Nov 22, 2024 Last Updated 9:43 PM, Nov 21, 2024

El jueves 12 se votó en el Senado la aprobación de la Ley de Presupuesto Universitario. Durante la votación en general, la iniciativa obtuvo cincuenta y siete adhesiones, diez rechazos y una abstención. Esta ley, que consiguió su aprobación total, es fruto de la gran pelea que dimos en las calles el 23A, lo que le demostró al gobierno que no vamos a permitir el completo desfinanciamiento de la universidad pública y el avance de su plan privatizador.

Pero ojo, el gobierno de Milei confirmó que vetará esta ley, así como lo hizo con el miserable aumento a las y los jubilados. Por eso, señalamos que si hay veto, habrá lucha.

Además, alertamos que esta ley, de por sí, no resuelve el conjunto de los reclamos de la comunidad universitaria, y en particular de las y los estudiantes. Es por eso que continuamos peleando por las becas, el boleto educativo y para que docentes y nodocentes recuperen todo el salario perdido en los últimos años.

Plata hay… pero para la SIDE

En la presentación del presupuesto 2025, Milei dejó en claro su plan de desfinanciamiento a la Universidad Pública y Gratuita: prevee solo un aumento del 28% a las sesenta universidades en todo el país, suspende la Ley de Financiamiento Educativo y la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Mientras tanto, a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) se le asigna el doble del presupuesto que el actual. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) había solicitado al gobierno un presupuesto de 7,2 billones para atender los gastos salariales y de funcionamiento el año próximo. La respuesta de Milei fue una asignación anual de 3,8 billones ¡casi la mitad!

La pelea por el presupuesto se da en las calles

Ante este brutal ataque, desde Izquierda Socialista/FIT Unidad, creemos fundamental organizar una segunda marcha educativa nacional que frene el veto a esta Ley y que se implemente un plan de lucha por todo el presupuesto necesario para defender la Universidad Pública y Gratuita. Para eso, seguimos exigiendo a las federaciones y conducciones estudiantiles que convoquen a asambleas para preparar la movilización. Las autoridades, decanos y rectores, deben dejar de aplicar el ajuste y acompañar las convocatorias para salir a las calles.

La semana que viene el 26 de septiembre se está convocando un paro contundente nacional. Y se está discutiendo una movilización la primera semana de octubre a la cual tenemos que ir masivamente para demostrarle a Milei que no dejaremos que avance su plan.

Por eso planteamos que desde la comunidad universitaria, necesitamos asambleas para discutir cómo vamos masivamente a la marcha, primero, para frenar el veto de Milei, y luego, para pelear por todo lo que falta. No podemos permitir que se apruebe un presupuesto 2025 que desguaza completamente nuestras universidades y la ciencia. En las calles le tenemos que demostrar que no lo vamos a permitir. Vayamos a la mayor unidad para construir otro 23A.


Escribe Pilar Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista

La semana pasada se realizaron las elecciones en las trece facultades de la Universidad de Buenos Aires. Los resultados favorecieron al radicalismo de la Franja Morada y sus aliados, representantes del Rectorado, quedando con la conducción de ocho de los trece centros de estudiantes. El peronismo, por su parte, retuvo la conducción de Exactas y Filosofía y Letras, y canalizó el desgaste de la UES (PJ CABA) en Sociales y de la Franja en FADU (Arquitectura y Diseño). Por la izquierda, el Partido Obrero retuvo el centro de Veterinarias y perdió, después de quince años, Farmacia, ante una alianza de la JUP y la UCR.

Tras dos años sin que les estudiantes puedan votar –debido al cambio de estatuto que hizo Nuevo Espacio (Franja Morada-UCR), con el aval de las conducciones peronistas–, se llevaron adelante las elecciones del cogobierno de la UBA y de centros de estudiantes en un contexto sumamente conflictivo: el gobierno de Javier Milei le declaró la guerra a las universidades públicas con un recorte sin precedentes al presupuesto universitario, con paros docentes y la discusión sobre el tratamiento de la Ley de Financiamiento Universitario.

La respuesta ante semejante ataque se hizo sentir el 23 de abril con la histórica Marcha Federal Educativa. Sin embargo, el radical Emiliano Yacobitti y su agrupación estudiantil Nuevo Espacio, junto a las autoridades y agrupaciones peronistas, decidieron levantar la “Emergencia Presupuestaria” luego del 23A, y dejaron de convocar asambleas e instancias de participación estudiantil antes de las elecciones. Esta jugada dio sus frutos, ya que la renovación del cogobierno y de la conducción de los centros de estudiantes se dio sin desborde alguno y sin costo político para quienes fueron los responsables de ser un dique de contención a las luchas, dejando a nuestros docentes y nodocentes con salarios de miseria mientras negociaban en el Congreso.

