Jan 09, 2025 Last Updated 4:55 PM, Jan 9, 2025

Chile. A un año de la rebelión popular, cientos de miles en Plaza Dignidad

Este domingo 18 de octubre demostraron la firme voluntad de lucha que el coronavirus no ha logrado socavar.

El gobierno y la oposición, con la colaboración del reformismo y la falsa izquierda del PC y el FA, buscan desesperadamente desviar las movilizaciones contra Piñera hacia la vía muerta del parlamentarismo mediante un plebiscito para reformar la constitución.

Las masas, como es frecuente, tienen la esperanza de que algo pueda salir de esta nueva trampa tendida por el sistema. Será un paréntesis de la lucha iniciada en octubre que se reanudará, a no dudarlo, con nuevos bríos ante la comprobación inevitable de que serán nuevamente engañadas.

El MST (UIT-CI) concurrió a la Plaza Dignidad levantando, entre otras, las consignas ¡que se vaya Piñera!, ¡no más AFP!, ¡trabajo digno y sueldo igual al costo de vida!, ¡basta de despidos y suspensiones!, ¡ni una menos!, ¡libertad a todxs lxs presos políticos!


Haití. Protestas masivas para que se vaya el presidente

Las movilizaciones se produjeron en las principales ciudades. Se levantaron barricadas, animadas por bandas de música, mientras los participantes coreaban consignas y exhibían carteles repudiando al presidente Jovenal Moise. Un manifestante resultó asesinado. Partidos y organizaciones de la oposición anunciaron que continuarán manifestándose para obligar al mandatario a renunciar antes del 7 de febrero del año próximo para que un gobierno de transición convoque a elecciones.


Indonesia. Huelgas y manifestaciones de estudiantes y trabajadores

Ya llevan tres semanas de protestas. Rechazan nuevas leyes que, con el argumento de “impulsar las inversiones” (de multinacionales en primer lugar), destruyen los derechos laborales y la protección ambiental. La policía detuvo a más de seis mil personas. “Queremos que se revoque la ley general y que el gobierno emita un decreto presidencial para reemplazarla”, dijo Ema Liliefna, de la Confederación de Sindicatos de Indonesia.


Tailandia. Protesta contra el primer ministro

Decenas de miles de manifestantes prodemocracia, con una masiva participación estudiantil, desafiaron este sábado 17 de octubre la prohibición de reunirse en la capital tailandesa para reclamar la dimisión del primer ministro Prayut Chan O Cha, que llegó al poder mediante un golpe de Estado en 2014 y fue legitimado en elecciones tramposas el año pasado. También reclaman una reforma de la monarquía. El movimiento sale a las calles desde hace tres meses al grito de “¡viva el pueblo, abajo la dictadura!”.


Bielorrusia. Lukashenko reprime las huelgas

El gobierno declaró ilegal la huelga en el conglomerado minero estatal Belaruskali y encarceló a los trabajadores que estaban en huelga, entre ellos Siarhei Charkasau, vicepresidente del Sindicato Independiente de Bielorrusia. Belaruskaliy es el mayor exportador mundial de potasa y es una de las principales fuentes de ingresos del país. Además de Charkasau, más de cuarenta activistas sindicales independientes fueron apresados.

El Movimiento al Socialismo (MAS) ganaría en primera vuelta, según los cómputos iniciales y las bocas de urna, por 52,4% y con resultados arriba del 60% en La Paz y Cochabamba. La presidenta de facto, la reaccionaria Jeanine Añez, ya admitió la victoria del MAS en los primeros sondeos. Lo mismo han hecho los candidatos Mesa y Camacho. Luis Arce Catacora, ex ministro de economía y candidato del MAS, se impuso muy por encima del 31,5% de su inmediato rival, Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana. Mientras el ultra derechista Luis Fernando Camacho, de Creemos, habría logrado un 14%.

Evidentemente el triunfo del MAS refleja que el golpe cívico-militar fue un golpe débil, reprimio pero no pudo imponer una contrarrevolución, no logró una derrota del movimiento obrero y campesino boliviano. El imperialismo, la derecha oligárquica y los sectores de la gran burguesía boliviana (en especial de Santa Cruz) no se atrevieron a ir hasta ahí por temor a la reacción del movimiento de masas. Por eso, por ejemplo, no disolvió el parlamento y llamó a elecciones, pactando con el MAS y el propio Evo Morales que él no fuera de candidato.

