
Escribe Olga Ortigoza, concejala por La Matanza de Izquierda Socialista en el FIT-Unidad
El peor de los escenarios tras la desaparición de tres mujeres que buscábamos desde hace cuatro días en La Matanza. Desde el viernes por la noche no sabíamos nada de Brenda Castillo (20), su prima Morena Verri (20) y la amiga de ambas, Lara Morena Gutiérrez (15), quienes salieron de su casa y nunca regresaron.
De acuerdo con el testimonio de sus familiares, las tres salieron el pasado viernes a las 21.30 horas y desde ese momento sus teléfonos permanecen apagados. En estos cuatro días de búsqueda, sus familiares, amigos y vecinos realizaron cortes de rutas y movilizaciones frente al municipio de La Matanza para exigir al gobierno nacional de Milei, al provincial de Kicillof y al municipal de Espinosa, su inmediata aparición. Pero acorde a los tiempos que vivimos la movilización fue reprimida por la bonaerense.
Más allá de las distintas líneas de investigación para resolver el caso, lo claro es que detrás de estos femicidios está la justicia patriarcal que recién actuó cuando las familias lo hicieron público en los medios televisivos, antes de ello y a pesar de haber hecho la denuncia correspondiente, la respuesta fue que había que esperar. Además de la absoluta desprotección a la que estamos sometidas las mujeres, disidencias e infancias pobres producto de la violencia patriarcal de un sistema capitalista que excluye a las mayorías. Distintas jurisdicciones con una misma política: desprotección, pobreza y violencia patriarcal. Por eso decimos que los gobiernos son responsables, sean macristas, libertarios o peronistas.
Desde nuestra banca en el Concejo Deliberante por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda y desde la agrupación Isadora mujeres en Lucha, nos solidarizamos con sus familiares mientras que exigimos juicio y castigo a los responsables del triple femicidio.
Justicia por Lara, Brenda y Morena. Los gobiernos son responsables. Ni una menos, vivas nos queremos.

Escribe Mercedes Trimarchi, diputada en CABA por Izquierda Socialista y candidata a senadora por el FIT-Unidad
Cada 28 de septiembre, miles de mujeres y disidencias en todo el mundo salimos a las calles para levantar la bandera del derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Es una jornada internacional de lucha, nacida en América Latina hace 35 años, que trascendió fronteras con movilizaciones cada vez más masivas y logró imponer el derecho a decidir en el centro de la agenda política.
En Argentina conquistamos la Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en 2020 gracias a la movilización de la marea verde. Sin embargo, ese logro hoy se encuentra amenazado por la ultraderecha en el poder. Javier Milei y su ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, atacan permanentemente nuestros derechos junto con las iglesias. Está en jaque la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas, el derecho a la identidad de género y también la IVE, que se ve restringida por la falta de presupuesto. Como fieles representantes de la reacción patriarcal, pretenden imponer su moral conservadora y negar la autonomía de nuestros cuerpos.
Por eso, en este Día Mundial de Lucha por el Derecho al Aborto, salimos a reafirmar que el derecho a decidir debe ser garantizado por los gobiernos en cada rincón del país y del mundo. Desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad decimos con claridad: aborto legal, seguro y gratuito en todo el país y en todo el mundo; separación real de las iglesias y el Estado; presupuesto suficiente para garantizar la salud pública y una ESI laica, científica y con perspectiva de género. Ni un paso atrás frente a la reacción patriarcal y oscurantista.
En este Día de Acción Global por el Derecho al Aborto, levantemos bien alto nuestros pañuelos verdes y gritemos: ¡educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir! En la Ciudad de Buenos Aires nos concentramos a las 16 horas en Plaza de Mayo. Sumate con Isadora y Disidencias en Lucha.
Escribe Mercedes Trimarchi, legisladora CABA por Izquierda Socialista en el FIT-Unidad
El 18 de septiembre se estrenará en todo el país la película Belén, dirigida por Dolores Fonzi. La flamante directora y actriz, estará presente en la función de las 20hs en el Cine Gaumont junto a la abogada Soledad Deheza. Desde Isadora e Izquierda Socialista en el FIT-Unidad queremos que las salas de todo el país se llenen y se pinten de color verde.
La película está basada en el libro Somos Belén de Ana Correa y fue seleccionada para la 73.ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. El caso de Belén fue emblemático en la lucha por el derecho al aborto en nuestro país. Todo comenzó en 2014, cuando una joven de Tucumán acudió al hospital por un dolor abdominal, que resultó ser causado por las contracciones de un embarazo del cual no tenía conocimiento. Tras abortar espontáneamente, los médicos de la institución la denunciaron y quedó detenida. La joven pasó dos años encerrada en la Unidad Penitenciaria Nº 4 de Tucumán, tras ser condenada en 2016 a ocho años de prisión por homicidio agravado por el vínculo. En 2017, la abogada feminista Soledad Deza tomó su caso y, tras una fuerte campaña de difusión, Belén logró obtener su libertad.
La campaña por la libertad de Belén dio un impulso significativo a la lucha por la legalización del aborto en nuestro país. Recordemos que en 2018 se habilitó, por primera vez, la discusión sobre la interrupción voluntaria del embarazo en el Congreso. Una enorme marea verde logró la despenalización social, a pesar de que el parlamento le dio la espalda al movimiento feminista en complicidad con sectores eclesiásticos y conservadores. Dos años después, se consiguió el derecho al aborto legal, seguro y gratuito gracias a la movilización.
Desde Isadora e Izquierda Socialista en el FIT-Unidad estaremos presentes en el estreno del jueves 18 en el cine Gaumont. Creemos que es fundamental difundir lo que fue la lucha por la libertad de Belén y concientizar sobre el hecho de que, actualmente, en nuestro país aún hay mujeres encarceladas por abortar.