El conjunto de les estudiantes de la UBA no se percataron de que los responsables de no profundizar las luchas después del 23A fueron la Franja Morada y el peronismo. Pero es una foto del momento, no significa que el movimiento estudiantil entregue un cheque en blanco a las conducciones de la UCR y el peronismo. Porque es claro que no van a estar a la altura de las luchas que se requieren contra el ajuste en educación del gobierno de Milei.

El peronismo y la Franja ganan con una política de servicios

Lo que sí es claro es que dos años sin elecciones hicieron mella en la creciente despolitización del estudiantado. La Franja Morada y el peronismo se jugaron a unas elecciones sin ningún tipo de discusión nacional. De hecho, esa misma semana se estaba barajando el tratamiento de la Ley de Financiamiento Universitario (que obtuvo la aprobación en el Senado) y ese tema transversal a cualquier discusión de las elecciones no estuvo puesto sobre la mesa por ninguna agrupación, excepto por la izquierda. No es casual, la UCR pertenece al espacio político donde están los principales cómplices, la oposición “amigable” del gobierno, llegando al colmo, esta semana, de votar el veto al mísero aumento de los jubilados. Tienen que ocultar al conjunto de les estudiantes que, junto al peronismo, son quienes le están dando gobernabilidad a Milei, y que todos los servicios, cursos, cuadernos o lo que ofrecen en cada facultad son financiados por el Rectorado.

Pero el peronismo no se quedó atrás: detrás de sus sellos de agrupaciones amplias, no se hicieron cargo de nada. Ni de que se callaron la boca ante el ajuste en las universidades durante el gobierno de Alberto Fernandez, ni de que en donde tienen decanos de su signo político (Exactas, Filo, Sociales) levantaron la emergencia presupuestaria como la UCR, ni de que sus espacios políticos y los gremios que conducen a nivel nacional están en tregua con el gobierno. Todo es esperar al 2027. Solo después de conocerse los resultados, La Cámpora sacó sus banderas de Néstor y Cristina. En cada facultad donde están se presentan bajo sellos sin filiación política (“El Módulo”, “La 15”, “Identidad”) y hacen campaña fundamentalmente en base al mismo gremialismo despolitizado de la Franja, pero con discurso progresista.

Por eso, tanto la Franja como el peronismo se dedicaron en las elecciones a hablar del café con leche más barato de CABA o del precio de las fotocopias. Se trata de una orientación que desarma al movimiento estudiantil para enfrentar a un gobierno de ultraderecha que ahora viene por el veto a la Ley de Financiamiento de la mano de sus aliados políticos y la represión.

Las agrupaciones de Milei no hacen pie

Otro dato importante para el análisis es que los “libertarios” no han podido avanzar en estas elecciones. Si bien se presentaron en algunas facultades, con su agrupación Somos Libres, que nuclea también militantes de PRO, hicieron elecciones bajas, de alrededor del 10 por ciento. En Ingeniería quedaron segundos, casi con el 18, ante el triunfo del Movimiento Linealmente Independiente (MLI). Es un aliciente que los espacios de ultraderecha no tengan peso significativo en las universidades.

El rol de los sectores independientes y la izquierda

Desde la Juventud de Izquierda Socialista desde el primer momento planteamos la necesidad de construir en las facultades listas unitarias de los sectores combativos, independientes y de izquierda, que puedan nuclear a todo el activismo que fue parte de las luchas contra el gobierno de Milei, que planteaba llevar un programa de fondo en las facultades para la defensa de la Universidad Pública y Gratuita. Lamentablemente, no lo vieron todos los espacios.

Por nuestra parte, fuimos consecuentes con nuestro planteo desde el principio: participamos de las listas unitarias en Sociales, Filosofía y Letras, Medicina y encabezamos la Lista 8 - La Izquierda en Exactas, la única lista que nucleó a tres partidos de izquierda (Izquierda Socialista, PO, MST) y que tiene una construcción histórica en la facultad. Con los resultados, somos parte de la vocalía conquistada por Lista 8 en Exactas, la cual ganamos con una política consecuente y programática para la facultad. En Filo, retuvimos nuestra secretaria en el CEFyL y seremos parte de las rotaciones de consejeres de Antropología y Artes.

