Reproducimos a continuación una declaración posterior a la elección del domingo 25 de nuestros compañeros del Movimiento Socialista de los Trabajadores (sección de la UIT-CI y partido hermano de Izquierda Socialista). En él se analizan los resultados del plebiscito y los desafíos planteados hacia la elección de convencionales constitucionales fijada para el 11 de abril del año próximo.
Lo que la votación de ayer expresó fue una ruptura radical y masiva con el pasado. En ese sentido fue una continuación directa de la gran movilización iniciada el 18 de octubre del año pasado contra las alzas, la miseria, el régimen corrupto y el gobierno de Piñera.
Es un triunfo del conjunto del pueblo que salió a la calle y soportó asesinatos, mutilaciones, cárcel, en suma, la represión violenta de un gobierno sostenido por los políticos y el Parlamento.
La votación del “apruebo”, con 78% del total, ha dejado en claro el masivo repudio a la Constitución de Pinochet. La misma Constitución a la que se aferra Piñera y la derecha para mantenerse en el poder a pesar del profundo repudio de la población.
Contra lo que esperaba la derecha y la falsa oposición, la política de los acuerdos fue derrotada. Ellos esperaban una importante votación al rechazo, para evitar cualquier cambio importante a la actual constitución. Necesitaban que la derecha tuviera una buena votación, para justificar los vetos e impedimentos a los cambios. Sin embargo, la derecha y el gobierno resultaron derrotados con un escuálido 20% de apoyo.
Por eso decimos que el otro gran derrotado es el gobierno de Piñera, y de quienes lo sostienen. El 20% del rechazo expresó, de nuevo, la total ausencia de una base social fuerte de apoyo al gobierno, pero esta vez incluye, incluso, a los sectores más de derecha que venían criticando a Piñera. ¡Todos juntos, fueron incapaces de construir una base de apoyo fuerte!
Las celebraciones por la noche, estuvieron totalmente teñidas de gritos y pancartas contra Piñera. Millones votaron contra el gobierno, y lo hicieron saber en las calles. Lejos del discurso de unidad que dieron en la Moneda, Piñera debió cambiar su local de votación a un colegio en un barrio rico del país, votó muy temprano y con escolta policial, situación que no dejó indiferente a nadie. “Cambios para evitar protestas”, debieron reconocer en La Moneda.
La contundencia del triunfo dejó, además, heridos de muerte a los viejos partidos políticos que por 30 años defendieron los privilegios de los grandes grupos económicos, el capital extranjero y a las fuerzas represivas bajo las turbias aguas de la política de los acuerdos y la corrupción.
De nuevo, las celebraciones en la noche expresaron esta realidad innegable. La Concertación celebró escondidos en un local partidario. El PC y el Frente Amplio se debieron conformar con ir a una plaza absolutamente secundaria de la capital, sumándose a las actividades llamadas por asambleas. ¡Ningún sector de la oposición pudo hacer un acto público reivindicándose el triunfo! ¡Ninguno pudo aparecer en Plaza Dignidad!
La Constitución quedó herida de muerte tras el rechazo masivo del pueblo y los trabajadores en el plebiscito, pero aún no muere.
¿Y si Piñera, el régimen y sus partidos fueron derrotados que ganó el pueblo?
No debemos engañarnos, si bien se ha conseguido una votación histórica contra la constitución de Pinochet y el gobierno, se ha hecho en el marco de un proceso impuesto por el corrupto Acuerdo por la Paz. Por eso este triunfo expresa, también, un proceso contradictorio.
Nos están guiando a la trampa de las maniobras y las mentiras de la ley 21.200, que regula la convención constitucional. La que le da 2/3 de quórum a la derecha y la ex Concertación para defender el legado de Pinochet, que impide cambiar acuerdos con las multinacionales, que evita que la convención sea libre y soberana. Sobre todo, va a poner la convención en manos de los partidos de los 30 años, dejando fuera a las y los independientes.
Por eso, debemos seguir denunciando esta trampa, pero interviniendo con todo en la Convención sin dejar las calles, y sin dejar de exigir la salida de Piñera ahora. Debemos impedir que se salgan con la suya y que utilicen este triunfo popular contra la voluntad del pueblo con una versión 2.0 de la corrupta política de los acuerdos.
A pesar de lo difícil que será, debemos intervenir con candidatos surgidos de los sindicatos, organizaciones feministas, de las asambleas territoriales y las movilizaciones. Debemos seguir usando el instrumento poderoso de la movilización ya que fue él quien verdaderamente posibilitó este triunfo.
Piñera se debe ir ahora
Las y los presos de la lucha deben salir de las cárceles y sus procesos o condenas deben ser anuladas.
Que se ponga fin al toque de queda y la intervención de los militares en labores represivas.
