Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y Secretaria de la Federación Universitaria Argentina
El miércoles 9 ante la ratificación del veto a la Ley de Presupuesto Universitario en el Congreso de la Nación, miles de estudiantes se autoconvocaron en sus facultades para profundizar el plan de lucha. Con tomas inéditas en facultades como la Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM) o Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), se esparcieron las ocupaciones por todo el país demostrando que el movimiento estudiantil le va hacer frente al gobierno para defender la universidad pública y gratuita.
El gobierno de Javier Milei el miércoles 9 se jugaba una pulseada importante en el veto a la Ley de Presupuesto Universitario. Acordando con el PRO, la UCR y peronistas ligados a los gobernadores, consiguió los votos necesarios para mantener el veto. Pero no fue un triunfo contundente. Todo lo contrario, la votación desfavorable sobre el presupuesto, despertó al movimiento estudiantil que desbordó a las conducciones burocráticas y decidió radicalizar el conflicto. La noticia del jueves 10 fueron las más de treinta facultades tomadas de Jujuy a Tierra del Fuego. Muchas de ellas se mantuvieron todo el fin de largo. El lunes 14 se convocaron asambleas en la mayoría de las universidades nacionales, donde el movimiento estudiantil redobló la apuesta y al día de hoy son casi cien facultades las que están bajo control estudiantil y de sus trabajadores, demostrando cuál es el camino para impulsar el conflicto.
Las conclusiones que sacamos después de casi seis meses de conflicto son claras. No podemos repetir lo que pasó después del 23 de abril, donde la UCR y el peronismo plancharon el conflicto dejando sin respuesta al reclamo salarial de docentes y no docentes que están cobrando por debajo de la canasta de indigencia. El camino para arrancarle el presupuesto para salarios, becas estudiantiles, gastos de funcionamiento y ciencia es el que demostraron les compañeres del Hospital Bonaparte, que ante la amenaza de cierre del hospital, realizaron una toma y unieron todas las luchas en curso en su apoyo consiguiendo que Milei no pueda avanzar con su plan.
Por eso, de cara a las semanas que se vienen, es importante seguir profundizando el plan de lucha a nivel nacional. No podemos volver a la normalidad en nuestras universidades. Tenemos que impulsar las tomas con clases públicas, acompañar los paros de nuestros docentes y no docentes, como el convocado para el 17 de octubre. Y llamando a asambleas interclaustros para discutir junto a elles un plan de lucha unificado. Así como también le exigimos a las federaciones y centros de estudiantes a que convoquen instancias interfacultades e interuniversidades para planificar junto a nuestros compañeres de otras universidades nacionales cómo masificamos el conflicto.
Hay que redoblar la lucha contra un gobierno que sigue sistemáticamente atacando a nuestras universidades con declaraciones falsas. Y que envalentona a sectores reaccionarios como los infiltrados de la Universidad de Quilmes que quisieron romper una asamblea estudiantil. O amenaza con el ingreso de la policía a las tomas universitarias. Son hechos que no podemos permitir.
Además, mientras Milei dice que en las universidades sólo estudian los ricos, la única realidad es que la mitad de les estudiantes vivimos con salarios por debajo de la línea de pobreza y sostenemos las cursadas. Si tanto le preocupa al gobierno ultraderechista el acceso de la clase trabajadora a la educación, que destine presupuesto para becas, boleto educativo y salarios para nuestros docentes.
Por eso la respuesta a la crisis presupuestaria es urgente. Alertamos que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne rectores peronistas y radicales de todas las universidades nacionales, está más preocupado por restablecer el diálogo con el gobierno, que por una solución inmediata a los reclamos. y a pesar de los ataques en lo que va del año propone confiar en la votación del presupuesto 2025. No podemos esperar a discutir la realidad de las universidades con el presupuesto 2025 que ya es una declaración de guerra completa para las universidades y para todos los derechos de la clase trabajadora, para pagar la deuda externa. La solución al conflicto se tiene que dar ahora y pelearla en las calles, reclamando una partida de emergencia para resolver la crisis de la universidad. Mientras, le seguimos exigiendo a la CGT que rompa la tregua y convoque a un paro nacional y plan de lucha para derrotar la motosierra de Milei y el FMI. En lo inmediato desde Izquierda Socialista exigimos al CIN, a la mesa intergremial y a las federaciones, que se convoque una Tercera Marcha Educativa Federal a Plaza de Mayo para conseguir nuestros objetivos. Junto con eso seguiremos coordinando entre quienes hoy están impulsando las tomas en todo el país junto a docentes y no docentes.
La Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJU), como tantas otras, estaba tomada contra el veto presidencial previo al Encuentro. Allí fue que se resolvió en una asamblea interclaustros aprovechar el 37º Encuentro para potenciar la lucha por el presupuesto universitario. Así surgió la convocatoria a una asamblea nacional de estudiantes participantes del 37º Encuentro para el sábado 12 a las 15, previo a la marcha final.
Resultó ser un hecho histórico con miles de estudiantes participantes de las tomas de diferentes universidades de todo el país, que pudo discutir y votar acciones concretas y coordinadas a nivel nacional para seguir impulsando la lucha por el presupuesto. Desde Isadora y Disidencias en Lucha, impulsamos la asamblea y participamos con una importante delegación de compañeres que son parte de la lucha universitaria nacional.
Corresponsal
El jueves 12 se votó en el Senado la aprobación de la Ley de Presupuesto Universitario. Durante la votación en general, la iniciativa obtuvo cincuenta y siete adhesiones, diez rechazos y una abstención. Esta ley, que consiguió su aprobación total, es fruto de la gran pelea que dimos en las calles el 23A, lo que le demostró al gobierno que no vamos a permitir el completo desfinanciamiento de la universidad pública y el avance de su plan privatizador.
Pero ojo, el gobierno de Milei confirmó que vetará esta ley, así como lo hizo con el miserable aumento a las y los jubilados. Por eso, señalamos que si hay veto, habrá lucha.
Además, alertamos que esta ley, de por sí, no resuelve el conjunto de los reclamos de la comunidad universitaria, y en particular de las y los estudiantes. Es por eso que continuamos peleando por las becas, el boleto educativo y para que docentes y nodocentes recuperen todo el salario perdido en los últimos años.
Plata hay… pero para la SIDE
En la presentación del presupuesto 2025, Milei dejó en claro su plan de desfinanciamiento a la Universidad Pública y Gratuita: prevee solo un aumento del 28% a las sesenta universidades en todo el país, suspende la Ley de Financiamiento Educativo y la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Mientras tanto, a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) se le asigna el doble del presupuesto que el actual. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) había solicitado al gobierno un presupuesto de 7,2 billones para atender los gastos salariales y de funcionamiento el año próximo. La respuesta de Milei fue una asignación anual de 3,8 billones ¡casi la mitad!
La pelea por el presupuesto se da en las calles
Ante este brutal ataque, desde Izquierda Socialista/FIT Unidad, creemos fundamental organizar una segunda marcha educativa nacional que frene el veto a esta Ley y que se implemente un plan de lucha por todo el presupuesto necesario para defender la Universidad Pública y Gratuita. Para eso, seguimos exigiendo a las federaciones y conducciones estudiantiles que convoquen a asambleas para preparar la movilización. Las autoridades, decanos y rectores, deben dejar de aplicar el ajuste y acompañar las convocatorias para salir a las calles.
La semana que viene el 26 de septiembre se está convocando un paro contundente nacional. Y se está discutiendo una movilización la primera semana de octubre a la cual tenemos que ir masivamente para demostrarle a Milei que no dejaremos que avance su plan.
Por eso planteamos que desde la comunidad universitaria, necesitamos asambleas para discutir cómo vamos masivamente a la marcha, primero, para frenar el veto de Milei, y luego, para pelear por todo lo que falta. No podemos permitir que se apruebe un presupuesto 2025 que desguaza completamente nuestras universidades y la ciencia. En las calles le tenemos que demostrar que no lo vamos a permitir. Vayamos a la mayor unidad para construir otro 23A.
Escribe Pilar Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista
La semana pasada se realizaron las elecciones en las trece facultades de la Universidad de Buenos Aires. Los resultados favorecieron al radicalismo de la Franja Morada y sus aliados, representantes del Rectorado, quedando con la conducción de ocho de los trece centros de estudiantes. El peronismo, por su parte, retuvo la conducción de Exactas y Filosofía y Letras, y canalizó el desgaste de la UES (PJ CABA) en Sociales y de la Franja en FADU (Arquitectura y Diseño). Por la izquierda, el Partido Obrero retuvo el centro de Veterinarias y perdió, después de quince años, Farmacia, ante una alianza de la JUP y la UCR.