Esa es la debilidad del gobierno reaccionario de Añez, que lleva a este resultado. Amplios sectores de la clase trabajadora, de los y las campesinas y de los sectores populares, venían con críticas y con aspectos de ruptura con el MAS, por sus traiciones y entregas. Incluso hubo organizaciones obreras y campesinas que públicamente cuestionaron la candidatura de Luis Arce y otras candidaturas a diputados. Pero ante los candidatos de la derecha oligárquica y pro yanky, frente a las consecuencias del Covid 19 y a toda la política de ajuste y represión, votan y ratifican al MAS, al reformismo de centro izquierda.

Comprendemos el voto de esos millones de trabajadoras y trabajadores, pero no lo compartimos. Porque un nuevo gobierno del MAS no traerá las soluciones que necesita el pueblo trabajador boliviano. Viene de gobernar durante 16 años al servicio de las multinacionales del gas y del agronegocio mientras decía que era “socialista”. Por eso nuestros compañeros de ARPT, sección de la UIT-CI, llamaron a votar en blanco o nulo, en la perspectiva de continuar la lucha por un cambio de fondo y por construir una nueva alternativa política de la clase trabajadora.

Desde ya que haya ganado el MAS y no Mesa o Camacho, es un golpe político a la ultraderecha continental y yanqui. Es una derrota política para los Trump, Bolsonaro, Duque o Piñera.
Pero no podemos dejar de señalar que el nuevo gobierno del MAS seguirá siendo un gobierno del doble discurso y de pactos con las multinacionales. Como lo es el gobierno de Alberto y Cristina Fernández.

Luis Covas, en El Socialista, Argentina
20/10/2020

Una nueva guerra por el pequeño territorio de Nagorno Karabaj ha estallado el 27 de septiembre de 2020. Los combates armados y los bombardeos sobre Nagorno-Karabaj y su capital no han cesado. Cientos de soldados y civiles ya han muerto en los enfrentamientos. Y puede terminar en una guerra global entre Azerbaiyán y Armenia. Las dos partes se acusan mutuamente de iniciar el conflicto.

Este conflicto es muy complejo y tiene una larga historia de disputas territoriales en la región del Cáucaso sur. La población de Nagorno Karabaj (unos 150.000 habitantes) es mayoritariamente de origen armenio y, en 1991, se proclamó república independiente de Artsaj, con apoyo militar de Armenia y Rusia. Desde entonces el conflicto ha estado presente y sin solución.

Hay que tener en cuenta que el enfrentamiento entre Armenia (2.900.000 habitantes, mayoría armenia cristiana) y Azerbaiyán (10.000.000 de habitantes, mayoría musulmana) por Nagorno Karabaj no se limita solo a Nagorno Karabaj, sino que incluye otras grandes porciones de territorio de Azerbaiyán que fueron arrebatadas por Armenia durante la guerra que culminó en 1994.

Nagorno Karabaj no era fronteriza con Armenia, sino que era un enclave armenio rodeado por regiones de Azerbaiyán. Armenia lanzó una acción militar que arrasó el territorio azerbaiyano que rodeaba Nagorno Karabaj, separando la región de Nahchevan azerí de Azerbaiyán y provocando matanzas, limpiezas étnicas y el éxodo de cientos de miles de azeríes (unos 600.000 viven actualmente en Azerbaiyán), vaciando de población esos territorios y trasladando población armenia.

La otra cara de la moneda es el régimen capitalista de Azerbaiyán, que se ha negado siempre a reconocer el derecho del pueblo de Nagorno Karabaj a decidir su destino propio.

Rechazamos esta guerra que solo traerá más muertes, destrucción y miseria para sus pueblos. Mientras tanto, las potencias imperialistas, miembros de la OTAN y el expansionismo agresivo de los regímenes capitalistas de Rusia y Turquía usan este conflicto para avanzar en sus proyectos de dominio de los pueblos y de sus riquezas para la explotación capitalista.

¿De dónde viene el conflicto?

El conflicto tiene su raíz en siglos de rivalidades y masacres étnicas que tuvieron que ver con la formación y disputa de los viejos imperios capitalistas (inglés, francés, otomano, ruso).