En lo que resta del cuatrimestre, en cada lugar de estudio seguiremos luchando codo a codo junto a nuestres docentes y nodocentes en defensa de la educación pública y por salario digno, impulsando clases públicas, asambleas, ruidazos y todas las actividades necesarias para organizar una nueva marcha educativa que enfrente a la motosierra de Milei y ponga de pie al movimiento estudiantil.


Escribe Pilar Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista

De forma mentirosa, el “Ya Basta” (agrupación estudiantil del NMAS) quiso hacer pasar que el Frente de Izquierda fue quien rechazó la unidad. Ante la confusión que esta campaña puede generar, es importante aclarar que el Frente de Izquierda-Unidad le propuso al NMAS un acuerdo completamente lógico de unidad, en el que se integrarían a la listas en la presidencia y distintos cargos respetando los votos que habían obtenido en la última elección. El NMAS lo rechazó de cuajo, dejando escrito que se les tenía que respetar su “fuerza actual”. El resultado es que fueron a la elección solos, le entregaron el CEFyL al peronismo, y sacaron exactamente el mismo porcentaje que en 2022. Una política divisionista, acompañada de una militancia basada en las provocaciones y calumnias contra la militancia del FIT-Unidadcomo eje de sus denuncias, en lugar de serlo la conducción y las autoridades peronistas de Filo.

También el PTS tuvo en algunas facultades una política completamente sectaria al priorizar su autoconstrucción en lugar de la unidad de la izquierda para enfrentar el avance de la ultraderecha y el ajuste en nuestra universidad. Así, presentaron listas divisionistas en Exactas y en Medicina. En Exactas fue particularmente grave, dado que se trató de una elección en la que, fruto de la manipulación del padrón del CBC y de todo tipo de prebendas financiadas desde el Rectorado, la Franja Morada tuvo un avance enorme, ubicándose como segunda fuerza en el Centro de Estudiantes. Ante ese panorama, estaba planteado defender el espacio que la izquierda construyó en los últimos dos años en la facultad en base a la lucha en defensa de la Reserva Ecológica y del enfrentamiento a la motosierra de Milei. Un espacio que, tal como les propies compañeres del PTS reconocieron a la hora de debatir el armado de listas, tuvo como principal protagonista a la Juventud de Izquierda Socialista. Pero a pesar de eso, se negaron a una lista común por una discusión minúscula con el Partido Obrero sobre cuál debería ser la segunda fuerza del Frente. En lugar de apostar a un encaminamiento unitario y a dar batalla contra el peronismo y la Franja en unidad, dividieron y pusieron como eje de su campaña la cara de Myriam Bregman enorme en su boleta, apostando a la confusión en el voto a la izquierda. Pasada la elección, la izquierda deberá volver a pelear contra una fortalecida conducción peronista y el desembarco radical. Allí será la verdadera militancia en la Facultad la que clarifique la ubicación y el rol de cada fuerza.
En esa sintonía también se presentó por fuera Política Obrera (Altamira-Ramal), que de manera sectaria abonó en contra de las listas unitarias tanto en Filosofía y Letras como en Exactas.

Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista

La semana pasada se realizaron las elecciones de las 13 facultades de la Universidad de Buenos Aires. Los resultados favorecieron al radicalismo de la Franja Morada y sus aliados, representantes del Rectorado, quedándose con la conducción de ocho de los trece centros de estudiantes (Medicina, Económicas, Derecho, Psicología, Odontología, Ingeniería, Agronomía y Farmacia) . El peronismo, por su parte, retuvo  la conducción de Exactas y Filosofía y Letras, y canalizaron el desgaste de la UES (PJ CABA) en Sociales y la Franja en FADU (Arquitectura y Diseño). Por la izquierda, el Partido Obrero retuvo el centro de Veterinarias y perdió después de 15 años Farmacia ante una alianza de la Juventud Universitaria Peronista y la Franja Morada.

Tras dos años sin que les estudiantes podamos votar debido al cambio de estatuto que hizo Nuevo Espacio (Franja Morada-UCR), con el aval de las conducciones peronistas que aprovecharon también para extender su mandato, se llevaron adelante las elecciones del cogobierno de la UBA y de centros de estudiantes en un contexto sumamente conflictivo:  el gobierno de Javier Milei le declaró la guerra a las universidades públicas con un recorte sin precedentes al presupuesto universitario, con paros docentes y la discusión sobre el tratamiento de la Ley de Financiamiento Universitario. 