Tras dos años sin que les estudiantes puedan votar –debido al cambio de estatuto que hizo Nuevo Espacio (Franja Morada-UCR), con el aval de las conducciones peronistas–, se llevaron adelante las elecciones del cogobierno de la UBA y de centros de estudiantes en un contexto sumamente conflictivo: el gobierno de Javier Milei le declaró la guerra a las universidades públicas con un recorte sin precedentes al presupuesto universitario, con paros docentes y la discusión sobre el tratamiento de la Ley de Financiamiento Universitario.
La respuesta ante semejante ataque se hizo sentir el 23 de abril con la histórica Marcha Federal Educativa. Sin embargo, el radical Emiliano Yacobitti y su agrupación estudiantil Nuevo Espacio, junto a las autoridades y agrupaciones peronistas, decidieron levantar la “Emergencia Presupuestaria” luego del 23A, y dejaron de convocar asambleas e instancias de participación estudiantil antes de las elecciones. Esta jugada dio sus frutos, ya que la renovación del cogobierno y de la conducción de los centros de estudiantes se dio sin desborde alguno y sin costo político para quienes fueron los responsables de ser un dique de contención a las luchas, dejando a nuestros docentes y nodocentes con salarios de miseria mientras negociaban en el Congreso.
El conjunto de les estudiantes de la UBA no se percataron de que los responsables de no profundizar las luchas después del 23A fueron la Franja Morada y el peronismo. Pero es una foto del momento, no significa que el movimiento estudiantil entregue un cheque en blanco a las conducciones de la UCR y el peronismo. Porque es claro que no van a estar a la altura de las luchas que se requieren contra el ajuste en educación del gobierno de Milei.
El peronismo y la Franja ganan con una política de servicios
Lo que sí es claro es que dos años sin elecciones hicieron mella en la creciente despolitización del estudiantado. La Franja Morada y el peronismo se jugaron a unas elecciones sin ningún tipo de discusión nacional. De hecho, esa misma semana se estaba barajando el tratamiento de la Ley de Financiamiento Universitario (que obtuvo la aprobación en el Senado) y ese tema transversal a cualquier discusión de las elecciones no estuvo puesto sobre la mesa por ninguna agrupación, excepto por la izquierda. No es casual, la UCR pertenece al espacio político donde están los principales cómplices, la oposición “amigable” del gobierno, llegando al colmo, esta semana, de votar el veto al mísero aumento de los jubilados. Tienen que ocultar al conjunto de les estudiantes que, junto al peronismo, son quienes le están dando gobernabilidad a Milei, y que todos los servicios, cursos, cuadernos o lo que ofrecen en cada facultad son financiados por el Rectorado.
Pero el peronismo no se quedó atrás: detrás de sus sellos de agrupaciones amplias, no se hicieron cargo de nada. Ni de que se callaron la boca ante el ajuste en las universidades durante el gobierno de Alberto Fernandez, ni de que en donde tienen decanos de su signo político (Exactas, Filo, Sociales) levantaron la emergencia presupuestaria como la UCR, ni de que sus espacios políticos y los gremios que conducen a nivel nacional están en tregua con el gobierno. Todo es esperar al 2027. Solo después de conocerse los resultados, La Cámpora sacó sus banderas de Néstor y Cristina. En cada facultad donde están se presentan bajo sellos sin filiación política (“El Módulo”, “La 15”, “Identidad”) y hacen campaña fundamentalmente en base al mismo gremialismo despolitizado de la Franja, pero con discurso progresista.
Por eso, tanto la Franja como el peronismo se dedicaron en las elecciones a hablar del café con leche más barato de CABA o del precio de las fotocopias. Se trata de una orientación que desarma al movimiento estudiantil para enfrentar a un gobierno de ultraderecha que ahora viene por el veto a la Ley de Financiamiento de la mano de sus aliados políticos y la represión.
Las agrupaciones de Milei no hacen pie
Otro dato importante para el análisis es que los “libertarios” no han podido avanzar en estas elecciones. Si bien se presentaron en algunas facultades, con su agrupación Somos Libres, que nuclea también militantes de PRO, hicieron elecciones bajas, de alrededor del 10 por ciento. En Ingeniería quedaron segundos, casi con el 18, ante el triunfo del Movimiento Linealmente Independiente (MLI). Es un aliciente que los espacios de ultraderecha no tengan peso significativo en las universidades.