La pequeña región de Nagorno Karabaj está poblada desde hace siglos mayoritariamente por una población de lengua armenia y cultura cristiana.

Cuando surgió la Unión Soviética, por la revolución socialista de 1917, se expropió a terratenientes y capitalistas y hubo más de una década de convivencia pacífica entre las distintas nacionalidades históricas del Cáucaso. Luego de la muerte de Lenin, y con el surgimiento de la casta burocrática contrarrevolucionaria encabezada por Stalin, se volvieron a abrir las heridas. Stalin, en los años ’30, cedió ese pequeño territorio a Azerbaiyán para dividir y controlar a los pueblos en beneficio de la burocracia del Kremlin.

Al disolverse la Unión Soviética, en 1991, y restaurarse el capitalismo, resurgió con fuerza la antigua división de los pueblos, ahora subordinada directamente a los intereses de distintos sectores capitalistas e imperialistas por el control de los territorios y sus riquezas. Así, tanto Armenia como Azerbaiyán se convirtieron en países capitalistas.

En 1991 Nagorno Karabaj se declaró independiente y se desató una guerra entre Azerbaiyán y Armenia, apoyada por Rusia. En 1994 terminó la guerra con un alto el fuego, pero sin acuerdo. Nagorno Karabaj se independizó precariamente, ya que ningún país del mundo reconoció esa independencia. Desde entonces se reiteran los incidentes y los choques armados.

El conflicto armado y el peligro de una nueva guerra fratricida

El conflicto de Nagorno Karabaj siempre ha sido utilizado por los regímenes de Azerbaiyán y Armenia para desviar la atención de sus pueblos frente a la crisis política y social de sus países, levantando la bandera de la “unidad nacional”. En medio de la nueva crisis aguda capitalista, los regímenes de Azerbaiyán y Armenia sufren cuestionamientos de sus pueblos.

El régimen de Azerbaiyán, encabezado por el islámico Ilham Aliyev, sucesor de su padre, gobierna desde hace casi veinte años. Enfrenta cuestionamientos por su represión y por la crisis social. La caída de los precios del petróleo lo afectó. El país es exportador de petróleo y gas. Tiene acuerdos especiales con Turquía, que compra sus hidrocarburos. Entre los principales inversores están las empresas británicas, rusas y turcas. Aliyev ha declarado que no se detendrá hasta recuperar Nagorno Karabaj. Cuenta con el claro apoyo político y militar del régimen turco de Erdogan, quien declaró abiertamente que “la lucha continuará hasta que Karabaj sea liberado de la ocupación” (Clarín, Argentina, 3/10/2020). La intervención solapada de Estados Unidos en el conflicto puede estar detrás del rol de Israel, que lleva tiempo vendiendo armamento moderno a Azerbaiyán, que compró en gran cantidad.

Por otro lado, el actual gobierno armenio llegó al poder a partir de la insurrección popular de 2018 que terminó sacando al anterior gobierno y obligando a realizar nuevas elecciones. Armenia es un gran productor y exportador de cobre y privatizó todas sus antiguas empresas estatales.

Si bien Armenia ha contado siempre con el respaldo de Putin y Rusia, el nuevo gobierno ha buscado tener relaciones más cercanas con la Unión Europea (UE) y la OTAN. Por eso Rusia está dando un tibio apoyo a Armenia y no quiere romper totalmente sus vínculos con Azerbaiyán. Y, a su vez, Francia y la UE buscan apoyar a Armenia en una nueva negociación. El imperialismo francés, donde hay una gran comunidad armenia, con su sector capitalista, tiene con Armenia vínculos especiales económicos y políticos.

No a la guerra entre Armenia y Azerbaiyán

Con esta guerra, la clase trabajadora y los pueblos de la región nada pueden ganar, sino sólo ser más sometidos a las multinacionales.

La ONU habla de “paz” pero deja correr los enfrentamientos, o la “paz” tramposa con ocupación militar de territorios para dejar el campo libre a las multinacionales imperialistas para explotar a las y los trabajadores, falsamente divididos por odios nacionales.