Escribe Mercedes de Mendieta, diputada Nacional Izquierda Socialista/ FIT Unidad
Un nuevo escándalo envuelve al ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona, a partir de que en el programa Argenzuela con Jorge Rial se mostró en una reunión ofreciendo sus servicios de lobby y protección a Tim Ballard, un exagente de la CIA y exasesor de Donald Trump, con veinte denuncias de abuso sexual. En la grabación salió a la luz que Cúneo Libarona conversa con Ballard en Nueva York y le ofrece acceso a jueces, medios de comunicación e incluso apoyo para redactar un proyecto de ley inspirado en la película Sound of Freedom.
El gobierno de Javier Milei y la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se encargaron de proteger a Cúneo Libarona. Era de público conocimiento que la represora Bullrich había calificado en abril a Ballard como un “abusador” con “23 causas de abuso”. Sin embargo, días atrás, en una entrevista radial en Radio La Red, dijo: “Yo ya le avisé y creo que quedó todo clarito”, dando por cerrado el asunto y justificando que el ministro de Justicia no estaba al tanto de su opinión (que, se supone, es la del gobierno) sobre Ballard, pese a que había salido en varios medios.
Nada de lo ocurrido sorprende: Cúneo Libarona niega la violencia de género y se rodea de organizaciones como el Observatorio de Falsas Denuncias (que niega la violencia de género), la Asociación de Padres Alejados de sus Hijos (que argumenta en favor del falso SAP) y de abogadas como Patricia Anzoátegui, conocida defensora de pedófilos. Estamos hablando de un ministro de Justicia acorde a un poder judicial patriarcal que reproduce mecanismos que revictimizan e, incluso en algunos casos, criminalizan a las denunciantes y a las madres protectoras, lo que trae como consecuencia que la mayoría de los femicidios y abusos sexuales, que ocurren todos los días, no sean señalados. Ahora también impulsa una reforma del Código Penal bajo el mito de las “falsas denuncias”, que busca acallar a las víctimas de violencia de género y perseguir a las madres protectoras. Un proyecto que desde el Frente de Izquierda repudiamos por su carácter reaccionario.
Llamamos al movimiento feminista a retomar la organización y las calles contra Cúneo Libarona y toda la agenda reaccionaria de este gobierno contra las mujeres y disidencias.

Escribe Mercedes de Mendieta, diputada nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad
La motosierra de Javier Milei vuelve a mostrar su lado patriarcal: el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, eliminó dos de los pocos programas que, completamente desfinanciados, aún se orientaban a combatir la violencia machista. Lo hizo bajo el argumento de “terminar con estructuras ideológicas”. El gobierno ataca derechos conquistados por mujeres y disidencias.
El gobierno eliminó el Programa Acercar Derechos y el Registro Nacional de Organizaciones Sociales de Género. Ambos habían sido creados para brindar asistencia integral a personas en situación de violencia de género y para recopilar datos sobre asociaciones que trabajan en la defensa de los derechos de mujeres, personas LGBTI+ y personas trans.
El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, declaró que “nuestra política de seguridad considera que la violencia no tiene género”. Está claro que no se trata solo de la eliminación de programas, sino de una batalla que debemos seguir dando desde el movimiento transfeminista contra un gobierno que niega la existencia del heterocispatriarcado y sus consecuencias, que vemos todos los días con el crecimiento de la violencia patriarcal.
No es ideología, es violencia de género
No es ideología: la violencia machista es sistémica y todos los días se cobra vidas. Esos asesinatos son femicidios y crímenes de odio. Sólo en los primeros seis meses de 2025 ocurrieron 130 femicidios y trans-travesticidios en todo el país, según datos del observatorio Ahora que Sí Nos Ven. La mayoría de las víctimas ya había denunciado a sus agresores, pero no contaban con protección. Los botones antipánico y los sistemas de alerta temprana fueron discontinuados en varias jurisdicciones por falta de recursos. La línea de atención 144 fue desarticulada, los refugios cerrados o desfinanciados, y los equipos interdisciplinarios que asistían a víctimas fueron despedidos en masa. El programa Acompañar fue llevado al borde de su desaparición. Entre 2023 y 2024, el presupuesto nacional para las principales políticas de prevención y atención a la violencia de género cayó un 85%.
El ataque al cupo laboral trans y a las identidades de género se institucionaliza, promoviendo campañas de odio y dejando en la máxima desprotección y precarización a las personas del colectivo. A esto se suma el ataque a la ESI y a la perspectiva de género. En el Congreso Nacional, la reaccionaria diputada libertaria Lilia Lemoine presentó un proyecto de ley para derogar la Ley de Identidad de Género, que busca eliminar el derecho al reconocimiento de la identidad autopercibida, consagrado desde 2012 y considerado modelo en el mundo por su enfoque despatologizante.
Retomemos el camino del #4J
Enfrentamos a un gobierno ultraderechista, machista, homodiante, transodiante y negacionista del patriarcado y de la identidad de género. Por eso, el movimiento feminista tiene el desafío de retomar la experiencia del #4J, donde, a diez años del primer #NiUnaMenos, se abrazaron y unieron las luchas por la defensa de nuestros derechos con las de las y los jubilados, las universidades, el Hospital Garrahan y el colectivo de discapacidad. Porque, como dijo la feminista Simone de Beauvoir: “nuestros derechos nunca se dan por adquiridos”.