Disolución ahora de Carabineros y creación de una nueva fuerza policial elegida de abajo arriba con un sólo escalafón y bajo control de los vecinos y los trabajadores.
El pueblo no se debe desmovilizar ahora bajo pena de perderlo todo.
Deben los trabajadores, sectores barriales y populares, nuestros pueblos originarios, las mujeres y la disidencia construir una nueva dirección política de la clase trabajadora y el pueblo, anticapitalista, democrática y de lucha, barriendo con los burócratas y dirigentes que impiden su lucha. Debemos luchar por un gobierno de la clase trabajadora y el pueblo, que es la única garantía de que podremos resolver las demandas más sentidas. Y para defender esta propuesta y llevarla a todos los rincones de nuestro país, debemos construir juntos un nuevo referente político para seguir luchando.
Por esto, te invitamos a unirte al MST (sección chilena de la UIT-CI). Participa de nuestros talleres y charlas, legalicemos candidatos de lucha y garanticemos el verdadero triunfo obrero y popular: El socialismo organizado democráticamente por el pueblo y los trabajadores.
Polacas a las calles tras una sentencia contra el aborto
El Tribunal Constitucional, ante una demanda del partido gobernante de ultraderecha, ha sentenciado que la interrupción del embarazo por malformaciones fetales graves, como enfermedad o discapacidad, es contrario a la Constitución. El arzobispo de Cracovia, Marek Jedraszewski, ha expresado el “aprecio por el coraje y la integridad” de los jueces.
La oposición, por su parte, ha criticado que “han terminado los derechos de las mujeres en Polonia”. Varios miembros del Parlamento han tildado el fallo de “crimen contra la humanidad”. Polonia es uno de los países más restrictivos de la Unión Europea respecto del derecho al aborto. El fallo judicial lleva ahora a una prohibición absoluta.
Las movilizaciones masivas de mujeres y hombres en contra de la sentencia se extendieron a más de sesenta ciudades.
Nigeria. Rebelión juvenil contra la represión y por trabajo
El país más poblado de África (206 millones de habitantes), lleva dos semanas de plena agitación social con miles de jóvenes protestando en las calles contra la violencia policial y militar, que ya causó más de treinta y ocho muertos, y por la falta de empleo.
Autoconvocados por redes sociales, le exigieron al gobierno que disuelva la unidad de la policía federal SARS, acusada de cientos de asesinatos.
Contra las cuerdas, el presidente Muhammadu Buhari –general que lideró una junta militar que gobernó Nigeria a principios de los años ’80, pero que luego fue elegido en 2015 y reelecto en 2019– aceptó disolver esa fuerza. Pero las manifestaciones no cesaron, ahora exigen empleo. El 63% de los nigerianos de menos de 30 años está ahora sin trabajo o con poca ocupación.
Aunque Nigeria es uno de los mayores productores mundiales de petróleo, la corrupción y la dependencia de multinacionales imperialistas, como Shell y Exxon, que se llevan las principales ganancias, dejan poco a su pueblo. Y el impacto económico del Covid-19 empeoró la situación por la caída de precios de los combustibles.
Estado español. Médicos en huelga
Jornadas de trabajo interminables con sueldos precarios y falta de descanso han puesto en pie de guerra al colectivo de Médicos Internos Residentes (MIR), unos 28.000 en todo el país. En algunas comunidades autónomas se lograron acuerdos parciales después de semanas de huelga por el respeto a sus condiciones laborales, pero el conflicto continúa.
Los médicos residentes se manifiestan con carteles con leyendas como “llevo 24 horas trabajando, ¿te atiendo?”, o “sin descanso mi error puedes ser tú”, entre otros.
Denuncian que no se respetan los descansos de 36 horas y los sueldos base –unos 1.000 euros en el primer año–, que no se actualizan desde 2006.
Por su parte, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos convocó a una huelga nacional el martes 27 de octubre y denunció que el gobierno está “desmantelando el sistema de salud”.
Ecuador. Trabajadores y estudiantes rechazan el nuevo acuerdo con el FMI
Varios miles de manifestantes acudieron a la convocatoria del Frente Unitario de Trabajadores (FUT). Trabajadores y estudiantes marcharon para protestar contra el desempleo que ha provocado la crisis económica y rechazar las condiciones pactadas recientemente por el presidente Lenin Moreno con el Fondo Monetario Internacional, que sólo agravarán la crisis de la economía popular.
Los manifestantes recorrieron el centro colonial de Quito hasta que fueron reprimidos con gases por la policía en la plaza Santo Domingo. También hubo manifestaciones en Guayaquil y Cuenca.
¡Viva el paro nacional del 21 de octubre!