Solo habrá una verdadera paz y convivencia justa entre los pueblos si se termina con el sistema capitalista imperialista y sus gobiernos capitalistas y se expulsa a las multinacionales que hoy imponen sus intereses. Solo un verdadero socialismo, no el falso socialismo que gobernó la ex URSS, permitiría superar las fronteras nacionales y que los pueblos convivan en armonía, respetando sus nacionalidades y culturas, planificando sus economías en beneficio de la clase trabajadora y los sectores populares de la región del Cáucaso.

En esta perspectiva de fondo, hoy es urgente detener esta guerra entre pueblos manejados como peones de intereses capitalistas imperialistas y de los regímenes de Turquía y Rusia.

Desde la UIT-CI llamamos a todas las organizaciones políticas, sindicales y estudiantiles que se reclaman democráticas y antiimperialistas del mundo, a pronunciarse contra la guerra entre Azerbaiyán y Armenia.

Fuera la injerencia política y militar de los países imperialistas (la UE y los Estados Unidos) en el conflicto de Nagorno Karabaj.

Fuera el expansionismo agresivo de los regímenes capitalistas de Rusia y Turquía en la región.

Alto a las masacres de la población civil.

Por el respeto a la autodeterminación del pueblo de Nagorno Karabaj. Desocupación por parte de Armenia de los territorios azerbaiyanos y derecho pleno de la población a volver a su territorio.

¡No a la guerra entre Armenia y Azerbaiyán!

 

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)

8 de octubre de 2020

 

La Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta internacional (UIT-CI) está organizando para el sábado 17 de octubre, a las 12, hora de Argentina, un encuentro de mujeres virtual en el que se destacarán las luchas feministas en este contexto de pandemia. Podés inscribirte aquí

La combinación de la pandemia del Covid-19 con la actual crisis económica del sistema capitalista imperialista incrementa las desigualdades de género: mayor feminización de la pobreza, un notable aumento de las tareas de cuidado y trabajo reproductivo, crecimiento de la violencia de género, que se suma a nuevos impedimentos en el acceso a la salud reproductiva y los derechos sexuales. Estas son las políticas que el imperialismo y todos los gobiernos del mundo están llevando adelante para descargar la crisis capitalista sobre las espaldas del conjunto de la clase trabajadora y que pesan más sobre las mujeres. Por eso la lucha feminista y la organización de las mujeres de manera independiente es crucial para enfrentar estos ataques.

Te invitamos a participar del encuentro internacional de mujeres organizado por la UIT-CI de manera virtual en el que estarán presentes compañeras de distintos países. Contaremos con la voz de mujeres latinoamericanas y del Caribe, de los Estados Unidos, Europa y Medio Oriente. No te pierdas la oportunidad de escuchar y de debatir con las protagonistas de las principales luchas feministas del mundo.

Escribe Miguel Lamas

La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, homenajeó el 8 de octubre a los asesinos del Che Guevara, el ejército represor de la dictadura de Barrientos, a 53 años del hecho. Por su lado, Bolsonaro en Brasil dijo que el Che “solo inspira a marginales, drogadictos y a la escoria de izquierda”.

Recordemos que el Che fue asesinado el 9 de octubre de 1967, después de ser capturado por los militares al servicio de la dictadura de Barrientos, que ese mismo año, ese mismo ejército, había masacrado a balazos a los mineros, el 23 y 24 de junio, en la llamada Masacre de San Juan, matando, hiriendo gravemente o desapareciendo a doscientos trabajadores porque se oponían a la dictadura militar, luchaban por un gobierno de los trabajadores y coincidían con la lucha del Che por un verdadero socialismo.

El ministro de Defensa de Bolivia aprovechó para lanzar una amenaza “a cubanos, venezolanos, argentinos o lo que fuere que van a encontrar la muerte en nuestro territorio”, con el claro propósito de criminalizar y justificar la represión e incluso asesinatos, en cualquier protesta social, con el argumento de las guerrillas de hace medio siglo y supuestos invasores extranjeros, reivindicando de paso a la sangrienta dictadura del general Barrientos, que es como reivindicar a Videla en la Argentina.  

Los dichos llenos de odio de estos personajes y gobiernos ultraderechistas muestran que, a 53 años de su muerte, aún le temen a las ideas del Che. Pese a las tergiversaciones de los falsos socialistas del chavismo, las ideas del Che, internacionalistas y por un verdadero socialismo, sin multinacionales ni capitalistas, siguen vivas.

 

 

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