de la compañera Patricia Llivisaca, secretaria general del Sindicato de Enfermeras del Hospital Regional Vicente Corral Moscoso, de Cuenca, Ecuador.

Para cerrar la reunión, Priscilla Vázquez, quien encabezó una nutrida delegación de Panamá, valoró el encuentro como un gran paso en la unidad de las y los trabajadores de la salud y, como tal, del conjunto de la clase trabajadora. Tomando las propuestas aparecidas en el debate resaltó la necesidad de continuar con una nueva reunión, pero también con acciones comunes en defensa de la salud y en particular una campaña en defensa de las y los compañeros perseguidos en cada país por defender sus condiciones de trabajo. Por otro lado, Reynaldo Saccone resaltó la necesidad de dar continuidad a este espacio con nuevas reuniones y una declaración en torno de la voluntad de lucha expresada en la reunión, brindando apoyo a cada una de las luchas. En nombre de Izquierda Socialista y de la UIT, el compañero Saccone remarcó el entusiasmo por haber dado este primer paso y propuso como objetivo seguir aportando al nucleamiento internacional de los activistas y luchadores de la salud en la perspectiva de una salida de fondo.

El pasado martes 8 de septiembre, la policía colombiana mató en Bogotá, con descargas de una pistola Taser, a Javier Ordóñez, abogado de 46 años. Al día siguiente se generó una ola de fuertes protestas en la capital colombiana, que luego se extendieron a otras ciudades, como Cali, Medellín, Popayán, Pereira y Manizales.

Por las redes sociales circularon los videos cuando los policías sometían a Ordóñez, colocándole sus rodillas sobre el cuello, y por lo menos durante dos minutos le daban choques eléctricos con la pistola. En los videos se puede oír cuando el abogado les decía a los policías: “Ya, por favor, ya, no más. Por favor, no”, y a las personas que filmaban exigirles a los policías que lo dejaran tranquilo, que estaba pidiendo “por favor” que no continuaran con las descargas eléctricas.

Se repetían así, con mucho parecido, las imágenes del asesinato en los Estados Unidos de George Floyd a manos de la policía. Un nuevo caso de brutalidad policial que se repite una y otra vez en el marco capitalista.

Al día siguiente del asesinato, la indignación causada por estas imágenes estalló en todo el país. Miles de manifestantes arremetieron contra patrullas de la policía y los llamados Comandos de Acción Inmediata (CAI), módulos de la policía ubicados en distintos lugares de la ciudad. Hasta ahora ya han sido asesinadas unas trece personas por las fuerzas de seguridad del Estado y habría más de doscientos heridos como consecuencia de la represión del gobierno de Iván Duque.

Este asesinato fue precedido de cincuenta y cinco masacres de jóvenes en distintas partes del país en las que han muerto 228 personas, todo con la complicidad del uribismo y el gobierno de Duque, que trató de minimizar estos hechos diciendo que no eran masacres sino homicidios colectivos.

En Colombia es habitual la violencia policial y militar, situación que se ha agravado en el marco de la cuarentena establecida para evitar los contagios del Covid-19.

El pasado año, en el marco del paro nacional de noviembre, fue asesinado el joven Dilan Cruz a manos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), unidad de elite de la policía que reprimió brutalmente las protestas, lo que llevó a que muchas organizaciones sociales y de derechos humanos solicitaran la eliminación del Esmad. En mayo también fue asesinado por la policía Anderson Arboleda, joven afrodescendiente.

Detrás de las protestas que se desataron contra la violencia policial y en repudio al asesinato de Ordóñez está el fantasma de la desigualdad y la pobreza que crecen en Colombia, agravadas por los efectos del coronavirus en la economía. No es casual que los manifestantes hayan arremetido contra las sedes bancarias, a las que muchos colombianos hacen responsables de la situación social del país, junto al gobierno uribista de Iván Duque, cada vez más desprestigiado y sumido en una profunda crisis política.

La movilización popular fue de tal magnitud que el gobierno se vio obligado a pedir perdón a los familiares de Ordóñez. Sin embargo, buscan minimizar el hecho diciendo que se trata de hechos aislados, de “manzanas podridas” que habría en la policía, cuando en realidad se trata de un aparato represivo que, mediante la violencia, intenta frenar el gran descontento popular que se viene acumulando en Colombia y que se puso de manifiesto en 2019 con el masivo paro nacional de noviembre. A este aparato represivo se suman los cuerpos paramilitares, amparados por el Estado, responsables de las masacres que han recrudecido en los últimos meses.

Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI), repudiamos el asesinato de Ordóñez, exigimos juicio y castigo para los policías responsables del asesinato y llamamos a impulsar una amplia y unitaria solidaridad internacional con el pueblo y los trabajadores colombianos. En tal sentido, nos sumamos a través de nuestros compañeros de Colectivos Unidos a las marchas del próximo lunes 13 en Bogotá, Cali, Medellín y otras ciudades, convocadas por el Bloque por el Paro Indefinido, la Coordinadora Nacional Sindical, Social y Popular y otras organizaciones, en el marco de la conmemoración del paro nacional del 14 de septiembre de 1977.

 

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)

12 de septiembre de 2020

 

 

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