Para este próximo jueves 21 de octubre las distintas centrales sindicales de Colombia, agrupadas en el Comando Nacional de Paro, han convocado a un paro nacional contra el gobierno de Iván Duque y su paquetazo económico antipopular exigiendo una renta básica para los trabajadores informales, tierra y apoyo para los campesinos, educación gratuita en todos los niveles, dignificando la carrera docente derogando el estatuto docente, salud a cargo del Estado, respeto a los territorios de los pueblos indígenas, protección del medio ambiente, por la solución a las demandas de los mineros del Cerrejón, en contra del decreto 1.174, que atenta contra los derechos laborales de la clase trabajadora, y en contra de los asesinatos de jóvenes y líderes sociales.
Desde el 21 de noviembre de 2019, cuando se produjo un contundente paro nacional con movilizaciones en Bogotá, Cali, Medellín y otras ciudades de Colombia, distintos sectores se han venido movilizando por sus derechos. Incluso, en pleno confinamiento por la pandemia, continuaron las movilizaciones y cacerolazos.
Un vendaval de luchas recorre el país. En las últimas semanas son los jóvenes y estudiantes los que han salido a las calles, a esto se suma ahora la Minga indígena que en movilización recorre todo el país, teniendo previsto llegar a Bogotá el próximo martes 20. La huelga de los mineros del Cerrejón en la Guajira. El paro nacional de 48 horas convocado por Fecode y las centrales sindicales para este 20 y 21 de octubre. Es en este contexto de luchas obreras, indígenas y populares que el Comando Nacional de Paro ha convocado al paro del próximo 21 de octubre.
Los compañeros y compañeras de Colectivos Unidos, organización hermana de la UIT-CI en Colombia, se han sumado activamente a la convocatoria del paro nacional del 21, y en respaldo a la huelga minera, la Minga indígena y el paro docente.
Y han venido haciendo un llamado a los jóvenes, a las centrales obreras, a la Minga, a Fecode, a las organizaciones campesinas y populares a confluir en una mesa nacional de todas las organizaciones sociales que unifique a los distintos sectores y convoque a un encuentro nacional de emergencia que discuta y apruebe un plan de lucha nacional que le imponga al gobierno de Duque un pliego nacional construido desde las bases que ponga fin a las grandes necesidades del pueblo colombiano y de los trabajadores.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional nos sumamos al planteamiento de Colectivos Unidos y les damos todo nuestro respaldo al paro nacional del 21 de octubre y a todas las luchas que se desarrollan en Colombia. Y llamamos a los trabajadores y pueblos del mundo a apoyar el paro nacional y a rodear de solidaridad la lucha de los trabajadores, trabajadoras, jóvenes, indígenas y el pueblo colombiano.
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
17 de octubre de 2020
Escribe Luis Covas
El Movimiento al Socialismo (MAS) ganaría en primera vuelta, según los cómputos iniciales y las bocas de urna, por 52,4% y con resultados arriba del 60% en La Paz y Cochabamba. La presidenta de facto, la reaccionaria Jeanine Añez, ya admitió la victoria del MAS en los primeros sondeos. Lo mismo han hecho los candidatos Mesa y Camacho. Luis Arce Catacora, ex ministro de economía y candidato del MAS, se impuso muy por encima del 31,5% de su inmediato rival, Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana. Mientras el ultra derechista Luis Fernando Camacho, de Creemos, habría logrado un 14%.
Evidentemente el triunfo del MAS refleja que el golpe cívico-militar fue un golpe débil, reprimio pero no pudo imponer una contrarrevolución, no logró una derrota del movimiento obrero y campesino boliviano. El imperialismo, la derecha oligárquica y los sectores de la gran burguesía boliviana (en especial de Santa Cruz) no se atrevieron a ir hasta ahí por temor a la reacción del movimiento de masas. Por eso, por ejemplo, no disolvió el parlamento y llamó a elecciones, pactando con el MAS y el propio Evo Morales que él no fuera de candidato.
Esa es la debilidad del gobierno reaccionario de Añez, que lleva a este resultado. Amplios sectores de la clase trabajadora, de los y las campesinas y de los sectores populares, venían con críticas y con aspectos de ruptura con el MAS, por sus traiciones y entregas. Incluso hubo organizaciones obreras y campesinas que públicamente cuestionaron la candidatura de Luis Arce y otras candidaturas a diputados. Pero ante los candidatos de la derecha oligárquica y pro yanky, frente a las consecuencias del Covid 19 y a toda la política de ajuste y represión, votan y ratifican al MAS, al reformismo de centro izquierda.