La respuesta ante semejante ataque se hizo sentir el 23 de abril con la histórica Marcha Federal Educativa. Sin embargo, Emiliano Yacobitti y su agrupación estudiantil Nuevo Espacio, junto a las autoridades y agrupaciones peronistas, decidieron levantar la “Emergencia Presupuestaria” luego del 23A, y dejaron de convocar instancias asamblearias y de participación estudiantil antes de las elecciones. Esta jugada dio sus frutos, ya que la  renovación del cogobierno y de la conducción de los centros de estudiantes se dio sin desborde alguno y sin costo político a quienes fueron los responsables de ser un dique de contención a las luchas, dejando a nuestros docentes y nodocentes con salarios de miseria mientras negociaban en el Congreso.

El conjunto de les estudiantes de la UBA no sacaron la conclusión de que la Franja Morada y el peronismo fueron responsables de no profundizar las lucha después del 23A.

Pero es una foto del momento, de ninguna manera representa un cheque en blanco del movimiento estudiantil a las conducciones de la UCR y el peronismo, que no jugarán un rol a la altura de las luchas que representa el gobierno de Milei. 

El peronismo y la Franja ganan con política de servicios ante la crisis económica del gobierno de Milei

Para entender el resultado de las elecciones, también es importante analizar el contexto de cómo se llegó a esta instancia:. dos años sin elecciones hicieron mella en la creciente despolitización del estudiantado, lo cual se combinó con la eliminación de las instancias de debate. La Franja Morada y el peronismo se jugaron a unas elecciones sin ningún tipo de discusión nacional. De hecho, esa misma semana se estaba barajando el tratamiento de la Ley de Financiamiento Universitario (que esta semana obtuvo la votación en Senado) y ese tema transversal a cualquier discusión de las elecciones no estuvo puesto sobre la mesa por ninguna agrupación, excepto por la izquierda. No es casual, la UCR pertenece al espacio político que son los principales cómplices de ser la oposición amigable del gobierno, llegando al colmo de esta semana votar el veto al mísero aumento de los jubilados. Tienen que ocultar al conjunto de les estudiantes que, junto al peronismo, son quienes le están dando gobernabilidad a Milei. Y que todos los servicios, cursos, cuadernos o lo que ofrezcan en cada facultad baja de la plata de Rectorado. Pero el peronismo no se quedó atrás, también detrás de sus sellos de agrupaciones amplias, no se hicieron cargo de nada. Ni de que hasta el año pasado se callaron la boca ante el ajuste de Alberto Fernandez en las universidades. Ni que donde tienen decanos de su signo político (Exactas, Filo, Sociales) hicieron lo mismo que la Franja y levantaron la emergencia presupuestaria dejando en banda a les docentes y no docentes y aplicando todo tipo de medidas de ajuste. Ni que ni sus espacios políticos ni que los gremios que conducen a nivel nacional están en tregua con el gobierno. Sin llamar a paro nacional ni a profundizar ningún plan de lucha. Todo es esperar al 2027. Solo después de conocerse los resultados La Cámpora sacó sus banderas de Néstor y Cristina. En cada facultad donde estan se presentan bajo sellos sin filiación política (“El Módulo”, “La 15”, “Identidad”) y hacen campaña fundamentalmente en base al mismo gremialismo despolitizado de la Franja, pero con discurso progresista.

Por eso tanto la Franja como el peronismo se dedicaron en las elecciones a hablar del café con leche más barato de CABA o del precio de las fotocopias. Pero son solo parches que en el fondo esconden que no van a luchar por un aumento de presupuesto que realmente alcance para que todes les estudiantes que lo necesiten tengan becas integrales, que exista un menú en todas las facultades y que consigamos de una vez por todas el boleto educativo para poder cursar.  Por sobre todas las cosas, se trata de una orientación que no arma al movimiento estudiantil para enfrentar a un gobierno de ultraderecha que ahora viene por el veto a la Ley de Financiamiento de la mano de sus aliados políticos y la represión.

Las agrupaciones de Milei no hacen pie en la Universidad de Buenos Aires

Otro dato importante para el análisis es que los libertarios no han podido avanzar en estas elecciones. Si bien se presentaron en algunas facultades (medicina, psicología, fadu, ingeniería)  con su agrupación Somos Libres que nuclea también militantes del PRO, hicieron elecciones bajas de alrededor del 10 por ciento.  En ingeniería quedaron segundos, casi con el 18, ante el triunfo del MLI. Es un aliciente que los espacios de ultraderecha no tengan peso significativo en las universidades demostrando que lo que prima es la confusión en les estudiantes y una elección donde las propuestas  que tuvieron más peso fueron las de las agrupaciones que ofrecen servicios estudiantiles. Pero alertamos que esto para nada es estático, claramente con una situación de crisis presupuestaria como el que estamos viviendo actualmente esto puede virar a que les estudiantes  rompan con estas conducciones y salgan a luchar.