El rol de los sectores independientes y la izquierda
Desde la Juventud de Izquierda Socialista desde el primer momento planteamos la necesidad de construir en las facultades listas unitarias de los sectores combativos, independientes y de izquierda, que puedan nuclear a todo el activismo que fue parte de las luchas contra el gobierno de Milei, que planteaba llevar un programa de fondo en las facultades para la defensa de la Universidad Pública y Gratuita. Lamentablemente, no lo vieron todos los espacios.
Por nuestra parte, fuimos consecuentes con nuestro planteo desde el principio: participamos de las listas unitarias en Sociales, Filosofía y Letras, Medicina y encabezamos la Lista 8 - La Izquierda en Exactas, la única lista que nucleó a tres partidos de izquierda (Izquierda Socialista, PO, MST) y que tiene una construcción histórica en la facultad. Con los resultados, somos parte de la vocalía conquistada por Lista 8 en Exactas, la cual ganamos con una política consecuente y programática para la facultad. En Filo, retuvimos nuestra secretaria en el CEFyL y seremos parte de las rotaciones de consejeres de Antropología y Artes.
En lo que resta del cuatrimestre, en cada lugar de estudio seguiremos luchando codo a codo junto a nuestres docentes y nodocentes en defensa de la educación pública y por salario digno, impulsando clases públicas, asambleas, ruidazos y todas las actividades necesarias para organizar una nueva marcha educativa que enfrente a la motosierra de Milei y ponga de pie al movimiento estudiantil.
Escribe Pilar Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista
De forma mentirosa, el “Ya Basta” (agrupación estudiantil del NMAS) quiso hacer pasar que el Frente de Izquierda fue quien rechazó la unidad. Ante la confusión que esta campaña puede generar, es importante aclarar que el Frente de Izquierda-Unidad le propuso al NMAS un acuerdo completamente lógico de unidad, en el que se integrarían a la listas en la presidencia y distintos cargos respetando los votos que habían obtenido en la última elección. El NMAS lo rechazó de cuajo, dejando escrito que se les tenía que respetar su “fuerza actual”. El resultado es que fueron a la elección solos, le entregaron el CEFyL al peronismo, y sacaron exactamente el mismo porcentaje que en 2022. Una política divisionista, acompañada de una militancia basada en las provocaciones y calumnias contra la militancia del FIT-Unidadcomo eje de sus denuncias, en lugar de serlo la conducción y las autoridades peronistas de Filo.
También el PTS tuvo en algunas facultades una política completamente sectaria al priorizar su autoconstrucción en lugar de la unidad de la izquierda para enfrentar el avance de la ultraderecha y el ajuste en nuestra universidad. Así, presentaron listas divisionistas en Exactas y en Medicina. En Exactas fue particularmente grave, dado que se trató de una elección en la que, fruto de la manipulación del padrón del CBC y de todo tipo de prebendas financiadas desde el Rectorado, la Franja Morada tuvo un avance enorme, ubicándose como segunda fuerza en el Centro de Estudiantes. Ante ese panorama, estaba planteado defender el espacio que la izquierda construyó en los últimos dos años en la facultad en base a la lucha en defensa de la Reserva Ecológica y del enfrentamiento a la motosierra de Milei. Un espacio que, tal como les propies compañeres del PTS reconocieron a la hora de debatir el armado de listas, tuvo como principal protagonista a la Juventud de Izquierda Socialista. Pero a pesar de eso, se negaron a una lista común por una discusión minúscula con el Partido Obrero sobre cuál debería ser la segunda fuerza del Frente. En lugar de apostar a un encaminamiento unitario y a dar batalla contra el peronismo y la Franja en unidad, dividieron y pusieron como eje de su campaña la cara de Myriam Bregman enorme en su boleta, apostando a la confusión en el voto a la izquierda. Pasada la elección, la izquierda deberá volver a pelear contra una fortalecida conducción peronista y el desembarco radical. Allí será la verdadera militancia en la Facultad la que clarifique la ubicación y el rol de cada fuerza.
En esa sintonía también se presentó por fuera Política Obrera (Altamira-Ramal), que de manera sectaria abonó en contra de las listas unitarias tanto en Filosofía y Letras como en Exactas.