Comprendemos el voto de esos millones de trabajadoras y trabajadores, pero no lo compartimos. Porque un nuevo gobierno del MAS no traerá las soluciones que necesita el pueblo trabajador boliviano. Viene de gobernar durante 16 años al servicio de las multinacionales del gas y del agronegocio mientras decía que era “socialista”. Por eso nuestros compañeros de ARPT, sección de la UIT-CI, llamaron a votar en blanco o nulo, en la perspectiva de continuar la lucha por un cambio de fondo y por construir una nueva alternativa política de la clase trabajadora.
Desde ya que haya ganado el MAS y no Mesa o Camacho, es un golpe político a la ultraderecha continental y yanqui. Es una derrota política para los Trump, Bolsonaro, Duque o Piñera.
Pero no podemos dejar de señalar que el nuevo gobierno del MAS seguirá siendo un gobierno del doble discurso y de pactos con las multinacionales. Como lo es el gobierno de Alberto y Cristina Fernández.
Escribe Mercedes de Mendieta, legisladora porteña electa Izquierda Socialista / FIT Unidad
Con la participación de organizaciones y referentes feministas de Chile, Brasil, Perú, Bolivia, Venezuela, Argentina, Panamá, República Dominicana, Nicaragua, México, Estado Español, Portugal, Turquía, Irán y Argelia, realizamos una jornada virtual internacional con el objetivo de impulsar la lucha por un movimiento feminista que enfrente, junto con la clase trabajadora, los ajustes de los gobiernos capitalistas y las multinacionales.
Este encuentro volvió a mostrar cómo las problemáticas de las mujeres trabajadoras, negras, indígenas, migrantes y del colectivo de la diversidad sexual no tienen fronteras. Durante su desarrollo se ratificó que, si algo ha puesto al descubierto la pandemia del Covid-19 junto con la crisis económica capitalista, se profundizan las desigualdades de género. Las mujeres trabajadoras somos utilizadas más como variable de ajuste, por eso crecen la desocupación y la feminización de la pobreza mientras los índices de violencia de género y de falta de acceso a los derechos sexuales y reproductivos crecen en todo el mundo.
Salimos más fortalecidas y enriquecidas del debate político que se llevó adelante. Cada una de las intervenciones permitió visibilizar la cruda realidad que viven las mujeres en todo el mundo, pero también que estamos en la primera línea de combate contra los ajustes de los gobiernos capitalistas y por nuestros derechos. También se mostró que las mujeres ocupamos los puestos estratégicos dentro del sistema de salud, como ha narrado Priscila Vázquez, de Panamá, o la referente nacional de enfermeras de Fesimra, de Bolivia.
Las compañeras de México narraron cómo es la lucha contra la violencia de género y la trata de mujeres en uno de los países con mayores índices de femicidios, marcando la responsabilidad de los gobiernos capitalistas sobre la muerte de las mujeres, que mientras pagan millones de deuda externa no destinan presupuesto alguno para combatir la violencia machista. Violencia que se recrudece hacia las mujeres negras, migrantes e indígenas, como han marcado las intervenciones de las compañeras de República Dominicana, Turquía y Brasil.
Lo que ha quedado claro es que el movimiento feminista viene en todos los países siendo parte de las luchas. En Chile por #FueraPiñera, en el Estado Español contra los cierres de fábricas, en la Argentina por el aborto legal, en Nicaragua por la libertad de las y los presos políticos.
Las mujeres de Medio Oriente y Norte de África estuvieron presentes a través de las voces Fatemeh Masjedi, de la Alianza de Socialistas de Oriente Medio y África del Norte de Irán, y de Sabiha Nalouf, de Acción de Izquierda Popular de Argelia, quien nos llenó con su relato sobre el Hirak argelino, que registró su pico de movilización el 8 de marzo de 2019, en el marco del paro feminista mundial, cuando las y los argelinos salieron a las calles de todo el país, una movilización sin precedentes en la historia de Argelia que empujó a Bouteflika a renunciar a su quinto mandato.
Este encuentro no solo fortaleció el debate político, sino que ratificó nuestra convicción de seguir impulsando un movimiento feminista antipatriarcal, anticapitalista, anticlerical, antirracista y por un gobierno de las y los trabajadores. Y nos llevamos a cada país la tarea de impulsar cinco campañas políticas. En primer lugar, el apoyo a las trabajadoras de la salud que están en la primera línea de combate contra la pandemia del coronavirus. También la campaña contra los crímenes de odio, como fue el de Marielle Franco, y contra el racismo, que afecta principalmente a las mujeres negras, indígenas y migrantes. En tercer lugar, la campaña por la libertad de las y los presos políticos en Chile, Nicaragua y Medio Oriente, por la legalización del aborto y el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Y, por último, la realización de una jornada internacional el 25 de noviembre contra toda forma de violencia de género. Invitamos a acompañar, junto con las mujeres de la UIT-CI, estas campañas políticas.