El rol de los sectores independientes y la izquierda en estas elecciones

Desde la Juventud de Izquierda Socialista desde el primer momento planteamos la necesidad de construir en las facultades listas unitarias de los sectores combativos, independientes y de izquierda que pueda nuclear a todo el activismo que fue parte de las luchas contra el gobierno de Javier Milei, que se planteaba llevar un programa de fondo en las facultades para la defensa de la universidad pública y gratuita. Lamentablemente, así no lo vieron todos los espacios.

En primer lugar el NMAS de Manuela Castaneira, no solo fueron solos en Filosofía y Letras, militando en contra del FITU para que gane el peronismo. Sino que hicieron lo mismo en todas las facultades, disgregando y confundiendo con listas armadas muchas veces con avales que les dieron el peronismo y la franja morada. Toda un politica autoproclamatoria al extremo sin una vision politica profunda del contexto en el cual se daban estas elecciones.

Asi dejaron tambien en claro cual es el techo del NMAS. Casi repitiendo la eleccion del 2022 en Filo con el 9 por cierto, cuando mintieron a les estudiantes de Filo toda la semana diciendo que estaban disputando el centro. Ante alguien que pueda haberse confudido dado que de forma mentirosa el “Ya Basta” quiso hacer pasar que fue el FITU quien rechazó la unidad, es importante aclarar que el FITU le propuso al NMAS un acuerdo completamente lógico de unidad, en el que se integrarían a la listas en la presidencia y distintos cargos respetando los votos que habían obtenido en la última elección. El NMAS lo rechazó de cuajo dejando escrito que se les tenía que respetar su “fuerza actual”. El resultado es que fueron a la elección solos, le entregaron el CEFyL al peronismo, y sacaron exactamente el mismo porcentaje que en 2022. Una política criminal, que fue acompañada de una militancia basada en las provocaciones y calumnias contra la militancia del FITU que fue el eje de sus denuncias, en vez de serlo la conducción y las autoridades peronistas de Filosofía y Letras. 

Pero las politicas autoproclamatorias y divisionistas lamentablemente no fueron solo por parte del NMAS.

También el PTS tuvo en algunas facultades una política completamente sectaria de priorizar su autoconstrucción en vez de la unidad de la izquierda para enfrentar el avance de la ultraderecha y el ajuste en nuestra universidad. Así dividieron en Exactas y en Medicina. En Exactas fue particularmente grave, dado que se trató de una elección en la que fruto de la manipulación del padrón del CBC y de todo tipo de prebendas financiadas desde el Rectorado, la Franja Morada tuvo un avance enorme ubicándose como segunda fuerza en el Centro de Estudiantes. Ante ese panorama, estaba planteado defender el espacio que la izquierda construyó en los últimos dos años en la facultad en base a la lucha en defensa de la Reserva Ecológica y del enfrentamiento a la motosierra de Milei. Un espacio que tal como les propies compañeres del PTS reconocieron a la hora de debatir el armado de listas, tuvo como principal protagonista a la Juventud de Izquierda Socialista. Pero a pesar de eso, se negaron a una lista común por una discusión minúscula de cargos con el PO en la discusión por quién debería ser la segunda fuerza del frente. En vez de apostar a un encaminamiento unitario y a dar batalla contra el peronismo y la Franja en unidad, se cortaron soles, y el eje de su campaña fue poner la cara de Myriam Bregman enorme en su boleta, apostando a la confusión en la dispersión por el voto de la izquierda. Pasada la elección, la izquierda deberá volver a pelear contra una fortalecida conducción peronista y el desembarco radical, allí será la verdadera militancia en la Facultad la que clarifique la ubicación y el rol de cada fuerza.

En esa sintonía también se presentó por fuera Política Obrera (Altamira-Ramal), que de manera sectaria abonó en contra de las listas unitarias tanto en Filosofía y Letras como en Exactas.

Por nuestra parte fuimos consecuentes con nuestro planteo desde el principio. Y participamos de las listas unitarias en Sociales, Filosofía y Letras , Medicina y encabezamos la Lista 8 - La Izquierda en Exactas, la única lista que nucleó a tres partidos (IS, PO, MST) y que tiene una construcción histórica en la facultad. Con los resultados, retuvimos nuestra secretaria en el CEFyL y seremos parte de las rotaciones de consejeres de Antropología y Artes. Y somos parte de la vocalía conquistada por lista 8 en Exactas, la cual ganamos con una política consecuente y programática para la facultad.

Desde la JIS nuestro compromiso inquebrantable de seguir construyendo en las facultades una salida independiente de izquierda y unitaria para defender la educación pública y gratuita.


Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria de la Federación Universitaria Argentina (FUA)

Del 2 al 6 de septiembre son las elecciones en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Trescientos mil estudiantes de las trece facultades podrán votar a Centros de Estudiantes, Consejos Directivos y Juntas de Carreras. Las últimas elecciones fueron en 2022 al retomar la presencialidad luego de la pandemia de Covid-19. Desde entonces, la mayoría de las facultades y sus Centros Estudiantiles están en manos de las agrupaciones ligadas al radicalismo (Franja Morada/Nuevo espacio) o al peronismo (UES/La Mella/La Cámpora). Eso explica que frente al ataque a la universidad pública que estamos recibiendo por parte del gobierno nacional, luego de la histórica marcha del 23A, no se haya convocado a más acciones para frenar la motosierra de Milei, por ejemplo, que tiene a nuestros docentes con salarios por debajo de la línea de pobreza.

Estas elecciones son muy importantes porque lo que está en juego es el futuro de la UBA, y con ella, el de la educación pública en general. Porque frente al actual recorte presupuestario lo que vemos es que quienes hoy dirigen los Centros de Estudiantes son agrupaciones que no se juegan a fondo, o directamente son cómplices del ajuste. Los radicales y los peronistas se acomodan en sus puestos de gestión y desde allí, administran la pobreza. El resultado está a la vista: condiciones de cursada cada vez peores. Pero este final no es obligatorio y podemos revertirlo. Con la movilización unitaria del 23A logramos el presupuesto para el funcionamiento administrativo básico. Ahora falta el aumento para los salarios de las y los trabajadores (docentes y no docentes) de las universidades. Para eso, debemos ser miles en las calles cuando se vote en el Senado la Ley de Aumento Presupuestario (que ya tiene media sanción) y que Milei amenaza con vetar como él se propone lograr con las jubilaciones y pensiones.
 
Votá por la unidad de la izquierda para fortalecer la lucha contra el ajuste de Milei

Desde la Juventud de Izquierda Socialista (JIS) participamos en estas elecciones impulsando listas unitarias de la izquierda para recuperar los Centros de Estudiantes. Los Centros son nuestras herramientas para luchar por una educación pública, gratuita y de calidad. Peleamos para que los Centros y Federaciones sean independientes de los gobiernos ajustadores y de las gestiones que administran la pobreza y para luchar contra las políticas de arancelamiento y privatización que promueve la ultraderecha en el poder.

Esta lucha para nosotres es fundamental y debemos darla ahora. Por eso el debate político en estas elecciones es central. No hay lugar para las medias tintas ni para el divisionismo estéril que favorece a los Centros afines a la gestión y deja pasar el ajuste.

Desde la JIS, orgullosamente integramos las listas unitarias de la izquierda en la UBA. Somos coherentes cuando decimos que lo que está en juego es nada más ni nada menos que la defensa de la educación pública, y eso es mucho más importante que la especulación de un cargo en el armado de una lista en determinada facultad. Lamentablemente, no todas las agrupaciones que se reivindican de izquierda están en la misma. El Ya Basta (NMAS) de Manuela Castaneira van solos dividiendo el voto de la izquierda, y En Clave Roja (PTS) de Myriam Bregman con quienes integramos el Frente de Izquierda a nivel nacional y nos presentamos juntos en Sociales y en Filo, dividieron en Exactas y en Medicina sin dar ninguna explicación coherente (ver nota aparte).

Para nosotres, estas no son unas elecciones más. Lo que está en juego es la defensa de la UBA, y aunque veas muchas listas en tu facultad, la única que va a ir a fondo contra el ajuste del gobierno nacional es la que plantea la unidad de la Izquierda para recuperar los Centros de Estudiantes, y desde allí, impulsar asambleas democráticas que organicen la movilización. Podemos frenar la motosierra de Milei y tu voto es muy importante para dar esa pelea ahora.

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